Una solución sostenible a la crisis del cacao en Ghana
Ghana es el segundo productor mundial de cacao, de ahí la importancia de su cultivo para los medios de vida de sus agricultores. El cambio climático afecta cada vez más al rendimiento y la mala gestión del suelo agota los nutrientes necesarios para que los cultivos resistan las enfermedades, por lo que la Ghana Cocoa Board busca urgentemente formas de aumentar la producción de cacao mientras combate la deforestación.
Forum de Comercio habló con Joseph Boahen Aidoo, Consejero Delegado de la Ghana Cocoa Board, sobre la agricultura respetuosa con el medio ambiente y sobre cómo un proyecto piloto basado en la agrosilvicultura dinámica es un camino muy necesario hacia el cultivo sostenible del cacao.
Ghana es el segundo mayor productor de cacao del mundo y su cultivo sustenta hasta el 30 % de la población del país. Sin embargo, los niveles de producción han ido descendiendo en las dos últimas décadas: el rendimiento potencial de las cosechas de cacao podría ser mucho mayor si no fuera por la pobreza en nutrientes del suelo.
Al talar los bosques tropicales para cultivar únicamente cacao, no sólo estamos dañando el ecosistema, sino también las explotaciones y los rendimientos de cacao a largo plazo. Esto hace que la planta del cacao no esté protegida, y con las temperaturas más altas y las sequías llegan las plagas. En estos momentos, nos enfrentamos a la enfermedad del Virus del Brote Inflamado del Cacao (CSSV), para la que no existe ningún remedio químico.
Necesitamos regenerar la biomasa del suelo y tenemos que hacerlo de forma orgánica, por ejemplo devolviendo las cáscaras de cacao a las explotaciones para que rejuvenezcan el suelo y añadiendo otros cultivos mediante una agrosilvicultura dinámica.
Para evitar que se propague la enfermedad, cortamos las plantas de cacao afectadas y volvemos a plantar las fincas. La enfermedad ha afectado ya a casi el 20 % de la superficie productiva total de Ghana.
La Ghana Cocoa Board interviene, junto con el Gobierno, en favor de los agricultores. Hasta ahora, hemos podido rehabilitar cerca de 70.000 hectáreas de explotaciones enfermas del total de 500.000 hectáreas. Para rehabilitar cada hectárea y que vuelva a dar frutos en dos o tres años, hacen falta $4000. Esto significa que Ghana necesitaría unos $2000 millones para solucionar este problema.
También nos enfrentamos a la competencia por el uso de la tierra para fines como el cultivo del anacardo o la minería, y aquí es donde el precio adquiere una mayor importancia. Si bajan los precios del cacao, disminuyen los ingresos de los agricultores, lo que les hace perder interés por el cultivo.
Ahora que los precios han subido, los agricultores están motivados porque van a tener mejores ingresos. Hace poco anunciamos un nuevo precio para los agricultores, por lo que ahora están muy contentos.
Nuestra visión es la agricultura regenerativa, y esta tiene que ser orgánica. De esto trata el programa Sankofa: plantar cacao, árboles frutales y otros cultivos de subsistencia junto con árboles de copas más altas, como los utilizados para la producción de madera. Al tener diferentes ciclos vitales y niveles de altura, fomentan la biodiversidad en el sistema de producción agrícola. Esto crea un ciclo cerrado de nutrientes que imita a los bosques naturales y alimenta un ecosistema sano y equilibrado.
Esta biomasa gigante no sólo captura dióxido de carbono, sino que también mejora el crecimiento de las plantas y protege al cacao de las enfermedades. El programa Sankofa mitiga el cambio climático, al tiempo que aumenta los rendimientos, como nos han contado directamente los propios agricultores.
Por último, la agrosilvicultura dinámica mejora la economía, ya que las comunidades agrícolas obtienen mejores ingresos y tienen una mejor seguridad alimentaria gracias a la cosecha añadida y diversificada de los cultivos de su parcela de cacao, entre otros.
También vemos que las mujeres agricultoras son las impulsoras de este proyecto, lo que es una gran ventaja en lo que respecta a la inclusión.
Esto debe ampliarse a toda Ghana, no puede seguir siendo un proyecto piloto.
El ITC ha realizado una labor ingente en Ghana. Además de desarrollar la capacidad de las pequeñas empresas de Ghana en las cadenas de valor del cacao y el café, el ITC ha facilitado que estas empresas representen ahora una importante plataforma y sirvan como enlace con otros socios y empresas de todo el mundo.
Y esto me parece muy significativo porque los agricultores están expuestos a nuevas tecnologías, socios comerciales, comercio y finanzas, y mucho más. No se puede subestimar el papel único del ITC en el comercio de materias primas y la creación de cadenas de suministro.
Pido al ITC que amplíe su labor todo lo que pueda.