Facilitación del comercio: La competitividad comercial y la noción de desarrollo
Y a en los años 90, la UNCTAD describió lo que más tarde se convirtió en un hecho: los costes de transacción administrativos y de los procedimientos representan entre el 3% y el 6% del valor de los bienes comercializados a escala internacional. Si bien en la mayoría de las naciones comerciales se han reducido los aranceles en el contexto de acuerdos de comercio regionales y multilaterales, contar con más reducciones en los costes de transacciones comerciales y, por ende, mejorar la competitividad, son acciones que ahora dependen, en gran parte, de las reformas sobre el transporte y la facilitación del comercio.
A lo largo de 40 años, la UNCTAD ha reconocido su importancia para el comercio, haciendo hincapié en el desarrollo de la noción de facilitación del comercio.
Desarrollo y reformas sobre la facilitación del comercio© UNCTAD/Jan Hoffmann
Las reformas en materia de facilitación del comercio son positivas para el desarrollo, ya que muchas de las medidas están estrechamente vinculadas con distintos aspectos del desarrollo humano e institucional. Contribuyen a aumentar la transparencia de las administraciones, ganar la confianza de los sectores empresariales, mejorar la gestión pública, hacer que los recursos públicos sean más eficaces y eficientes, fortalecer las capacidades, aumentar los ingresos fiscales y ayudar a los sectores informales a adentrarse en la economía formal.
El concepto de facilitación del comercio recoge en sí mismo la normalización, armonización y simplificación de la documentación y los procedimientos comerciales. Tras esta descripción general, se esconde a menudo una compleja combinación de transformaciones, cada una de las cuales se ve favorecida por el desarrollo institucional y humano.
Por ejemplo, si un país ya dispone de un sistema financiero moderno, es más fácil introducir mecanismos para la garantía aduanera y de tránsito a través del sistema bancario. Asimismo, es más sencillo realizar pagos electrónicos y enviar información a las autoridades aduaneras de forma electrónica si existe un marco legal y regulador para la emisión de firmas y documentos electrónicos. Contar con servicios de información en línea o publicar reglamentos comerciales en la web resulta mucho menos problemático si la administración en línea (e-governance) está lo suficientemente desarrollada o si el índice de penetración de internet en el país es elevado.
© UNCTAD/Jan Hoffmann
Si aplican reformas para la facilitación del comercio nacional con ayuda técnica y financiera externa, los PED pueden modernizar los sectores del transporte y del comercio internacional y, por ende, promover el comercio y el fomento de las inversiones. Dicho apoyo contribuirá, a su vez, a la consecución de los distintos objetivos en materia de desarrollo. Por ejemplo, invertir en las TIC ayuda a mejorar la conexión a través de internet entre comerciantes y agencias gubernamentales, así como a reforzar la capacidad del sector privado para obtener y compartir información en línea. Las medidas que actualmente se están estudiando en la OMC, relativas a las consultas, los procedimientos de apelación, los servicios de información y las publicaciones, mejorarán la confianza y la gestión pública. La simplificación de procedimientos y formalidades ayudará a liberar a los recursos públicos de tareas burocráticas repetitivas, lo que contribuirá a reforzar sus funciones de planificación pública y reglamentaria. Además, la facilitación del comercio también aporta una dimensión positiva para los más desfavorecidos. La simplificación de los procesos de comercio internacional permitirá que aquellos que se dedican al comercio transfronterizo informal tengan más facilidades para realizar operaciones legales, y que las PYME puedan realizar actividades de comercio exterior. En la actualidad, son los pequeños comerciantes (a menudo, mujeres e incluso niños) quienes realizan actividades comerciales entre países vecinos (especialmente en África). Este comercio informal no queda registrado y tienen que cumplir normas establecidas de forma arbitraria en los puestos de frontera.
Desde el punto de vista de la administración pública, la facilitación del comercio puede ser significativa para la asignación de recursos nacionales. La simplificación y la normalización de los procedimientos, las tasas y otros cargos aplicables al comercio puede dar lugar a una recaudación de ingresos de aduana mayor y más previsible. Si bien las reformas pueden suponer más costes de inversión al principio, el rendimiento que se obtiene gracias a los proyectos de facilitación del comercio suele ser elevado debido al ahorro que se consigue y el aumento en la recaudación de ingresos, tal y como ha demostrado la aplicación del Sistema Aduanero Automatizado de la UNCTAD (SIDUNEA). La facilitación del comercio también puede ser beneficiosa para el medio ambiente, gracias a la reducción de emisiones de CO2 y el ahorro de papel al utilizar sistemas de administración pública en línea.
Un grado de aplicación menor en los PMAAunque ya se pueden observar mejoras en numerosos países, un trabajo de investigación llevado a cabo por la UNCTAD, así como su vasta experiencia en actividades de asistencia técnica y el programa SIDUNEA, indican que los PMA siguen a la cola en cuanto a reformas para la facilitación comercial y la ayuda internacional recibida.
Por lo general, en los PMA se registra un índice de aplicación de medidas para la facilitación del comercio inferior al de los otros países (ver figura). En casi dos tercios de los PMA para los que la UNCTAD ha desarrollado planes nacionales para la facilitación del comercio en 2012 y 2013 se ha cumplido con menos del 40% de las medidas incluidas actualmente en las negociaciones de la OMC. Por otro lado, la mayoría de los otros países registran un índice de cumplimiento de más del 50%. Desafortunadamente, a pesar de que se necesita asistencia técnica y económica en el área de la facilitación del comercio, el porcentaje de ayuda destinada a la misma (en comparación con otras áreas) es inferior en los PMA que en el resto de los países.
Para los PMA y otras economías vulnerables, es más difícil aplicar medidas para la facilitación del comercio, si bien paradójicamente es todavía más importante, pues pueden aportar grandes beneficios en materia de desarrollo.
Es posible que la Conferencia Ministerial de la OMC en Bali ofrezca a todos los países que lo necesitan la oportunidad de seguir trabajando en sus programas de facilitación del comercio. La UNCTAD está dispuesta a continuar apoyando a los formuladores de políticas nacionales, así como a la comunidad internacional, y a considerar la facilitación del comercio como un punto central para las reformas del sector público, además de una cuestión favorable para el comercio y el desarrollo. Si los resultados son positivos en Bali, tendremos la oportunidad de forjar asociaciones para dicho fin.