De las tierras altas guatemaltecas para el resto del mundo
¿Cómo romper el círculo vicioso de la pobreza?
Ana Sophia Reyes tiene una solución que conecta a artesanos tradicionales de Guatemala con clientes de Europa, una solución que demuestra la importancia de conocer tu mercado para pagar un salario justo a las mujeres de comunidades minoritarias.
…cuando en 2014 Ana Sophia Reyes y su pareja, Juan Augusto, visitaron la zona turística del Lago Atitlán, en las tierras altas del suroeste de Guatemala.
Los artesanos locales se agolpaban por toda la zona tratando de vender sus productos de tradición maya hechos a mano.
Tras hablar con los artesanos sobre el tiempo y el dinero que invertían para fabricar las alfombras, y sopesando costos como el transporte, la pareja pensó que: No tenía ningún sentido pagar 25 dólares por una alfombra para el salón.
Las comunidades minoritarias de ascendencia maya que pueblan las regiones remotas de Guatemala se ven a menudo obligadas a elegir entre preservar sus tradiciones o ganarse decentemente la vida.
El mercado local no valora lo suficiente su trabajo ni su talento.
Lo que nos impactó fue que no paraban de rebajar el precio de sus alfombras de gran calidad. Era pura supervivencia.
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Ana Sophia Reyes siempre ha tenido un espíritu emprendedor y Juan Augusto se dedicaba al sector de las alfombras de alta calidad, por lo que solo era cuestión de tiempo que la pareja fundaran Achiote.
Achiote Guatemalan Goods promueve la riqueza del talento y la tradición maya de la tejeduría a mano, y, al mismo tiempo, mejora las condiciones de vida de los tejedores de las comunidades indígenas, es especial de las mujeres.
En la tejeduría tradicional de Momostenango, las mujeres se encargan del hilado y el teñido del hilo, y, como forma parte de sus tareas del hogar, no se les paga por ello. Nosotros reconocemos y remuneramos el valor que añade cada persona a la producción.
No solo pagamos a las mujeres de la comunidad, también les proporcionamos capacidades para que tengan éxito en los negocios.
Achiote ha conectado a más de 50 artesanos, incluidas 35 mujeres, de 7 comunidades de zonas rurales. Todas estas comunidades tienen unas capacidades distintas que Achiote integra en su proceso de transformación de productos naturales en productos viables desde el punto de vista comercial.
Añadimos valor a los productos para que sean duraderos, por ejemplo, transformando la lana para que nunca pierda su forma.
Luego intentamos buscar mercados mayoristas que paguen un precio adecuado por productos de tanta calidad.
Pero la búsqueda del mercado apropiado no es tarea fácil.
"Cuando el Centro de Comercio Internacional lanzó un proyecto para mujeres dedicadas al comercio electrónico en América Central, me sentí afortunada de poder mejorar nuestras técnicas comerciales."
La empresa obtuvo un certificado de origen para poder acogerse al Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y América Central para la venta a clientes europeos con un tipo arancelario del 0 %.
El certificado de origen en un requisito clave para cursar pedidos, sobre todo, en las operaciones entre empresas.
"Para un importador, el hecho de no pagar aranceles supone una gran diferencia, y no solo eso, también te puedes evitar los tediosos procesos aduaneros. Si quieres llegar a tantos clientes como sea posible, los acuerdos de asociación de comercio electrónico son tu salvación."
A través del proyecto de comercio electrónico financiado por la Unión Europea, Ana Sophia aprendió a mantenerse fiel a todo lo que representa la marca Achiote y aprovechar al máximo las herramientas de comercio electrónico, desde la optimización de los motores de búsqueda y la transmisión de una historia humana, hasta la mejora de la calidad de las imágenes y la utilización del poder de las redes sociales.
El proyecto ha ayudado a Achiote a forjar su presencia en el comercio electrónico internacional con un sitio web transaccional, una tienda en eBay y una tienda en Etsy, y ya se ha convertido en uno de los mejores vendedores internacionales de Faire, una plataforma en línea de mercado al por mayor.
En febrero 2020, participamos en la feria AMBIENTE en Frankfurt. Pero los seis últimos meses han sido duros porque muchos de nuestros clientes potenciales europeos se han echado atrás.
Ana Sophia y Juan Augusto dieron rienda suelta a su capacidad de innovar y empezaron a diversificarse y a producir desde mascarillas protectoras de tela hasta sábanas, velas aromáticas y artículos de organización, con el fin de crear una sensación de orden en una vida de caos.
En cuestión de tres meses, Achiote lanzó cinco gamas de productos nuevas para ampliar su presencia en las plataformas de comercio electrónico con el mayor número de categorías posible.
Al igual que para tantas pequeñas empresas de todo el mundo, las consecuencias económicas de la pandemia no han sido fáciles para los productores de Achiote.
No bastaba con conectar a los artesanos con los programas de ayudas públicas
Achiote hizo acopio de materias primas para seguir pagando a los artesanos. La esencia de su existencia se basa en la responsabilidad social, que, y así lo cree Ana Sophia, debería ser el principio rector de todas las empresas del mundo.
Al final, al margen de lo que hagamos, estamos juntos en esto. Nosotros pensamos que hagamos lo que hagamos y nos movamos donde nos movamos, tenemos un impacto. Y es algo en lo que creemos firmemente.