El ITC aboga por las pequeñas empresas como agentes del cambio
Las pequeñas empresas se enfrentan a retos a la hora de aplicar los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En un panel moderado por el socio CLAC-Fairtrade en el Foro sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el ITC debatió sobre cómo superar estos retos y dejar que los emprendedores se conviertan en agentes de un cambio positivo.
Las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) y los pequeños agricultores son motores del crecimiento: crean puestos de trabajo, contribuyen a la innovación, facilitan la diversidad, generan medios de subsistencia y son compradores y proveedores en las cadenas de valor. Como tales, pueden contribuir a sentar las bases de una paz y una estabilidad duraderas y de un desarrollo sostenible e integrador, y así actuar como agentes del cambio.
Sin embargo, históricamente han permanecido al margen de los debates sobre las empresas y los derechos humanos.
Existe un consenso acerca de que las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos en sus propias actividades y en toda su cadena de valor. Los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNGP) obligan a los compradores a identificar los ingresos y salarios no dignos como un riesgo para los derechos humanos y a tomar las medidas adecuadas para evitarlo. En el caso de que ya se hayan producido impactos adversos sobre los derechos humanos y el medio ambiente, los compradores deberán facilitar el acceso a la reparación a los perjudicados.
La Unión Europea adoptó recientemente una propuesta de Directiva sobre la diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad (CS3D), estrechamente alineada con los UNGP.
El 28 de noviembre, durante el Foro sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el Palacio de las Naciones de Ginebra, se celebró una sesión sobre «Las pequeñas y medianas empresas como agentes de cambio».
En la sesión se desentrañaron los retos, preocupaciones y oportunidades a los que se enfrentan las MIPYMES y las asociaciones de productores a la hora de poner en marcha la agenda sobre las empresas y los derechos humanos. También se examinó cómo estas empresas pueden ejercer el liderazgo y movilizarse en las cadenas de valor, con el apoyo adecuado.
La sesión fue organizada por el Grupo de Trabajo sobre empresas y derechos humanos, junto con la Organización Internacional de Empleadores y la Cámara de Comercio Internacional. La Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños(as) Productores(as) y Trabajadores(as) de Comercio Justo (CLAC) moderó esta sesión.
Lawrence Attipoe, Coordinador para África del Programa UE/ACP Business-Friendly compartió las lecciones aprendidas de los proyectos piloto sobre el cumplimiento de la diligencia debida de la Unión Europea. Destacó, además, las oportunidades, incluyendo la adición de valor en origen, como una forma de diversificar los flujos de ingresos, aumentar la resiliencia y disminuir el riesgo.
El ITC subraya la importancia de las medidas de acompañamiento
La propuesta de directiva europea CS3D prevé el desarrollo de «medidas de acompañamiento» para que las empresas y sus socios de las cadenas de valor puedan cumplir con sus nuevas obligaciones.
La iniciativa de agronegocios sostenibles de Alianzas para la Acción del ITC está ayudando a dar forma a los mecanismos de aplicación para guiar a los proveedores y productores de los países en desarrollo con este cambio.
La iniciativa ha estado colaborando estrechamente con la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea y otros socios importantes sobre las medidas prácticas para aplicar la diligencia debida obligatoria en materia de derechos humanos y medio ambiente de forma sostenible para todos. La iniciativa trabaja con un anteproyecto de medidas de acompañamiento dirigidas a las pequeñas empresas de los países productores y con proyectos piloto para su aplicación.
Las asociaciones son clave para una aplicación inclusiva
El ITC apoya varios proyectos piloto relacionados con la diligencia debida en la cadena de valor del cacao en Ghana, del café en Etiopía y Uganda, y de los textiles en Eswatini. Estos proyectos piloto son fruto de la colaboración con las siguientes instituciones:
- La Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea
- La Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (OEACP)
- La Organización Internacional del Café (OIC)
- El Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos
- CLAC, que lidera y financia proyectos piloto adicionales en el sector del café en Honduras y Brasil, y del cacao en la República Dominicana y el Perú
- Varios encargados de formular políticas y operadores de la cadena de valor
Este trabajo complementa el realizado gracias a las asociaciones del ITC con las organizaciones de la red de comercio justo Fairtrade International, Max Havelaar Switzerland, Fairtrade Advocacy y Fair Trade Africa.
Los miembros del panel coincidieron en la necesidad de ir más allá de los esfuerzos voluntarios individuales para la sostenibilidad. Los pequeños productores necesitan sostenibilidad económica e ingresos para vivir. Los países productores deben estar preparados y anticiparse a los riesgos, lo que requerirá esfuerzos de concienciación.
Será de vital importancia disponer de un espacio para el diálogo inclusivo en todas las cadenas de valor, de las medidas de acompañamiento específicas y de una distribución equitativa del coste y el valor de la aplicación de la diligencia debida en toda la cadena de valor.
Sobre los proyectos
El programa ACP Business-Friendly está financiado por la Unión Europea y la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (OEACP) y puesto en marcha de forma conjunta por Alianzas para la Acción del ITC, el Banco Mundial y la ONUDI. Su objetivo es mejorar la capacidad de los agronegocios radicados en los países de África, el Caribe y el Pacífico para competir, crecer y prosperar en los mercados nacionales, regionales e internacionales. A través del enfoque de Alianzas para la Acción, el programa promueve la creación de cadenas de valor agrícolas inclusivas y sostenibles que valoren a todas las partes interesadas, desde que el producto está en la granja hasta que llega a los estantes.
El Fondo Fiduciario de los Países Bajos V (NTF V) (julio de 2021 - junio de 2025) se basa en una asociación entre el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos y el Centro de Comercio Internacional. El Fondo apoya a las MIPYME del sector de las tecnologías digitales a través de EcomConnect y del sector agroindustrial a través de Alianzas para la Acción. Su ambición es doble: por un lado, contribuir a una transformación inclusiva y sostenible de los sistemas alimentarios a través de soluciones digitales, y por otro, impulsar la internacionalización de las empresas emergentes tecnológicas, la exportación de las empresas de tecnologías de la información y la externalización de procesos comerciales a determinados países del África subsahariana.
El proyecto Eswatini: promoción del crecimiento mediante alianzas competitivas II, financiado por la UE, apoya la creación de empleo para los pequeños agricultores, emprendedores y artesanos. Eswatini ofrece al mercado mundial productos orgánicos únicos, café tostado artesanal, creaciones culturales hechas a mano y líneas de condimentos gourmet. El ITC colabora estrechamente con los pequeños agricultores, agroprocesadores y artesanos de Eswatini y les apoya de forma sostenible y beneficiosa tanto para las personas como para el planeta. De este modo, el ITC fomenta y preserva el patrimonio cultural y aprovecha las habilidades artesanales y los conceptos de crecimiento ecológico.