Expansión Sur-Sur en el comercio del café
En términos generales, la cadena de valor del café se extiende a lo largo de un eje Sur-Norte, desde cultivadores a comerciantes, pasando luego a los tostadores, a los minoristas y, finalmente, al consumidor. Sin embargo, esta industria contiene un claro aspecto Sur-Sur: el comercio de las máquinas de procesamiento del café.
Pinhalense, fundada hace 61 años en el Estado de São Paulo (Brasil), es la mayor empresa de fabricación de máquinas de procesamiento de café del mundo; distribuye sus máquinas y ofrece sus servicios a 80 países productores de café. La empresa calcula que tres cuartas partes del café producido en todo el mundo pasa a través de al menos una máquina Pinhalense antes de llegar a la taza del consumidor.
La empresa, obviamente, no siempre fue tan internacional. Durante los años
50 y 60, Pinha-
lense vendía sus productos a productores nacionales y, hasta la década de los
70, no comenzó a exportar; los primeros destinos de exportación fueron países
de América Latina y Angola.
Por lo general, los exportadores de café brasileños también solían llevar a cabo operaciones en otros lugares del mundo, y fueron éstos los que comenzaron a recomendar a otros productores que adquirieran las máquinas de Pinhalense. Lo que Pinhalense ofrecía, a diferencia de sus fabricantes en el hemisferio norte, era un gran conocimiento de los procesos de producción del café, así como de las variables medioambientales y sociales que entran en juego.
No obstante, la expansión geográfica de Pinhalense no era tan sencilla como enviar tecnología probada de São Paulo a otros destinos. Aunque los principios de la producción del café son universales, los componentes, tales como el clima, los mercados finales y los aspectos sociales, pueden ser bastante distintos, por lo que Pinhalense tuvo que adaptarse.
‘A principios de los 80, Pinhalense creó un departamento de exportaciones y comenzó a hacer visitas a otros países productores, a fin de entender sus necesidades,’ declaró Carlos Brando, Director de P&A Marketing International y ex Director de Pinhalense. ‘Fue un periodo muy intenso de trabajos de investigación y desarrollo. Al contemplar lo que hacían los otros países, buscamos soluciones alternativas y descubrimos que algunas de las ideas también se podrían aplicar en Brasil.’
Pinhalense ya no volvería a ser la misma. En 1985, la empresa exportaba a unos 12 países y la totalidad de exportaciones estaban por debajo del 5%. Tan sólo 10 años después, en 1995, vendía sus productos en 50 países y las exportaciones sumaban un tercio de la totalidad de las ventas.
De São Paulo a Mbinga
En el año 2007, se llevó a cabo un proyecto que refleja el trabajo de Pinhalense en los países en desarrollo. Pinhalense vendía una gran cantidad de máquinas a un cliente en Mbinga, un distrito de producción de Arábica suave en el altiplano de Tanzanía del Sur.
‘Nuestro cliente era comerciante y exportador de café,’ declaró Brando. ‘Necesitaba más materia prima de la calidad que demandaba el mercado. Los pequeños cultivadores de la zona no tenían el capital necesario para adquirir máquinas que pudieran ofrecer tal calidad, por lo que el comerciante nos las compró a nosotros y las suministró a los productores. Por supuesto, en el paquete iba incluida la asistencia técnica por parte del comerciante.’
El reto principal, según Brando, fue que la tecnología utilizada por Pinhalense era diferente a la que conocían los cultivadores. Estaban acostumbrados a utilizar despulpadoras de disco, y Pinhalense utilizaba despulpadoras de tambor: distintos enfoque técnicos para conseguir un mismo resultado. Asimismo, contaban con un proceso por el cual ellos mismos fermentaban el café en agua, y esto se reemplazó por un proceso mecánico.
‘No sólo cambiamos la mecánica de la máquina, sino que cambiamos la técnica de procesar el café,’ afirmó Brando. ‘Lo que marcó la diferencia fue que la demanda ya existía. No tuvimos que vender los beneficios de estos procesos. Existía un comprador, nuestro cliente, dispuesto a adquirir todo el café procesado con nuestras máquinas.’
Se establecieron una serie de líneas de producción en mojado en las comunidades rurales, que actuaban como pequeños centros de procesamiento. Además, se construyó una completa instalación de secado Pinhalense, de gran capacidad, en el almacén principal de nuestro cliente. Los cultivadores del área llevan las cerezas de café a los centros de procesamiento para eliminar la cáscara exterior y el mucílago antes de proceder con el secado. Tras el secado, el café de cada uno de los pequeños centros locales se lleva a la secadora de la empresa para su limpieza, clasificación, descascarado y preparación para la exportación.
Este sistema también hace posible que las granjas de pequeña escala de la región puedan procesar su café de forma casi inmediata tras la recolecta, lo que ayuda a evitar pérdidas en la calidad. El resultado fue que los cultivadores comenzaron a vender un producto mejor, por lo que podían venderlo más caro, y el exportador comenzó a adquirir sus productos sólo de esta red de proveedores, ya que recibía la calidad que necesitaba.
Desde que el proyecto comenzó a funcionar en 2007, se ha contratado a habitantes de Mbinga y poblaciones cercanas, y la vida de los cultivadores de café ha mejorado. Los centros de procesamiento de café y secado dan trabajo a más de 300 personas. El proyecto motivó a los cultivadores para plantar más plantas de café, lo que fomentó la producción de café en la región; además, aumentaron los beneficios y la calidad de vida de los cultivadores.
Lograr que todos ganen a lo largo de toda la cadena de valor
El ejemplo de Tanzanía se ha manifestado de distintas maneras en todo el mundo. Sin embargo, en lo que se refiere a la sostenibilidad, Brando resalta el hecho de que tan sólo entre el 5% y el 10% del café vendido procede de café cultivado con prácticas sostenibles.
‘Cuando comencé a trabajar en este negocio, recuerdo que contemplé un mapa del mundo, y me sentí realmente entusiasmado con la idea de introducir nuevas tecnologías por todo el mundo,’ declaró Brando. ‘Cambiamos el perfil del negocio del café en muchos países, a la vez que ayudamos al agricultor a aumentar sus ingresos y a hacerse más independiente. Me siento muy orgulloso de ello.’
Una vez alcanzados los límites de la expansión geográfica, Brando comenzó a contemplar la tecnología como la frontera; empezó a examinar qué se podría cambiar para mejorar la industria del café. Esto hizo que se involucrara cada vez más en la consultoría y la transferencia de tecnología.
‘Comenzamos a abordar temas más complicados, como la generación de ingresos y la sostenibilidad, y cómo nuestras máquinas podrían ser de ayuda. No cabe duda de que desarrollar tecnología es complicado. No obstante, también existe un componente social. No puedes simplemente dirigirte a un agricultor y decirle que puedes ofrecerle una mejor forma de procesar su producto; también necesita compradores y un mercado para ese producto mejorado. Éstos y otros retos sociales y de comercialización pueden ser muy duros, y éstas son las cosas que me inspiran a día de hoy.’
PENAGOS HERMANOS EN COLOMBIA
Penagos Hermanos & Cia. en Colombia es otra empresa latinoamericana con amplia experiencia en la fabricación y exportación de maquinaria agraria para una serie de productos agrícolas. Las máquinas de procesamiento de café se introdujeron en la oferta de productos de la empresa en los años 80 y, a día de hoy, las máquinas de Penagos se utilizan en numerosos países productores de café. Penagos ha proporcionado máquinas para dos proyectos asociados con el ITC.
Entre los años 1997 y 2000, el ITC, la Organización Internacional del Café y el Fondo Común para los Productos Básicos, trabajaron de forma conjunta en una serie de experimentos llevados a cabo en distintos países productores de café; los experimentos incluían la adaptación de productos y procesos, y la creación de nuevas tendencias de consumo de café.
Uganda fue uno de los cinco países donde se llevaron a cabo experimentos. Penagos donó una de sus unidades despulpadoras integradas portátiles, que despulpa y elimina el mucílago simultáneamente. Esta tecnología, nueva en África por aquel entonces, genera café limpio y evita tener que llevar a cabo la laboriosa tarea de frotar y lavar el pergamino a mano, necesaria para producir lo que se solía denominar café semilavado.
En 2009, el ITC y diversos socios locales completaron una estrategia nacional para la producción y la exportación de café de Camerún. La estrategia se elaboró en estrecha colaboración con distintas organizaciones internacionales, y con la ayuda de la Comisión Europea. En 2010, tomando como referencia una de las recomendaciones de la estrategia, el Banco Mundial se ofreció a financiar, mediante su Programa de Mejora de la Competitividad Agrícola (PACA, por su sigla en francés), cuatro pequeñas estaciones ecológicas de lavado de café con cuatro cooperaciones. A mediados del año 2010, Penagos ganó el proceso de licitación para la proporción de la maquinaria, empleada hoy en día en Camerún.
La unidad ecológica es un sistema innovador que simplifica el proceso de lavado del café, mediante la eliminación mecánica del mucílago tras haber despulpado las cerezas de café. Este sistema mecánico tiene la gran ventaja de reducir el consumo de agua necesario para el proceso húmedo del café en un 90%.
Con la creciente demanda de café Arábica lavado de alta calidad, y la posible demanda de Robusta lavado, se espera que la aplicación de este proceso añada un valor significante al café de Camerún. Hasta el momento, el Arábica casi siempre había sido despulpado a mano por pequeños agricultores. Este proceso puede producir café de buena calidad, pero la limpieza y la regularidad fiable que ofrecen estas máquinas ecológicas hacen que el café sea especialmente atractivo.