Poner en práctica los principios a través de las disciplinas sobre la reglamentación nacional de la OMC
La reglamentación nacional del sector de
los servicios tiene un impacto importante
sobre el comercio de servicios. Los
Miembros de la OMC ya han acordado
elaborar una serie de disciplinas que garanticen
que no sea demasiado onerosa. Existen
numerosas razones por las que los mercados
de servicios necesitan ser reglamentados, como
proteger al consumidor, acabar con el fraude y
la evasión fiscal, o garantizar la prestación de
servicios para todos los ciudadanos a un precio
equitativo.
Ahora bien, los trámites de concesión de
licencias o cualificaciones pesados, los criterios
no transparentes, los requisitos redundantes y los
trámites administrativos pueden obstaculizar el
comercio. Asimismo, la diversidad de normas y
sistemas reglamentarios internacionales puede
aumentar sustancialmente los costes de cumplimiento,
y la complejidad de los procedimientos
podría servir para esconder intenciones proteccionistas
y generar problemas para la buena
gestión pública.
¿Hasta qué punto debe la reglamentación
nacional estar regulada por un acuerdo comercial
y cómo se puede distinguir el proteccionismo
de la búsqueda de objetivos de política pública
legítimos? Aunque no existan respuestas obvias,
los acuerdos sobre el comercio de servicios del
siglo XXI tendrán que enfrentarse cada vez más a
cuestiones reglamentarias complejas.
El panorama se guía por dos factores principales.
En primer lugar, debido a la liberalización
autónoma de muchos países, se han reducido
significativamente los obstáculos formales que
evitan que los proveedores extranjeros accedan a
los mercados nacionales. A medida que van disminuyendo,
parece cada vez más obvio que para
fomentar el comercio de servicios no basta con
eliminar las medidas discriminatorias; es necesario
abrir el mercado en general y contar con un
entorno reglamentario que propicie las actividades
comerciales en el país.
En segundo lugar, el sistema económico
actual se caracteriza por las cadenas de valor
mundiales, tanto de bienes como de servicios,
cuyos proveedores se encuentran en diferentes
países. Las discrepancias reglamentarias dificultan
el buen funcionamiento de la producción, que
depende del flujo continuo de productos y servicios
intermedios a través de las fronteras.
Por ello, la publicación WTO Domestic Regulation
and Services Trade: Putting Principles
into Practice recoge documentos y estudios de
caso de académicos, reguladores y expertos en
comercio. Asimismo, aborda los desafíos y las
experiencias de países específicos a la hora de
regular los sectores de los servicios, como las
finanzas, las telecomunicaciones, la distribución,
los servicios jurídicos y la educación, así como
la función de las evaluaciones del impacto de las
normativas.
El objetivo de la publicación es informar a
los negociadores comerciales sobre los objetivos
y desafíos de las normativas, y ayudarles a
elaborar disciplinas comerciales que los tengan
en cuenta. Los interesados en la reglamentación
del sector de los servicios comprenderán mejor
cómo los principios jurídicos de la OMC pueden
ayudar a promover y consolidar una reforma
reglamentaria nacional.
No obstante, la publicación no pretende ofrecer
soluciones concretas. Cualquier solución
factible para la negociación de las disciplinas
de la OMC solo puede venir de Miembros de la
OMC. Su objetivo es mejorar la comprensión de
la conexión entre la liberalización del comercio
y la reglamentación nacional en sectores de los
servicios específicos, y facilitar, así, la comunicación
entre los funcionarios de comercio, los
reguladores y el sector privado.
Para más información, visite: www.cambridge.org/pt/academic/subjects/law/international-trade-law/wto-domestic-regulation-and-services-trade-putting-principles-practice (en inglés)