Discursos

Discurso especial de Arancha González durante la Semana mundial para el desarrollo del comercio 2015

28 octubre 2015
ITC Noticias
Discurso especial de Arancha González, Directora Ejecutiva del ITC, durante la Semana mundial para el desarrollo del comercio 2015.
28 de octubre - Dubái, Emiratos Árabes Unidos

S.E. SULTAN BIN SAEED AL MANSOORI, MINISTRO DE ECONOMÍA DE LOS E.A.U.,
S.E. Hani Al Hamli, Secretario General del Consejo Económico de Dubái,

Sus Excelencias,
Señoras y señores:

Me complazco de estar hoy aquí en Dubái con motivo de la Semana mundial para el desarrollo del comercio. Hay pocos lugares tan apropiados para debatir sobre el comercio mundial; Dubái encarna el poder de transformación que alberga el comercio, impulsado por una acción política estratégica y deliberada. Actualmente, es una metrópolis próspera; un centro internacional para los negocios, las finanzas y el ocio.

El comercio es uno de los puntos más importantes del Centro de Comercio Internacional (ITC) y, para nosotros, el comercio y el desarrollo van de la mano. Nuestro objetivo es garantizar que el comercio beneficie a todos y que se aproveche todo su potencial para generar una prosperidad que sea sostenible y más inclusiva.

Hoy, me gustaría destacar algunas áreas que siguen teniendo un impacto fundamental sobre el panorama del comercio mundial y su habilidad para generar desarrollo: la tecnología, la sostenibilidad y una mayor integración mundial.

En primer lugar, la tecnología: Si bien es cierto que la economía mundial se encuentra en un momento de desaceleración, el uso de la tecnología sigue creciendo sin cesar. El mayor acceso, físico y económico, a la tecnología ha empoderado a un gran número de personas en un periodo de tiempo muy corto. Actualmente, tan solo en Dubái hay unos 2,3 millones de usuarios de Facebook, eso es básicamente el 100% de la población de la ciudad. Tan solo en los últimos cuatro años, la cifra se ha triplicado. Aunque solo utilizo esto como un ejemplo anecdótico, ilustra la velocidad y el poder de la tecnología para conectar y empoderar a las personas.

Veamos un ejemplo que quizá se acerque un poco más a nuestra línea de negocio. Hoy en día, disponemos de datos que muestran el gran impacto que tiene el comercio electrónico en las tasas de supervivencia de las pymes. Según un estudio reciente llevado a cabo por eBay, más del 70% de las pymes que venden en línea sobreviven su primer año, en comparación con el 50% que no están conectadas digitalmente. Si consideramos la tasa de internacionalización, el comercio electrónico ha hecho posible que las pymes exporten a una media de 26 países, en comparación con los 3 países a los que exportan las pymes tradicionales.

La tecnología hace posible que las pymes sean internacionales. A este fenómeno incluso se le ha acuñado un nombre: "micromultinacionales".

De forma más reciente, también hemos llevado a cabo nuestro propio análisis sobre el papel que desempeña la conectividad como un factor crítico que fomenta la habilidad de las pymes para competir a nivel mundial. En nuestro informe "Perspectivas de competitividad de las pymes", lanzado recientemente, examinamos la gran brecha que existe para acceder a la conectividad electrónica entre las grandes empresas y las pymes, y cómo influye este hecho sobre la capacidad que las pymes tienen para competir. Esto destaca especialmente en 3 regiones: Asia Oriental y el Pacífico, África Subsahariana y Asia Meridional. Los países sin litoral también se encuentran atrás en la clasificación de la conectividad electrónica.

En las economías modernas, las empresas necesitan estar conectadas constantemente a las fuentes de información de los mercados, a fin de conocer la demanda y la oferta, y evaluar si hay algún cambio. Esta información es esencial para diseñar una oferta que se adapte a los segmentos de mercado específicos y sea apta para competir en los mercados internacionales en un momento concreto. También es vital para ajustar o cambiar la oferta de una empresa si surgen cambios en los mercados. La habilidad de ajustarse y adaptarse a los cambios es vital para sobrevivir en los mercados dinámicos que están en constante evolución.

Por último, hemos visto el impacto que tiene la tecnología sobre la productividad laboral. Una mayor productividad se traduce en mayores salarios. Cerrar la brecha tecnológica es un elemento importante para que las pymes puedan ser más productivas y el crecimiento más inclusivo.
En segundo lugar, la sostenibilidad: La reciente adopción de los Objetivos Mundiales por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el mes pasado, ha posicionado la sostenibilidad en el punto central de los debates sobre crecimiento económico y desarrollo. El objetivo número 8 dice explícitamente, y cito: "Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos".

En nombre del crecimiento económico sostenible, los consumidores demandan más y más transparencia a lo largo de toda la cadena de suministro, "desde la granja hasta la mesa", por así decirlo. En un panorama comercial mundial dominado por las cadenas de suministro, nuestro primer punto de enfoque tiene que ser precisamente esta red de producción y distribución. Y como vamos a comprobar ahora mismo, los consumidores piden y las empresas responden.

Veamos algunos ejemplos. Unilever se ha comprometido a adquirir el 100% de sus materias primas agrícolas de forma sostenible para 2020. Mars ha anunciado que el 100% de su cacao procederá de fuentes sostenibles de aquí a 2020. Ikea, por su parte, se ha comprometido a adquirir el 100% del algodón para sus productos de forma sostenible para finales de este año.

Parece cada vez más evidente que si las cadenas de suministro no son sostenibles, el impacto comercial que pretendemos crear tampoco lo será y no generará los beneficios de crecimiento y los puestos de trabajo que debería. Todos los agentes, desde los agricultores hasta los consumidores finales, podrían obtener grandes beneficios si las cuestiones relativas a la sostenibilidad ocuparan una posición central en el discurso sobre el comercio.

¿Qué significa eso para los agentes más pequeños, los millones de pequeños agricultores o pymes que suministran sus bienes o servicios a las grandes empresas mundiales? Las normas privadas y los códigos de conducta de los proveedores son cada vez más estrictos y el peso de esto parece caer sobre los eslabones más débiles de la cadena.

Para hacer frente a este problema, el ITC se ha asociado con el sector privado y con el organismo Global Standard 1 para lanzar la iniciativa "Blue Number", un nuevo registro mundial de agricultores que aplican prácticas sostenibles.

A través de la iniciativa, 60.000 agricultores ya disponen de su número de geolocalización, el llamado "blue number". Este número se incorpora al perfil del agricultor, que incluye su nombre y sexo, los productos que comercializa, y una dirección de correo electrónico o un número de teléfono móvil. Considérelo como una plataforma en línea de trabajo en red, una especie de Facebook o LinkedIn para agricultores. Una vez el agricultor está registrado, las grandes marcas y miles de agricultores alimentarán su negocio.

A través de esta iniciativa, los compradores también mejorarán la trazabilidad de las cadenas de valor y dispondrán de información para tomar decisiones de compra informadas, por ejemplo, información sobre las granjas que son propiedad de una mujer con las que podrían comerciar.

Esto me lleva a otra importante iniciativa lanzada el mes pasado por el ITC, un Llamamiento a la Acción para conectar a un millón de empresarias con los mercados de aquí a 2020.

El crecimiento económico sostenible no sólo trata sobre cómo se lleva a cabo la actividad comercial sino también sobre quién la lleva a cabo. Uno de los grupos meta del Objetivo Mundial 8 son las mujeres, el grupo excluido más grande del planeta que representa casi el 50% de la población mundial. Con el fin de fortalecer nuestra contribución a favor de un comercio más sostenible e inclusivo, el ITC lanzó este Llamamiento a la Acción para alentar a las partes interesadas de los sectores público y privado a que participen de forma activa en actividades que nos ayuden a acercar a este millón de mujeres a los mercados durante los próximos cinco años.

Para aquellos que aún no se han comprometido a apoyar actividades que conecten a las mujeres con los mercados, les invito a visitar nuestro sitio web donde podrá obtener información sobre cómo unirse a este Llamamiento a la Acción.
Por último, una mayor integración mundial: La globalización es una realidad. En un mundo cada vez más interconectado e interdependiente, es posible que las opiniones basadas en tendencias del pasado ya no le sirvan como líder empresarial o formulador de políticas. Los acuerdos comerciales recientes, como la Asociación Transpacífico, y otros que están en proceso de negociación como la Asociación Económica Integral Regional entre la ASEAN y Japón, China, Corea, India, Australia y Nueva Zelanda, o la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión, inevitablemente darán una nueva dinámica al sistema mundial de comercio, donde los países fuera de este marco tendrán que volver a evaluar su posición competitiva con respecto a los mercados tradicionales. Aquí es donde vamos a tener que estar alerta para garantizar que seguimos esforzándonos por equilibrar el terreno de juego mundial.

De acuerdo con el "Índice de Conectividad Mundial" de DHL, las economías avanzadas no han sido capaces de seguir el gran cambio de la actividad económica hacia las economías emergentes. Las economías emergentes están redefiniendo la conectividad mundial y actualmente están involucradas en la mayoría de las interacciones internacionales. Los 10 países donde más aumentó la conectividad mundial entre 2011 y 2013 son todas economías emergentes. Entre estas encontramos a Mozambique, Jamaica, Côte d'Ivoire y Myanmar. Sin embargo, cuando nos referimos a su integración en los aspectos internacionales como los flujos de capital, de información y de personas, las economías emergentes aún se encuentran a la cola.

A pesar de los grandes avances conseguidos gracias a la apertura del comercio, siguen existiendo muchos obstáculos que nos impiden garantizar que el sistema comercial mundial funcione para todos.
El primero es comprender las cifras reales del comercio. Actualmente se siguen presentando en cifras brutas, mientras que hoy el comercio trata sobre la adición de valor a lo largo de la cadena de producción. Debemos comenzar a medir el comercio en términos de valor añadido.

El segundo obstáculo que nos preocupa son las medidas no arancelarias (MNA). A través de nuestro trabajo para identificar las MNA esperamos poder resaltar mejor las principales barreras que nos impiden hacer realidad el "comercio para un desarrollo sostenible". En este contexto, las pymes son las principales afectadas por la carga de tener que cumplir con las MNA. Y esta carga se hace aún mayor cuando las pymes tienen que cumplir con las múltiples normativas de los acuerdos comerciales bilaterales o regionales. Esperamos que el trabajo del ITC en el área de las MNA ayude a los líderes empresariales y a los formuladores de políticas a garantizar que las MNA no nos impidan maximizar los beneficios de un entorno comercial mundial más abierto.

Para concluir, quisiera decir que nos encontramos en un momento muy emocionante para trabajar en el campo del desarrollo comercial. Quisiera también felicitar a los organizadores de la Semana mundial para el desarrollo del comercio por haber elaborado un programa tan interesantes y espero que los próximos días ayuden a destacar el increíble papel que desempeña el comercio mundial a la hora de promover las oportunidades y la prosperidad para todos.

Gracias.