Visión de los expertos

El camino hacia unos pequeños Estados insulares en desarrollo más fuertes y resilientes

29 abril 2024
El Excmo. Georges Rebelo Pinto Chikoti, Secretario General de la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico

Aunque los 39 pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) de la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (OEACP), integrada por 79 miembros, difieren en cuanto al tamaño de su población, su extensión geográfica y su progreso en materia de desarrollo, comparten vulnerabilidades multidimensionales similares.

Entre ellas, la elevada exposición a las catástrofes naturales y el cambio climático, las crisis económicas mundiales y otras perturbaciones y crisis exógenas, así como la debilidad de los ingresos nacionales y las limitadas oportunidades para obtener préstamos.

Para los PEID, el principal reto del desarrollo económico se deriva de la extrema vulnerabilidad a los choques externos. Por definición, los PEID son economías abiertas: su comercio exterior total constituye una parte elevada de su PIB.

Pero otras características como la existencia de pequeños mercados nacionales, los elevados costes de las infraestructuras y del comercio, la lejanía física de los mercados internacionales y los mercados y productos de exportación no diversificados, contribuyen a una espiral de baja competitividad comercial.

Productos derivados del coco de las Islas Salomón
© OEACP

¿Cómo podemos lograr un desarrollo sostenible y aumentar la resiliencia?

Estas limitaciones estructurales impiden a los PEID de la OEACP realizar las inversiones necesarias para lograr un desarrollo sostenible y aumentar su resiliencia, y en consecuencia, sufren un crecimiento económico anémico.

El Foro de los PEID de la OEACP, anclado en el Acuerdo revisado de Georgetown, se encarga de desarrollar posiciones comunes para salvaguardar los intereses de los PEID, mejorar su resiliencia y abordar sus vulnerabilidades. El recién acuñado Acuerdo de Samoa entre la OEACP y su socio, la Unión Europea (UE), concede importancia política a la solución de estas vulnerabilidades.

El Excmo. Georges Rebelo Pinto Chikoti
Secretario General de la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico
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El Secretario General de la OEACP en un mercadillo de las Islas Salomón
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© OEACP

Una faceta novedosa del Acuerdo de Samoa es su llamamiento a que la OEACP y la UE colaboren en los foros multilaterales sobre cuestiones de interés común. En pos de la cooperación internacional, el acuerdo identifica la acción colectiva para un crecimiento económico y un desarrollo que sean inclusivos y sostenibles junto con la sostenibilidad medioambiental.

Los tres protocolos regionales que lo acompañan permiten articular de forma específica las vulnerabilidades socioeconómicas y medioambientales de África, el Caribe y el Pacífico, que exigen desarrollar la resiliencia al cambio climático e invertir la degradación medioambiental.

Lograr un crecimiento económico ecológico y sostenible

Uno de los hilos conductores del Acuerdo de Samoa es la promoción del crecimiento ecológico, las economías circulares y las energías renovables, con lo que se garantiza la complementariedad y el equilibrio entre el crecimiento económico y la sostenibilidad medioambiental. La economía azul, la agricultura, las energías renovables y el turismo sostenible son prioritarios. Es imperativo que el Acuerdo de Samoa, ya sea a nivel de la OEACP o regional, aproveche las complementariedades entre las disposiciones económicas y las medioambientales.

Un ejemplo de este enfoque transversal es la transformación tanto de los sistemas alimentarios verdes (agricultura) como de los azules (acuáticos) para que beneficien económicamente a los países de la OEACP y sus comunidades. Al garantizar la gestión, el uso y la conservación sostenibles de las extensas zonas marítimas de los 64 estados costeros de la OEACP, se aportarían importantes beneficios colaterales socioeconómicos y medioambientales. Esto es especialmente cierto en el caso de los PEID de la OEACP, cuyas vastas zonas económicas exclusivas superan con creces sus masas terrestres.

© OEACP

Abordar la triple crisis planetaria

Una pequeña empresa en San Vicente y las Granadinas

Los PEID tendrán que identificar y asegurar oportunidades sostenibles de economía azul y participar activamente en la búsqueda de soluciones basadas en los océanos o en la naturaleza, que aborden la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. El informe de la OCDE «La economía del océano en 2030» estima que, a nivel mundial, las industrias basadas en los océanos podrían generar 3 billones de dólares de los EE.UU.

Se estima que la economía verde, como mercado mundial del comercio de recursos naturales relacionados con la sostenibilidad, entre ellos la energía, la silvicultura, el agua, la minería, la agricultura y la pesca; alcance un valor de 4,2 billones de dólares de los EE. UU. para 2050. El fomento de las energías renovables y de la transferencia de tecnología podría abordar otro rasgo económico estructural de los PEID y, de hecho, su elevada dependencia de los productos básicos.

Un pequeño negocio de aceite de coco en las Islas Salomón
© OEACP

Necesidad de financiación y medidas políticas de apoyo

Para traducir las oportunidades económicas comercialmente prometedoras en resultados impactantes, los PEID necesitan urgentemente financiación para el desarrollo y medidas de apoyo en materia de normativa.

En primer lugar, el empoderamiento del sector privado de los PEID para que cumpla con sus obligaciones como socio eficaz para el desarrollo conllevaría un fortalecimiento institucional.

En segundo lugar, el refuerzo de la capacidad jurídica y normativa permitiría aprovechar las oportunidades económicas mundiales, más teniendo en cuenta que el acceso efectivo a los mercados pasa cada vez más por el cumplimiento de las normativas de los principales socios comerciales.

En tercer lugar, la inversión reforzaría la capacidad productiva y los resultados económicos de los PEID, al tiempo que reformaría su clima empresarial.

Además, la financiación sostenida del desarrollo y el acceso a la financiación en condiciones favorables para los países en desarrollo vulnerables, y en particular los PEID, es crucial. La Iniciativa Bridgetown 2.0 y el Índice de Vulnerabilidad Multidimensional (IVM) como instrumento complementario a la RNB per cápita para lograr la resiliencia y la sostenibilidad de los PEID son prioritarios.

Asociaciones multilaterales para el éxito

El Secretario General de la OEACP con varios miembros de la Asamblea Regional del Caribe en el marco de la Asamblea Parlamentaria de la OEACP
© OEACP

La recién concluida decimotercera Conferencia Ministerial de la OMC supuso un reconocimiento histórico de los PEID, ya que la versión cero del texto del Facilitador Ministerial sobre subvenciones a la pesca incluía dos referencias a los PEID, una primicia en cualquier texto de la OMC.

La OEACP aplaude el apoyo prestado por el Centro de Comercio Internacional (ITC) en el desarrollo económico de los PEID a través de diversos proyectos, y aprecia su participación en el Foro Empresarial de los PEID al margen de la SIDS4, así como su papel en la contribución a la redacción del borrador del Documento Final de la Conferencia.

La OEACP sigue convencida de que esta importante conferencia internacional celebrada en Antigua y Barbuda se traducirá en un firme apoyo político a estas economías vulnerables. No espero nada menos que estas dos facetas de la vulnerabilidad de los PEID -la económica y la medioambiental- reciban una consideración igualmente ambiciosa.