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Comercio: La clave para una Agenda de Desarrollo Post-2015 sostenible

15 septiembre 2014
ITC Noticias

 

Para lograr un desarrollo sostenible necesitamos urgentemente ideas, tecnologías y productos nuevos en todos los países del mundo. Por esta razón, el comercio y el transporte son vitales para el desarrollo sostenible. Si las bombas de agua de mayor eficiencia energética, placas solares o vacunas nuevas no pueden cruzar una frontera sin grandes retrasos y altos costes adicionales, se retrasará la transición a una economía más ecológica y sostenible. Un mayor comercio trae consigo ganancias en términos de eficiencia, estimula la innovación y fomenta el aumento de los ingresos. No podemos dejar de repetir lo importante que es el comercio para potenciar el crecimiento económico sostenible.

Gracias a que integra esfuerzos para promover el desarrollo humano, el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y la paz, el programa de desarrollo posterior a 2015 ofrece nuevos medios para lograr objetivos de desarrollo sostenible más amplios a través del comercio. Asimismo, ayuda a garantizar la complementariedad entre el comercio y el resto de políticas económicas. El gran desafío reside en encontrar el mejor modo de definir e integrar las metas y los indicadores relacionados con el comercio en los objetivos de desarrollo sostenible en una forma que permita que se pongan en práctica de manera secuencial según las circunstancias regionales o nacionales.

La experiencia de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) muestra que facilitar el comercio como un instrumento para el desarrollo sostenible no puede detenerse en los aranceles; igual de importante es abordar los factores no económicos integrados en las instituciones, es decir, las normas, los estándares y las regulaciones relacionadas con el comercio, y cómo se ejecutan.

Ejemplos de este tipo de factores se pueden encontrar en los estudios de la CEPE sobre medidas comerciales reguladoras y procesales, que muestran cómo el conjunto de leyes, reglamentos y procedimientos de exportación e importación de un país pueden constituir una importante limitación al comercio y esarrollo. Además, reflejan cómo los esfuerzos por fomentar el comercio, la inversión y la creación de capacidad productiva pueden ser aplastados en el nivel de ejecución debido a los complicados y excesivos requisitos documentales y procedimientos administrativos.

Estos generan costes adicionales, tanto en términos financieros como de tiempo, que son de mayor importancia que los obstáculos al comercio que suponen los aranceles. Por otra parte, provocan que los inversores no quieran crear nuevas empresas y que especialmente las PYME no participen en el comercio, por tanto, crezcan. Superar estos obstáculos mediante una facilitación del comercio eficaz debe ser un objetivo de desarrollo prioritario para muchas economías. Si se hace correctamente, la facilitación del comercio facilita el desarrollo sostenible.

Los estudios de la CEPE también destacan la necesidad de crear mecanismos creativos que garanticen una participación más amplia en las decisiones políticas sobre comercio. Esto aseguraría que las políticas cubran las necesidades y preocupaciones de todos los actores involucrados en el comercio, tanto del sector público como privado, así como las dispares y, a menudo, conflictivas prioridades entre el micronivel de la empresa y el macronivel de las políticas nacionales. En este punto es esencial crear instituciones robustas y eficientes que pongan en práctica las soluciones acordadas y capturen la interdependencia entre el comercio y el resto de instrumentos políticos.

Habida cuenta de lo anterior, debemos incluir el comercio en todos los planes nacionales de desarrollo sostenible, sin olvidar su capacidad para generar beneficios indirectos y contribuir a la sostenibilidad global. En otras palabras, el comercio debe ser considerado como un motor de crecimiento. Esto es la rincipal lección extraída de los estudios y esfuerzos de capacitación de la CEPE, destinados a ayudar a las organizaciones de los sectores público y privado a abordar los factores comerciales no económicos y los mecanismos consultativos mencionados anteriormente.

La CEPE está en la posición idónea para trabajar con otras organizaciones internacionales, con el fin de ayudar a los países a abordar estos elementos a través de sus recomendaciones, normas y directrices en materia de facilitación del comercio, cooperación reglamentaria y normas de calidad agrícolas reconocidas a nivel internacional. Esta será una de nuestras principales contribuciones al programa de desarrollo posterior a 2015.