Estudio de caso: Poner las fronteras al servicio de las mujeres comerciantes de Asia Central
Las «cuatro ces»: COVID, clima, conflictos y coste de la vida pusieron fuertemente a prueba a las pequeñas empresas de todo el mundo y retrasaron la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este estudio de caso, del Informe Anual del ITC del 2022, destaca cómo el Centro de Comercio Internacional ha ayudado a los emprendedores a encontrar nuevas vías hacia la prosperidad a través del comercio.
El reto
Más de la mitad de las mujeres comerciantes de Asia Central tienen dificultades para comprender o incluso acceder a la información sobre la normativa fronteriza oficial. Alrededor del 35 % de estas mujeres afirman que la formación de los funcionarios públicos en materia de procedimientos y comunicación con los comerciantes podría mejorar su experiencia transfronteriza. Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta realizada a más de 1.500 mujeres de Asia Central por el proyecto Ready4Trade Central Asia, financiado por la UE.
Una de las causas fundamentales de estos retos es que la facilitación del comercio se considera tradicionalmente neutra desde el punto de vista del género y las aduanas suelen ser un entorno dominado por los hombres que no tiene debidamente en cuenta las limitaciones basadas en el género. De hecho, el 75 % de las agencias relacionadas con el comercio encuestadas en Asia Central no integran el análisis o los indicadores de género en su trabajo. Para romper esta mentalidad de neutralidad de género, los responsables de la política comercial, los organismos reguladores de las fronteras y la comunidad empresarial deben trabajar juntos para crear un entorno fronterizo que incluya a las mujeres.
La solución
El ITC empezó a trabajar con administraciones aduaneras y asociaciones de mujeres empresarias de Asia Central para introducir la facilitación del comercio con perspectiva de género y marcar la diferencia sobre el terreno. El proyecto desarrolló el programa de formación para la facilitación del comercio con perspectiva de género para funcionarios de fronteras, totalmente adaptado a las necesidades regionales.
A continuación, organizó una formación de formadores para expertos de cada administración aduanera con el fin de dotarles de las herramientas técnicas y pedagógicas adecuadas para facilitar los debates con sus colegas de sus respectivos países. Esto fue crucial para garantizar la sostenibilidad y el alcance de la intervención.
Los resultados
Los formadores principales impartieron con éxito sesiones de capacitación bajo la supervisión del ITC a más de 600 funcionarios de fronteras de cinco países de Asia Central. Aprendieron a analizar las limitaciones a las que se enfrentan las mujeres en el comercio transfronterizo y a desarrollar prácticas de facilitación del comercio justas y éticas para crear un entorno fronterizo sensible a las cuestiones de género. A tenor del diálogo público-privado inclusivo, las empresarias también participaron en los talleres y tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias y los retos a los que se enfrentan directamente con los funcionarios de fronteras.
Muchas partes interesadas señalaron que las sesiones aportaron una nueva perspectiva a su trabajo diario y expresaron su interés por incorporar este enfoque sensible a las cuestiones de géneroen futuras actividades.
Un año después de la formación, el 60 % de los beneficiarios informaron de cambios sensibles al género en las operaciones fronterizas. Por ejemplo, entre otras muchas acciones, se ofrecen más consultas a las mujeres comerciantes, más funcionarias realizan inspecciones y se están aplicando prácticas de comportamiento en la frontera que tienen en cuenta las cuestiones de género. Algunos participantes llegaron a admitir que comprendían mejor a sus esposas y les prestaban más apoyo en sus actividades cotidianas.
El futuro
Las administraciones aduaneras, inicialmente escépticas, están satisfechas con los resultados e incorporarán el programa a sus planes de sostenibilidad. También han establecido alianzas más sólidas y un diálogo continuo con las asociaciones de mujeres empresarias. Los beneficiarios solicitan más formación de este tipo, entre otras cosas para que surjan mujeres líderes y para atraer a jóvenes talentos a la administración aduanera. El ITC prestará más apoyo a las mujeres comerciantes para ayudarlas a comprender mejor los procedimientos aduaneros y sus derechos en la frontera, impulsando así un programa de facilitación del comercio que tenga en cuenta las cuestiones de género en Asia Central.