Mujeres: la chispa del comercio mundial
Las mujeres empresarias pueden revitalizar el comercio mundial
No se puede hablar de la historia del progreso humano sin mencionar el comercio internacional, ya que es un sistema único para la transferencia de conocimientos en todo el mundo y tiene el poder no sólo de proporcionar beneficios comerciales, sino también de transformar vidas, comunidades y naciones.
Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), la liberalización del comercio mundial contribuyó a sacar de la pobreza a mil millones de personas. Con todo, el comercio aún puede hacer mucho más para derribar barreras y aumentar la prosperidad, especialmente durante un contexto de ralentización del crecimiento económico mundial.
«El comercio internacional es un sector predominantemente masculino», afirmó la Directora Ejecutiva del Centro de Comercio Internacional (ITC), Pamela Coke-Hamilton, en el Foro Público de la OMC celebrado en septiembre. Está en lo cierto: si es usted una mujer que trata de comerciar en los mercados internacionales, en muchas zonas del mundo se enfrentará a prejuicios sistémicos y tendrá dificultades, por ejemplo, para acceder a la financiación y a la logística.
También apoyamos por completo las palabras de la Sra. Coke-Hamilton cuando afirmó que era «necesario trabajar más para derribar estas barreras». Es brillante que la OMC, el ITC y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) cuenten con mujeres entre sus dirigentes, pero esto es sólo el principio ya que, estadísticamente, sigue habiendo muchas menos mujeres que hombres en puestos de responsabilidad en el comercio internacional.
Tenemos que apoyar a las mujeres para que ocupen puestos directivos mediante programas específicos de capacitación y prácticas de contratación proactivas.
El impacto de esto será considerable y ayudará a que más mujeres accedan a puestos en todos los sectores implicados en la cadena de suministro internacional.
Los hombres también tienen un papel que desempeñar en todo esto: tenemos que garantizar que las mujeres puedan alcanzar todo su potencial. He visto de primera mano el impacto del apoyo a las mujeres para que lo hagan.
El Instituto de Exportación y Comercio Internacional llevó al Foro Público de la OMC en Ginebra a cuatro empresarias de la iniciativa SheTrades del ITC que venían de Bangladesh, Rwanda, México y Uruguay. Cada una de ellas tenía historias increíbles que contar, que tuvimos el honor de compartir con los encargados de formular políticas y los líderes empresariales en Ginebra. Tenemos que basarnos en iniciativas como éstas para aumentar la visibilidad de otros empresarios inspiradores de todo el mundo.
Las políticas a nivel nacional e internacional tendrán un papel clave a la hora de abordar las barreras comerciales para las mujeres empresarias. Estamos encantados de que el Reino Unido haya incluido capítulos sobre el género en sus negociaciones sobre acuerdos comerciales.
La educación es de suma importancia. Hemos visto a través de nuestra asociación con el ITC cómo los programas de desarrollo de las capacidades en Ghana, Kenya y Nigeria han ayudado a los empresarios de estos países a acceder a los mercados internacionales. Tenemos que asegurarnos de que estos programas sean accesibles para las mujeres líderes empresariales y ampliarlos a más países.
Gran parte del progreso impulsado por el comercio se ha logrado mientras la mitad de nuestra población mundial estaba excluida de alcanzar su pleno potencial. Imagine lo que podríamos hacer si el 100 % de la población humana, que acaba de superar los ocho mil millones, pudiera acceder a las oportunidades del comercio internacional, sin importar su género.
Las empresas dirigidas por mujeres tienen un impacto desproporcionadamente positivo en su comunidad local, y ayudan a abordar la exclusión, la privación y la desigualdad.
Es hora de empezar a construir este futuro y aprovechar la capacidad y el talento disponibles para hacer frente a los retos a los que nos enfrentamos.