

Iniciativa Made by Africa
El Centro de Comercio Internacional aprovecha el potencial económico de África a través del desarrollo de las cadenas de valor
El panorama económico de África evoluciona rápidamente, con la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) allanando el camino para una mayor integración regional y la creación de valor.
La AfCFTA aspira a unificar un mercado de 1400 millones de personas, con un PIB combinado de casi $2,5 billones. Para 2029, el acuerdo por sí solo podría impulsar el comercio intraafricano en hasta $22.000 millones si se produjera una liberalización arancelaria total. Sin embargo, si se abordan las fricciones comerciales adicionales y se aprovecha el crecimiento económico y demográfico previsto, se podría desbloquear una oportunidad aún mayor, con un potencial comercial intrarregional no realizado de $37.600 millones.
Para aprovechar plenamente esta oportunidad, los encargados de formular políticas y las empresas necesitan información basada en datos sobre los sectores con gran potencial y las limitaciones a las que se enfrentan las empresas que operan en ellos.
En respuesta, el Centro de Comercio Internacional (ITC) ha lanzado la iniciativa Made by Africa, que incluye una evaluación exhaustiva de las cadenas de valor más prometedoras de África y el apoyo necesario para una asistencia técnica basada en pruebas.

En 2022, el ITC, en colaboración con la Comisión de la Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE), publicó Made by Africa: Creating Value through Integration (Hecho por África: crear valor a través de la integración), un informe histórico que identificó 94 cadenas de valor en 23 sectores.
Estas cadenas de valor se seleccionaron principalmente en función de su viabilidad, que evaluaba la disponibilidad de insumos y la capacidad de transformarlos en productos finales.
A continuación, se aplicaron indicadores adicionales para evaluar su conveniencia, lo que garantizaba que las cadenas de valor seleccionadas también contribuyeran a los objetivos de desarrollo más amplios de la región, como impulsar el comercio intraafricano, reducir la dependencia de las importaciones, diversificar las economías y crear empleo.
La metodología del ITC combinó un sólido análisis de datos con las opiniones de más de 10.000 empresas africanas, expertos del sector y otras partes interesadas para identificar las oportunidades y lagunas existentes en estas cadenas de valor.

Basándose en los resultados de Made by Africa, el ITC lanzó una segunda fase para realizar evaluaciones en profundidad de tres cadenas de valor de alto potencial para informar la iniciativa Pasarela Mundial de la UE:
Alimentos Complementarios Formulados (FCF): se centra en alimentos terapéuticos listos para el consumo, harinas mixtas enriquecidas, galletas de alto valor energético y preparados para lactantes.
Medicamentos: en concreto, antibióticos y vacunas para aumentar la autosuficiencia farmacéutica de África.
Automoción: con especial énfasis en la producción de baterías para vehículos eléctricos, aprovechando los recursos minerales estratégicos de África.
En esta segunda fase, el ITC está evaluando diferentes recetas de alimentos infantiles, compuestos químicos para baterías de vehículos eléctricos y mezclas específicas de ingredientes activos e inactivos en antibióticos y vacunas.
Este diagnóstico, que examina los datos sobre minería, producción, comercio y acceso a los mercados, además de abordar las políticas y lagunas existentes para satisfacer las necesidades de las empresas, sentará las bases para el desarrollo de las hojas de ruta operativas de los proyectos piloto de la Pasarela Mundial.

En un contexto en el que aumenta demanda mundial de vehículos eléctricos (VE), el comercio de este tipo de vehículos crece a un ritmo 5,5 veces superior al del comercio mundial en general, por lo que África tiene una oportunidad única para establecerse como actor clave en la cadena de valor de las baterías para vehículos eléctricos. El continente posee el 76 % de la producción mundial de cobalto, el 50 % de la de manganeso y el 23 % de la de fosfatos, minerales críticos para la fabricación de baterías.
Sin embargo, la mayoría de las materias primas se exportan a Asia para su transformación, lo que impide que África obtenga un mayor valor de su riqueza natural. Consciente de esta carencia, el ITC llevó a cabo una amplia investigación para evaluar la capacidad de África para fabricar localmente baterías para vehículos eléctricos, centrándose en los vehículos ligeros y de dos a tres ruedas.
El análisis muestra que, si bien las baterías de iones de sodio pueden producirse con insumos locales fácilmente disponibles, como sodio, carbono, hierro y aluminio, la producción de baterías de iones de litio requerirá el abastecimiento adicional de insumos críticos como grafito, litio y níquel, que son menos abundantes en África, por lo que sería necesario invertir en minería o aprovisionamiento internacional.
El análisis del ITC también destaca otras áreas de inversión, como la ampliación de las capacidades de refinado de aluminio, cobre, hierro y manganeso, que son esenciales en la fase final de la producción de baterías. Para hacer frente a estos retos, Sudáfrica, Namibia y Zambia han sido identificados como potenciales centros manufactureros por su capacidad industrial y su acceso a las materias primas. Con inversiones estratégicas, África podría crear un mercado de exportación de baterías de vehículos eléctricos de $8000 millones, aprovechando su dotación mineral para establecer industrias sostenibles de alto valor.
La investigación del ITC es más que un ejercicio académico: sirve de modelo para la transformación económica de África. Gracias a nuestros conocimientos basados en datos, los encargados de formular políticas africanos pueden diseñar intervenciones específicas y aplicar políticas para conectar los insumos, las capacidades de producción y el abundante capital humano en cadenas de valor regionales productivas y resilientes.
Los próximos pasos consistirán en traducir las conclusiones de las tres cadenas de valor estratégicas en proyectos concretos de comercio e inversión.
Para aprovechar todo el potencial de la AfCFTA, será necesario reforzar la capacidad de producción local, aumentar la colaboración transfronteriza y mejorar el acceso a los mercados.
Con las políticas adecuadas, África puede pasar de ser un proveedor de materias primas a desarrollar de forma estratégica sus cadenas de valor, lo que garantizaría que los productos del mañana sean realmente «Hechos por África».