Un crecimiento justo para todos a través del turismo
El turismo representa la combinación
idónea de globalización contemporánea,
ya que en él están involucrados el
comercio, la movilidad, las personas y
el desarrollo. Ha demostrado su resistencia en
medio de los desafíos económicos actuales, los
cambios geopolíticos, así como los desastres
naturales y causados.
El sector se ha convertido en un sinónimo de
resistencia y desarrollo, se ha recuperado con
más rapidez y fuerza que la mayoría de sectores,
y crea actividades económicas de las que cada
vez más PED sacan provecho.
Actualmente, más de 1.000 millones de personas
viajan por el mundo cada año, generando
el 9% del PIB global y contribuyendo con uno de
cada once puestos de trabajo. Como una categoría
de la exportación de servicios, los ingresos
generados por el turismo internacional continúan
creciendo y en 2012 alcanzaron la cifra récord de
$EE.UU. 1,3 trillones, doblando el valor que tenía
hace una década.
Además, el turismo internacional se ha convertido
en una de las principales categorías
comerciales, ocupando el quinto lugar tras los
combustibles, los químicos, la alimentación y los
productos de automoción. Para las economías
emergentes como grupo, el turismo es la cuarta
categoría de exportación, mientras que para la
mayoría de los PED se encuentra entre las tres
primeras.
A menudo, el turismo es una de las pocas opciones
competitivas que los PED tienen para participar en
la economía mundial. Por ello, no es de sorprender
que el sector sea considerado como un poderoso
motor para la reducción de la pobreza y el crecimiento
económico en muchos PMA y PEID.
Las estrategias de desarrollo de los países
de ingresos bajos frecuentemente subrayan el
sector del turismo y su potencial. La mayoría de
los estudios de diagnóstico sobre la integración
comercial en los PMA han identificado el turismo
como el sector prioritario para el crecimiento y
las exportaciones.
Si contemplamos el peso del turismo internacional
como una categoría de exportación
por regiones, no cabe duda de que puede ser
un importante catalizador para el desarrollo. En
África ya representa el 7% de todas las exportaciones
y en América Central alcanza el 13%.
Asimismo, el turismo es la primera categoría
de exportación tanto en el Caribe como en los
países europeos ubicados en el Sur y en el Mediterráneo.
En el caso de América Central, Oriente
Medio y el Norte de Europa, el turismo es la tercera
categoría de exportación.
Para que el turismo pueda desempeñar plenamente
su función en el crecimiento económico,
debe ser reconocido y respaldado debidamente
dentro del diseño de las políticas de comercio,
inversión y desarrollo empresarial. Las negociaciones
de política comercial, y su puesta en
práctica, deben prestar atención al turismo y
tener en cuenta todo su potencial. Para esto se
requiere la cooperación de diferentes secciones
del gobierno y de otras partes interesadas. Este
enfoque está claramente reflejado en el informe Ayuda para el Comercio y las Cadenas de Valor
en el Sector del Turismo de la Organización
Mundial del Turismo, la OCDE y la OMC.
El turismo debe ocupar una mejor posición
en el programa de desarrollo. Su importante función
en el programa ha sido reconocida por las
Naciones Unidas, que ha señalado el turismo
como uno de los sectores para impulsar el cambio
hacia una economía verde. Asimismo, se
incluyó por primera vez en el documento final de
una Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Desarrollo Sostenible, la Río+20, que identificó el
turismo como una industria que 'puede contribuir
de forma significativa a las tres dimensiones del
desarrollo sostenible, tiene vínculos fuertes con
otros sectores y puede generar empleos y oportunidades
comerciales decentes'.
Con su contribución directa a los Objetivos
de Desarrollo del Milenio de la ONU, esto es,
erradicación de la pobreza, igualdad de géneros,
sostenibilidad medioambiental y asociaciones
para el desarrollo, el turismo también desarrolla
un papel decisivo como parte de los futuros
Objetivos de Desarrollo Sostenible que constituirán
la agenda posterior a 2015.
A pesar de las evidentes contribuciones
del turismo al desarrollo socioeconómico, aún
quedan desafíos por delante. Uno de ellos es
garantizar que los países más desfavorecidos
del planeta, de los cuales más de la mitad
dependen del turismo para reducir su pobreza,
puedan continuar beneficiándose de las oportunidades
fiscales y sociales que ofrece
el sector.
Para poder explotar el gran potencial de desarrollo
del turismo, debemos prestar especial
atención a su impacto social, socioeconómico y
medioambiental.
La sostenibilidad sigue siendo el obstáculo
principal a la hora de aprovechar los beneficios
del turismo y mitigar su posible impacto negativo
sobre las economías, sociedades y entornos.
Para atender a esta llamada superior, la sostenibilidad
debe constituir el compromiso principal
del desarrollo del turismo. El desafío radica en
cumplir con las crecientes demandas de los turistas
y las comunidades anfitrionas, a la par que
sentamos la base para construir un futuro para
la sostenibilidad económica, medioambiental
y social.