Día Internacional de la Juventud
El 12 de agosto, las Naciones Unidas celebran el Día Internacional de la Juventud con la atención puesta en las habilidades ecológicas para conseguir un mundo sostenible. He aquí algunas de las historias de los jóvenes que han colaborado con el Centro de Comercio Internacional (ITC) a lo largo del año para hacer crecer sus empresas al tiempo que protegen el planeta.
El 15 de agosto, el ITC y los ganadores de los Premios Youth Ecopreneur compartirán sus historias de sostenibilidad e innovación.
Acompáñenos en nuestra serie de seminarios web sobre ecología, organizados en colaboración con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y Sidley. Arrancaremos con la financiación ecológica y continuaremos cada quince días con un tema nuevo, como las MIPYME y los riesgos climáticos, las empresas mundiales propiedad de ecoemprendedores o las normas voluntarias de sostenibilidad, entre otros.
En el marco de la colaboración del ITC con el Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra, tres jóvenes investigadores analizan los retos a los que se enfrentan los jóvenes y comparten sus recomendaciones para que los encargados de formular políticas faciliten un entorno empresarial que sea propicio para los jóvenes emprendedores y que impulse el empleo.
En Iraq, Zahraa Abdulsattar, de 31 años, trabaja para traer de vuelta las famosas palmeras de Basora con el objetivo de crear un proyecto de cultivo de tejidos que devuelva el verdor a la ciudad.
Zahraa cree que así podrá combatir numerosos problemas medioambientales como diversas dolencias, la salinidad del suelo, el polvo y varias enfermedades que afectan a las plantas.
En Egipto, tres jóvenes líderes que trabajan con el programa GTEX/MENATEX del ITC comparten con nosotros cómo dirigen sus empresas textiles y de confección al tiempo que promueven varias iniciativas ecológicas y nuevas estrategias, y trabajan para alcanzar un futuro más sostenible. Los tres están introduciendo las últimas innovaciones en las empresas familiares, y abriendo así nuevos mercados en el extranjero.
Casadeliz tiene la misión de innovar de forma sostenible y crear productos hechos por africanos y para africanos. Su empresa de zumos, con sede en el mismo corazón del campo senegalés, sirve de plataforma para el desarrollo rural y muestra el potencial del ingenio africano en un escenario mundial.
Las manzanas de anacardo suelen desecharse durante la cosecha, pero Casadeliz las convierte en zumos nutritivos y llenos de sabor. Los fundadores Moulaye Biaye y Augustina Ephraim están comprometidos con la gestión medioambiental y los principios de la economía circular.