Aprovechar el impacto de la juventud para lograr un futuro sostenible
Como Subsecretario General de las Naciones Unidas para Asuntos de la Juventud, mi mandato es claro: garantizar que los jóvenes no sólo estén incluidos en los espacios de toma de decisiones a todos los niveles, sino que estén empoderados para impulsar el cambio, especialmente en los ámbitos que más importan para su futuro, como el empleo y la inclusión financiera.
Casi la mitad de la población mundial tiene menos de 30 años, y la mayoría reside en países en desarrollo. A pesar de ello, los jóvenes siguen estando infrarrepresentados en la formulación de políticas, las iniciativas de empoderamiento económico y el acceso a financiación.
La Cumbre del Futuro será una oportunidad decisiva para reflexionar sobre cómo podemos fomentar un entorno mundial que apoye a los jóvenes emprendedores, facilite el acceso a los recursos financieros y garantice una participación significativa de los jóvenes a todos los niveles.
El empleo juvenil sigue siendo uno de los problemas más acuciantes en todo el mundo. Incluso antes de los trastornos causados por la pandemia de COVID-19, los jóvenes tenían tres veces más probabilidades de estar desempleados que los adultos, y esta difícil situación no ha hecho sino agravarse por el limitado acceso a la educación, la formación y las oportunidades de calidad en el mercado laboral.
Invertir en el emprendimiento juvenil es una forma importante de ayudar a abordar estos desafíos, en particular para los jóvenes de los países en desarrollo, y reconoce que los jóvenes a menudo aportan soluciones innovadoras para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Apoyar a los jóvenes emprendedores requiere algo más que formación: exige un ecosistema sólido que incluya acceso a financiación, mentoría y redes de contacto. Con todo, las barreras financieras impiden a menudo a los jóvenes crear o ampliar sus empresas. El elevado coste del capital, la falta de historial crediticio y el riesgo percibido asociado a los jóvenes emprendedores dificultan a menudo su acceso a los préstamos o la búsqueda de inversores.
Aquí es donde las soluciones de financiación innovadoras, como la inversión de impacto, la microfinanciación y las plataformas financieras digitales, pueden desempeñar un papel crucial a la hora de proporcionar a los jóvenes los recursos que necesitan para prosperar.
El acceso a financiación es uno de los obstáculos más importantes a los que se enfrentan los jóvenes a la hora de poner en marcha sus empresas y ampliar su impacto. Por ejemplo, los sistemas financieros tradicionales no suelen estar diseñados para atender las necesidades de los jóvenes emprendedores. Asimismo, los elevados tipos de interés, los estrictos criterios de concesión de préstamos y la falta de garantías son sólo algunos de los obstáculos que dificultan a los jóvenes la obtención de financiación. Para hacer frente a esta situación, debemos replantearnos la forma en que los sistemas financieros se relacionan con los jóvenes.
Tenemos que fomentar la creación de asociaciones entre gobiernos, organizaciones internacionales y el sector privado para crear productos financieros adaptados a los jóvenes. Podría tratarse de préstamos a bajo interés, garantías de crédito y fondos de capital riesgo específicamente destinados a los jóvenes emprendedores. Además, los servicios financieros digitales ofrecen nuevas vías de acceso. Con la tecnología, podemos ayudar a los jóvenes a superar las barreras bancarias tradicionales y darles acceso directo a la financiación colectiva, los préstamos entre iguales y los servicios bancarios móviles.
Para liberar realmente el potencial de la juventud en la economía mundial, debemos dar prioridad a una participación significativa en la formulación de políticas y la gobernanza a todos los niveles. Los jóvenes no sólo deben tener un sitio en la mesa, sino que también se les debe empoderar para dar forma activa a las políticas que afectan a sus vidas. Esto significa crear plataformas para que los jóvenes interactúen con los líderes, contribuyan a los procesos de toma de decisiones y exijan responsabilidades a quienes ostentan el poder.
El próximo Pacto para el Futuro, que se adoptará durante la Cumbre del Futuro, presenta una oportunidad sin precedentes para institucionalizar el compromiso de los jóvenes en todos los sectores. Con la integración de la participación juvenil en las estructuras de gobernanza mundial, podemos garantizar que las perspectivas de los jóvenes no sólo se tengan en cuenta, sino que se actúe en consecuencia.
La incorporación de la participación significativa de los jóvenes es una de las mejores herramientas que tenemos para impulsar la innovación, aumentar la confianza en las instituciones públicas y fomentar un crecimiento económico integrador.
De cara al futuro, está claro que los retos a los que se enfrentan los jóvenes, incluyendo el empleo y el acceso a financiación, están profundamente entrelazados con los retos más amplios del desarrollo sostenible. Para crear un mundo en el que los jóvenes puedan prosperar, necesitamos un enfoque global que aborde la inclusión financiera, la creación de empleo y la eliminación de las barreras sistémicas que impiden a los jóvenes alcanzar su pleno potencial.
En la Oficina de la Juventud de las Naciones Unidas nos comprometemos a garantizar que el Pacto para el Futuro refleje estas prioridades, haciendo de la participación significativa de los jóvenes un factor clave del progreso mundial. Juntos, con los gobiernos, los socios del sector privado y la sociedad civil, podemos construir un futuro en el que los jóvenes emprendedores y los propietarios de las pequeñas empresas estén equipados con las herramientas y los recursos que necesitan para alcanzar el éxito, y en el que el empleo juvenil y la inclusión financiera se conviertan en catalizadores para acabar con la pobreza y fomentar un mundo mejor para todos.
Nuestro futuro común depende de ello.
