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¿Qué ocurrió en la COP28?

14 agosto 2024
ITC Noticias

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP28 celebrada en Dubái fue histórica, ya que reunió a 85.000 participantes, entre ellos a más de 150 Jefes de Estado y de Gobierno.  

La conferencia también incluyó el primer balance mundial de los esfuerzos realizados en el marco del Acuerdo de París, cuyo objetivo es mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 1,5 °C para 2030. El balance reveló que la lucha contra el cambio climático está avanzando de manera lenta en todo el mundo.  

En respuesta, los países se comprometieron a acelerar las medidas para 2030 e hicieron hincapié en la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables como la eólica y la solar. Este fue un gran paso adelante en los esfuerzos para hacer frente a la emergencia climática. 

Si bien la COP28 supuso un avance, también puso de relieve los retos y las oportunidades que la comunidad mundial tiene ante sí en 2024 y los años posteriores. 

Estas son algunas de las principales novedades de las últimas conversaciones mundiales para hacer frente al cambio climático, en las que participó el ITC.

El principio del fin de la era de los combustibles fósiles 

La declaración final de la COP28 afirmaba que nos encontrábamos ante el «principio del fin» de la era de los combustibles fósiles.  

Esta fue la primera vez que el acuerdo final de la COP incluyó una mención explícita a los combustibles fósiles y destacó la necesidad de una transición rápida, justa y equitativa, apoyada por fuertes recortes de emisiones y un aumento de la financiación.  

El Secretario Ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, describió el resultado como «el principio del fin de la era de los combustibles fósiles», con lo que subrayó la necesidad de que los gobiernos y las empresas traduzcan los compromisos en acciones tangibles.
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El balance mundial sentó las bases para que los países desarrollen planes de acción climática más sólidos antes de febrero de 2025.  En él se subrayó la urgencia de reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en un 43 % para 2030 y se pidió triplicar la generación de energías renovables y duplicar la eficiencia energética para ese mismo año. 

Además, el balance mundial instó, entre otras medidas, a reducir progresivamente la quema de carbón y a eliminar las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles. Asimismo, se pidió a los países desarrollados que lideraran estos esfuerzos.  

A corto plazo, se instó a la Conferencia de las Partes a presentar objetivos de reducción de emisiones alineados con el límite de 1,5 °C para la próxima ronda de planes de acción climática. 

Nueva financiación para pérdidas y daños

En la COP28 se alcanzó un acuerdo histórico sobre los mecanismos de financiación para hacer frente a las pérdidas y los daños, entre los que se incluye la creación de un fondo específico en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Los compromisos superaron los $600 millones en agosto de 2024.  

Este fondo se suma al acordado el año anterior para apoyar a las comunidades vulnerables afectadas por el cambio climático y su valor asciende a $661 millones, un importante avance en materia de justicia climática.  

La nueva Red de Santiago para Pérdidas y Daños de Ginebra prestará asistencia técnica a los países en desarrollo afectados por el cambio climático. 

Vídeo

19 diciembre 2022
Pamela Coke-Hamilton, del ITC, sobre la importancia de la transición justa.

Transición justa

La COP28 reforzó los objetivos de una transición justa, es decir, el principio de que los trabajadores y las comunidades deben estar protegidos de las consecuencias negativas de las políticas climáticas, al tiempo que comparten los beneficios de una transición hacia un futuro sin emisiones de carbono. 

Esto es especialmente importante para las pequeñas empresas, que a menudo operan con recursos limitados y se enfrentan a retos únicos, ya que pueden carecer de la capacidad financiera y de los conocimientos técnicos necesarios para adaptarse por sí solas a las nuevas normativas medioambientales, las tecnologías de energías renovables o las prácticas sostenibles. 

Este impulso ha ido creciendo de forma gradual. En junio, por ejemplo, todos los países reafirmaron las Directrices para una transición justa de la Organización Internacional del Trabajo de 2015. Más del 30 % de los planes climáticos nacionales para 2030 ahora integran las dimensiones sociales mediante fondos dedicados a la Transición Justa, así como leyes y estrategias para proteger a los trabajadores, crear empleo y desarrollar capacidades. 

Sin embargo, estos esfuerzos son todavía relativamente nuevos y siguen siendo minoritarios en todo el mundo. 

La tarea consiste ahora en integrar la justicia social en todo el proceso de toma de decisiones sobre el clima. La COP28 podría marcar la diferencia tras acordar el primer Programa de Trabajo para una Transición Justa (JTWP) de la CMNUCC.  

Entre sus prioridades figuran las siguientes: 

  • Las estrategias que tengan en cuenta el efecto de las políticas climáticas en los trabajadores y las comunidades.  
  • La protección social para los trabajadores y las comunidades que se enfrentan a los fenómenos climáticos extremos. 
  • El trabajo digno y los empleos de calidad que respondan a las necesidades de cada país a través del diálogo social, la protección social y los derechos laborales. 
  • La elaboración de políticas que tengan en cuenta las voces de los trabajadores, las comunidades locales, los pueblos indígenas, las pequeñas empresas, los consumidores y, entre todos ellos, las mujeres y los jóvenes. 
  • Una cooperación internacional que favorezca la puesta en marcha de nuevas medidas. Las cuatro asociaciones actuales en Sudáfrica, Indonesia, Viet Nam y Senegal han obtenido hasta ahora resultados desiguales.  

Resiliencia y finanzas

En la COP28, las partes acordaron metas para el Objetivo Mundial relativo a la Adaptación (GGA) y su marco, y delinearon áreas clave para fortalecer la resiliencia como el agua, la alimentación, la salud y las infraestructuras.  

La financiación climática también fue un área clave de enfoque, ya que el Fondo Verde para el Clima recibió compromisos por un total de $12.800 millones para su segunda reposición, y los compromisos con otros fondos climáticos superaron los $362 millones.  

Sin embargo, a pesar de estos compromisos, aún se necesitan billones de dólares para que los países en desarrollo pasen a utilizar energías limpias y se adapten al cambio climático. 

El balance mundial hizo hincapié en la reforma de los sistemas que gestionan la financiación climática, el aumento de los subsidios y los préstamos favorables, y la búsqueda de nuevas fuentes de financiación.  

En la COP28 también se debatió el establecimiento de nuevos objetivos de financiación climática en 2024.

Vídeo

19 diciembre 2022
Vea las conclusiones del panel del ITC en la COP28 sobre financiación inclusiva.

Vincular la acción climática con la naturaleza

La COP28 avanzó en la integración de la acción climática con la conservación de la naturaleza, al abordar la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Además, se instó a los gobiernos a tener en cuenta los ecosistemas, la biodiversidad y los depósitos de carbono, como los bosques, a la hora de formular planes nacionales de acción climática más sólidos.  

Asimismo, se hizo hincapié en el papel vital de conservar, proteger y restaurar la naturaleza y los ecosistemas para alcanzar los objetivos de temperatura del Acuerdo de París. La CMNUCC reconoció como objetivo oficial la detención y la reversión de la deforestación de los bosques para el año 2030. Eso podría reducir un 14 % las emisiones mundiales y atrapar más carbono en los bosques. 

Se instó a los gobiernos a apoyar una mayor inversión, basada en las pruebas científicas y en los sistemas de conocimiento autóctonos y locales. Además, se reconoció que las soluciones basadas en la naturaleza son clave para mitigar los efectos del cambio climático y salvaguardar las comunidades vulnerables. 

Estos esfuerzos se ajustan a los objetivos del Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica, que incluye compromisos como la protección del 30 % de la tierra y los océanos del planeta para la naturaleza en 2030 (la promesa «30x30») y la restauración el 30 % de los ecosistemas degradados. 

Impulso de las soluciones climáticas prácticas

En la COP28, gobiernos, empresas y sociedad civil presentaron soluciones prácticas para el clima en el Espacio de Acción Climática Mundial.  

Los Campeones de Alto Nivel lanzaron la Hoja de Ruta de Soluciones Climáticas para 2030, en la que se esbozan varias medidas para reducir a la mitad las emisiones mundiales, abordar las lagunas de adaptación y aumentar la resiliencia de aquí a 2030. 

También se hicieron varios anuncios importantes, a saber: 

  • 125 países firmaron la Declaración de los EAU sobre Clima y Salud, que movilizó $1000 millones para soluciones climáticas y sanitarias.  
  • 137 Jefes de Estado se comprometieron a transformar los sistemas alimentarios en el marco de la Declaración de los EAU sobre Agricultura Sostenible, Sistemas Alimentarios Resilientes y Acción por el Clima de la COP28, con compromisos de financiación por un total de $2600 millones.  
  • La UE y sus Estados miembros anunciaron que donarían €175 millones para apoyar los esfuerzos de reducción de las emisiones de metano a través de la iniciativa Methane Finance Sprint, cuyo objetivo es catalizar las diversas iniciativas en todo el sector energético. 

Vídeo

19 diciembre 2022
Vea las conclusiones del panel del ITC en la COP28 sobre la importancia de una bioeconomía inclusiva.

COP28: empoderamiento de los emprendedores