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Estudio de caso: Los frutos de la paz - de Colombia para el mundo

25 mayo 2023
ITC Noticias
Las «cuatro ces»: COVID, clima, conflictos y coste de la vida pusieron fuertemente a prueba a las pequeñas empresas de todo el mundo y retrasaron la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este estudio de caso, del Informe Anual del ITC del 2022, destaca cómo el Centro de Comercio Internacional ha ayudado a los emprendedores a encontrar nuevas vías hacia la prosperidad a través del comercio.

El reto

Luz Denis Gómez es una campesina de 34 años propietaria de una pequeña parcela de tierra en la comunidad de Limonar, Leiva, departamento de Nariño, en el suroeste de Colombia. Se trata de una región donde aún se dejan sentir los efectos del conflicto armado y la pobreza y la privación de derechos siguen siendo elevadas.
 
Gómez solía dedicar su tiempo a las tareas domésticas y a actividades agrícolas básicas cuidando los tilos de Tahití que había plantado años atrás en sus tierras. Pero tenía escasos conocimientos y capacidades técnicas de producción, comercialización u organización colectiva, por lo que se limitaba a recoger la fruta y venderla a intermediarios locales informales que pasaban ocasionalmente por su pueblo. 

Al igual que Gómez, otros pequeños agricultores de la zona tenían una productividad muy baja, carecían de conciencia medioambiental y no entendían las exigencias del mercado. La situación de la mayoría de estos pequeños agricultores era similar: el precio pagado por sus productos era muy bajo, pero estas ventas generaban unos pequeños ingresos que no podían desaprovechar, aunque las condiciones fueran desventajosas. 

A pesar de haber creado asociaciones de agricultores como la propia Asoprocal de Gómez, los agricultores de la zona seguían sometidos al poder de mercado de los intermediarios. No solo su producción era inferior en calidad, consistencia y volumen, sino que, debido a años de conflicto y violencia, carecían de confianza mutua y no podían ponerse de acuerdo sobre cómo trabajar juntos.

La solución

A principios de 2019, el ITC invitó a Gómez y a su asociación a participar en Colombia PUEDE, un proyecto financiado por el Fondo Fiduciario Europeo para la Paz en Colombia. El objetivo de este proyecto era mejorar los medios de subsistencia de más de 2.000 pequeños agricultores de Nariño mediante la mejora de su competitividad y el aumento de sus ventas en los mercados nacionales e internacionales. Asoprocal fue una de las 20 asociaciones de agricultores del departamento de Nariño que se beneficiaron del proyecto.

Con el apoyo de Colombia PUEDE, entre 2019 y 2022, Gómez y los demás pequeños productores mejoraron sus conocimientos y capacidades técnicas para la producción y el manejo posterior a la cosecha, incluyendo el manejo de plagas, la inocuidad de los alimentos y el control de calidad, envasado y procesamiento. Para complementar estas capacidades, el proyecto invirtió en la infraestructura, el equipamiento y las herramientas necesarias para aumentar la productividad y facilitar la certificación de calidad.

Evangelina Quiñonez, productora de cacao, Colombia

Gómez y sus compañeros mejoraron sus capacidades colectivas de organización, gestión empresarial y negociación. Grupos de agricultores comprometidos recibieron formación relacionada con la gestión y las asociaciones crearon comités de gestión agroindustrial y financiera. Se crearon unidades de sostenibilidad técnica dirigidas por los agricultores para prestar servicios técnicos a los agricultores dentro y fuera de sus propias organizaciones.

Para facilitar la comercialización y proporcionar el tan necesario flujo de caja a los agricultores, el proyecto estableció un programa rotatorio de capital semilla gestionado por cada asociación. Paralelamente a esta labor, las organizaciones de agricultores se reunieron y entablaron relaciones comerciales con grandes compradores y exportadores nacionales.

El proyecto PUEDE de Colombia cambió la calidad de vida de muchas personas. Fue una experiencia muy bonita, llena de retos, miedos y alegrías. Compartimos muchas cosas bonitas con todo el equipo. Yo era una persona que no tenía muchos conocimientos sobre exportaciones ni sobre cómo tener clientes. Lo único que esperaba era que el intermediario viniera a recoger las limas a la granja. Pero gracias al proyecto pudimos aprender a vender nuestra fruta de forma más directa. No tengo palabras suficientes para dar las gracias por el proyecto.
El proyecto PUEDE de Colombia cambió la calidad de vida de muchas personas. Fue una experiencia muy bonita, llena de retos, miedos y alegrías. Compartimos muchas cosas bonitas con todo el equipo. Yo era una persona que no tenía muchos conocimientos sobre exportaciones ni sobre cómo tener clientes. Lo único que esperaba era que el intermediario viniera a recoger las limas a la granja. Pero gracias al proyecto pudimos aprender a vender nuestra fruta de forma más directa. No tengo palabras suficientes para dar las gracias por el proyecto.
Luz Denis Gómez
Pequeña productora de lima, Limonar, Departamento de Nariño, Colombia

Los resultados

Gracias a su esfuerzo y compromiso, Gómez y otros 349 productores (entre ellos, 144 mujeres) de 11 asociaciones exportaron sus productos por primera vez, alcanzando un volumen total de casi 3.200 toneladas. Otros 1.789 agricultores (496 mujeres) consiguieron transacciones comerciales dentro de las cadenas de valor nacionales en condiciones mucho más favorables gracias a 16 alianzas comerciales estratégicas establecidas a través del proyecto.

Estos resultados fueron posibles gracias a que el proyecto dedicó importantes recursos a mejorar las prácticas agrícolas de los agricultores, lo que se tradujo en un aumento del 200 % de la productividad y en tasas de rechazo tan bajas como el 10 % para los productos de calidad de exportación. Asimismo, Colombia PUEDE facilitó la emisión de 332 certificaciones para la exportación, incluyendo estándares nacionales e internacionales de calidad y sostenibilidad como GLOBALG.A.P., Certificado Orgánico y Comercio Justo.

Mejora de los medios de subsistencia de los pequeños agricultores y las asociaciones de agricultores de Colombia mediante la mejora de su competitividad y la calidad de sus productos

Los agricultores colaboran ahora más estrechamente y crean alianzas con otras asociaciones en un intento de consolidar mayores volúmenes y ganar poder de mercado. La profesionalización de directivos y líderes como Gómez hace que las asociaciones sean más fuertes y se hayan ganado la confianza de sus miembros. Como ella, los agricultores de la zona ya no venden limas de mala calidad a intermediarios locales. Ahora exportan limas ecológicas certificadas a precios cuatro veces superiores a los de antes. Esto significa que los ingresos medios de los beneficiarios del proyecto aumentaron un 247 % entre 2019 y 2022.

El futuro

Las capacidades desarrolladas y la infraestructura recibida por Gómez y otros beneficiarios servirán para lograr más certificaciones, conseguir nuevas y mejores alianzas comerciales y, sobre todo, motivar a otros productores a seguir apostando por el desarrollo productivo de las zonas rurales colombianas.

Mejora de los medios de subsistencia de los pequeños agricultores y las asociaciones de agricultores de Colombia mediante la mejora de su competitividad y la calidad de sus productos

Socios de financiación

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Este proyecto contribuye a los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible, definidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.