Chocolate dominicano: una nueva receta para el éxito
La República Dominicana es uno de los principales países productores y exportadores de cacao, en el que se capitaliza la riqueza del producto añadiendo valor en el origen.
Los productores de cacao recolectan más de cuatro millones de toneladas de granos de cacao al año, de los que la mayor parte, casi el 40 %, se procesa en Europa. Los países productores lo exportan mayormente como materia prima, lo que ofrece pocas oportunidades de beneficio y de crecimiento económico.
Sin embargo, la dinámica está empezando a cambiar. La República Dominicana es uno de los principales productores y exportadores de cacao, un producto que mantiene a un gran número de agricultores y genera empleo en el país. Además, el país cuenta con un vibrante sector privado y las pequeñas empresas experimentan cada vez más con la fabricación artesanal de chocolate. Añadir valor en origen podría reportar mejores beneficios y mayores oportunidades de mercado, y contribuir al desarrollo económico general del país, a los ingresos y a los medios de vida de las personas.
Michael Laiskonis se asoció recientemente con el programa de agronegocios sostenibles «Alianzas para la acción» del Centro de Comercio Internacional en la región del Caribe. Michael es uno de los chefs de repostería más reputados de la actualidad y es además el Director Creativo y la mente detrás del Laboratorio de Chocolate en el Institute of Culinary Education.
A Michael le apasiona experimentar con el cacao desde el grano hasta la tableta y trabajar con chocolateros locales innovadores para ayudarles a mejorar, a crecer y a acceder a nuevos mercados regionales e internacionales. A través de Alianzas para la Acción, el fundador aspira a trabajar con empresas chocolateras en el desarrollo de productos en la República Dominicana, centrándose así en resaltar el valor del origen de este producto.
«Mi visita a la República Dominicana fue extremadamente valiosa para comprender el sector del cacao en general. Al observar los diversos métodos y escalas de producción, desde los agricultores hasta los chocolateros, podemos identificar modelos de éxito para inspirarnos y aplicarlos en otros lugares del Caribe», afirma Michael.
Definite Chocolate es una chocolatería artesanal dominicana que produce chocolate fino de forma natural, sin aditivos y en pequeños lotes. Además, se abastece directamente de los productores locales y utiliza únicamente cacao de origen único y de alta calidad. Esta pequeña empresa, junto con otros siete procesadores dominicanos colaboraron con Michael en la experimentación del procesado y el desarrollo de recetas.
«Trabajar con Michael es una experiencia fascinante e inspiradora. Aprendimos algunas técnicas nuevas, pero sobre todo nos fuimos sintiendo llenos de energía y motivados para seguir mejorando la calidad de nuestro chocolate y llevar más sabores verdaderamente caribeños al mercado internacional», afirma Jens Kamin, cofundador de la marca.
La adición de valor y el aumento de la competitividad en los mercados para las pequeñas empresas pueden ir de la mano de los proyectos para centrar el valor del producto en torno a las personas y la cultura. Esta iniciativa pretende dar a conocer nuevos y emocionantes sabores caribeños y facilitar que las pequeñas empresas prosperen en su propio país y en el extranjero.
La colaboración se produce en el marco del programa de Alianzas para la Acción del ITC en el contexto del Programa UE-ACP Business-Friendly, cuyo objetivo es lograr un aumento de la productividad, la calidad, los ingresos y el empleo en toda una serie de cadenas de valor en África, el Caribe y el Pacífico.
Sobre el programa
El programa ACP Business-Friendly está financiado por la Unión Europea y la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (OEACP) y puesto en marcha de forma conjunta por Alianzas para la Acción del ITC, el Banco Mundial y la ONUDI.
Su objetivo es mejorar la capacidad de los agronegocios radicados en los países de África, el Caribe y el Pacífico para competir, crecer y prosperar en los mercados nacionales, regionales e internacionales. A través del enfoque de Alianzas para la Acción, el programa promueve la creación de cadenas de valor agrícolas inclusivas y sostenibles que valoren a todas las partes interesadas, desde que el producto está en la granja hasta que llega a los estantes.
Alianzas para la Acción es una iniciativa del ITC que busca la transformación de los sistemas alimentarios a través de las asociaciones de productores que fomentan la creación de cadenas de valor agrícolas éticas, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.