Las maravillas de la yuca: de la semilla a la mesa
Noela Ojara, fundadora de Divine Organic Foods, conoce la yuca como la palma de su mano. Tradicionalmente, la yuca es un cultivo esencial para la seguridad alimentaria de los hogares del norte de Uganda, pero también se cultiva en otras regiones tropicales, donde es la tercera fuente de carbohidratos después del arroz y el maíz.
Noela ha desarrollado la cadena de valor de la yuca, lo que repercute en el medio de vida de más de 80.000 pequeños agricultores y ha aumentado los ingresos en su país de origen y mejorado la seguridad alimentaria. Noela espera dar un paso adelante en su cultivo y lanzar productos a base de yuca como alternativa cárnica comercialmente viable.
De niña, Noela V. Ojara, originaria de Kampala (Uganda), nunca habría imaginado que se convertiría en experta en yuca y agricultora. Se consideraba una chica de ciudad, criada en un entorno alejado de la vida agrícola. Sin embargo, su abuela tenía una granja en el distrito de Apac, al norte del país, y Noela fue testigo de cómo tanto ella como su madre manipulaban y almacenaban semillas, atendían la granja y preparaban comidas sanas y orgánicas.
Noela aprendió el valor de la comida y las tradiciones, incluida la que un día se convertiría en la suya propia, después de hacerse cargo de la familia y de la granja.
Mientras estudiaba Biblioteconomía y Ciencias de la Información, Noela se convenció de que podía crear embutido sano y ecológico a base de yuca para la creciente población joven de Uganda. Tras licenciarse, sus investigaciones confirmaron que la yuca es un aglutinante vegetal alternativo ideal.
«La idea del embutido vegetal me llevó a investigar sobre los aglutinantes vegetales. Aprendí que la yuca era un buen aglutinante gracias a su almidón. Añadí legumbres para la proteína, y al final el producto sabía un 80 % a pollo. Pero me encontré con un problema: había deficiencias en la cadena de valor del producto, por lo que no podía venderlo, ya que la calidad de la harina de yuca era baja».
Noela no tuvo más remedio que deshacer el camino andado y volver al origen del producto.
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Tras aprender más sobre esta planta tuberosa, en 2017, Noela invirtió y comenzó a cultivar una finca de 10 acres con semillas de yuca limpias, que a lo largo del año se amplió rápidamente hasta superar los 60 acres. Así nació Divine Organic Foods.
Su objetivo era aprender todo lo posible sobre este cultivo tradicional. Cuando el norte de Uganda salía de una guerra de 20 años, Noela, que entonces tenía 26 años, fue testigo del sufrimiento que afectaba especialmente a la juventud y a las mujeres. Noela quería entender el ecosistema nacional y el papel que la yuca y la agricultura desempeñaban en el país, y en última instancia, cómo podía cambiar la vida de su gente.
«Creo que Divine Organic Foods surgió no solo como una aventura empresarial, sino también como un faro de esperanza y resiliencia para mis parientes lango, profundamente afectados por un prolongado periodo de conflicto. Al centrarme en la yuca, un cultivo con un profundo significado cultural y resiliencia ante la adversidad, elegí no solo un camino sostenible para la agricultura, sino también uno simbólico que me reconecta con mi herencia».
La licenciada decidió cursar una segunda licenciatura en emprendimiento y agroindustria para descubrir el arte de crear empresas. «Esto me abrió la mente: la yuca, que tradicionalmente se cultivaba para la seguridad alimentaria, tenía mucho potencial económico».
La estudiante y agricultora comenzó a colaborar con las partes interesadas en la cadena de suministro de alimentos para hacer frente a los desafíos sistémicos de la agricultura.
Por ejemplo, para incluir variedades mixtas de semillas de yuca en las explotaciones, la manipulación poscosecha parecía deficiente debido a la limitación tecnológica disponible y a los retrasos en la transformación, lo que influye en la calidad del almidón.
«Necesitamos que se investigue más sobre las diferentes variedades de yuca. Por eso colaboramos con la Organización Nacional de Investigación Agrícola de Uganda para promover nuevas tecnologías. Sin embargo, sigue siendo necesaria financiación para investigar variedades de yuca resilientes ante el cambio climático».
Además, como la yuca tarda 12 meses en crecer y la tierra suele pertenecer a los hombres, mientras que las mujeres trabajan en ella, Noela ofrece semillas de batata (camote, boniato) a las mujeres para mejorar la seguridad alimentaria de los hogares y aumentar los ingresos. De este modo, Divine Organic Foods ofrece un enfoque holístico y una mayor igualdad de género en las comunidades agrícolas.
Actualmente, Noela cursa un doctorado en sistemas agrícolas y gestión de la cadena de valor, con el que espera empoderarse para ayudar a mantener comunidades sostenibles en su entorno y abordar estos retos sistémicos.
La yuca es conocida por su resistencia a la sequía, pero las malas prácticas agrícolas, el exceso de lluvia u otros cambios en los patrones climáticos pueden afectar a la cosecha. En Uganda, los últimos años han sido difíciles para los agricultores, me cuenta Noela. Los agricultores perdieron muchas hectáreas de yuca porque las variedades de semillas cayeron víctimas de la enfermedad.
«Tenemos variedades que requieren una cantidad adecuada de lluvia en el momento de la siembra. Si no llueve, perdemos la cosecha, lo que se traduce en una baja seguridad alimentaria. Si llueve demasiado, las raíces se pudren en el suelo. Sin embargo, como es resistente a la sequía, la cantidad de lluvia que caiga después plantarla y que brote no afectará a la cosecha de todo el año».
El modelo de economía circular es importante para Noela, ya que garantiza el aprovechamiento integral de la planta de yuca, desde sus hojas, tallos y tubérculos hasta la cáscara. De este modo, se reducen los residuos y las posibles pérdidas para los consumidores, las vendedoras y los pequeños agricultores.
Por ejemplo, las cáscaras se devuelven a la granja para hacer compost o se utilizan como pienso. Además, Noela recicla el agua utilizada por la empresa y trabaja para tener una planta de biogás donde se podrían convertir en energía toneladas de residuos.
En las granjas, Divine Organics Food anima a los agricultores a utilizar pesticidas de origen vegetal, practicar la rotación de cultivos y devolver los residuos al huerto para mejorar la fertilidad del suelo.
Los agricultores también reciben un calendario para la siembra de sus cultivos y se les anima a plantar árboles frutales siempre que sea posible, tanto para el autoconsumo como para obtener ingresos.
Ser plenamente responsable también significa tener un impacto social.
Noela se asegura de que las mujeres y los jóvenes participen en las distintas cadenas de valor en las que interviene, incluida la de la yuca, desde la producción en la granja y el transporte hasta la adición de valor y la venta al por menor de productos de valor añadido, tanto primario como secundario.
La responsabilidad social corporativa de Divine Organic Foods incluye ofrecer semillas con descuento a mujeres y jóvenes vulnerables, pagar las matrículas escolares de niñas vulnerables y proporcionar recursos de producción a mujeres sin tierra.
También forman a jóvenes y mujeres para que utilicen las raíces y tubérculos disponibles como fuentes de alimentos nutritivos y oportunidades de generación de ingresos.
A estas alturas, Noela se ha posicionado como campeona y líder en la adición de valor a la yuca a nivel local, nacional y regional, y como campeona en las comunidades a las que apoya. Su próxima proyecto es sacar por fin al mercado el primer embutido a base de yuca.
El Proyecto STAR del Centro de Comercio Internacional, financiado por la Agencia Coreana de Cooperación Internacional (KOICA), ha proporcionado a Noela formación sobre creación de marcas, incluyendo la renovación del logotipo, el envasado y la presentación comercial. Además, el proyecto apoyó su participación en la feria de 2023 de la Asociación de Fabricantes de Uganda (UMA), la mayor feria comercial del país, lo que le brindó la oportunidad de establecer contactos con posibles compradores.