Especiales

Agroempresarios contribuyen al crecimiento de África

28 septiembre 2011
ITC Noticias

Si escuchan las noticias, oirán dos tipos de relatos sobre la agricultura africana. El primero relativo a la sequía que azota al Cuerno de África y obliga a decenas de miles de somalíes –hoy refugiados climáticos– a reunir sus pertenencias y partir con su familia para encontrar agua, alimentos y campamentos improvisados tras recorrer cientos de kilómetros a pie.

El segundo versa sobre un peligro menos aparente: los inversores extranjeros (asustados por la crisis alimentaria de 2008) que compran inmensos terrenos agrícolas de primera calidad. Se trata de esa ‘caza de propiedades agrarias’ de la que hablan los periodistas y en el caso de África, no exageran. El Banco Mundial informa que de los 110 millones de acres de transacciones en tierras de cultivo anunciadas en 2009, más del 70% se situaba en África. Pero además hay un tercer relato sobre África que se pierde en la nebulosa de los otros dos.

Nos referimos a los ‘agroempresarios’ locales, hombres y mujeres que cultivan, empaquetan y exportan productos a mercados de otros continentes. No se trata de una industria artesanal y tampoco deberíamos subestimar su influencia. Gobiernos y organismos de desarrollo entienden que los agroempresarios son ‘motores’ del crecimiento económico de África y cruciales para establecer la seguridad alimentaria en el continente.

Para redactar este artículo, el equipo de Forum de Comercio Internacional entrevistó a cinco agroempresarios de Malí, Burkina Faso, Kenya, Uganda y Mozambique. Los suelos de sus países pueden ser muy diferentes, pero sus experiencias conllevan semejanzas sorprendentes.

Cada uno de ellos convirtió un modesto negocio de producción en una operación de exportación global. Si hubiera algo así como una ‘fórmula’, se basaría en sus obsesiones comunes. Todos comparten un marcado interés por centrarse en sus mercados, descifrar tendencias, forjar asociaciones, crear redes y cumplir con las normas emergentes de calidad y seguridad alimentaria. Esas pequeñas y medianas empresas (PYME) son los nuevos rostros de la innovación africana.

 

Bousgoum Issaka
Director General
SN Ranch Koba, Burkina Faso


FC: ¿Cuál es su actividad principal? 
BI: Cultivamos, procesamos, empaquetamos y exportamos frutas y verduras: mangos, ejotes, melones, yacatú, productos tropicales y semillas oleaginosas, anacardos y cera de abeja.

FC:¿Cómo empezó? 
BI: En 1996 empecé vendiendo frutas y verduras localmente; poco a poco fui recibiendo pedidos de hoteles y restaurantes; después empecé a vender al por mayor en la capital y a exportar un poco a la subregión.

FC:¿Qué cambió desde entonces y cómo se adaptaron? 
BI: Formamos una SRL, adquirimos una planta de embalaje y aumentamos la producción de frutas y verduras a niveles industriales. Hoy exportamos a Europa, Oriente Medio, Norte de África, Estados Unidos y Asia.

FC:¿Cuáles fueron sus mayores dificultades hasta ahora y cuáles son sus previsiones de futuro para el sector agrícola? 
BI: Cumplir con las reglas internacionales de seguridad alimentaria es todo un reto porque cambian continuamente. Considerando que en el futuro las tierras de cultivo comenzarán a escasear en nuestra región, es importante que garanticemos la supervivencia de una agricultura sostenible y floreciente en África.

FC: Si le pidieran que indicara tres factores clave de su éxito, ¿cuáles serían? 
BI: 1) Un enfoque común: nuestra estrategia consistió en forjarnos una buena reputación en una gama limitada de productos, en lugar de aceptar la mediocridad de una amplia gama. 
2) Minuciosidad y obsesión por las normas de calidad: hoy toda empresa tiene que ceñirse a las certificaciones internacionales para garantizar que sus productos sean recibidos con confianza en los mercados de exportación.
3) Análisis de tendencias e investigación de mercados del mundo entero, lo que nos ayuda a anticipar la demanda del consumidor.

FC:¿Qué aconsejaría a otras PYME del sector agrícola? 
BI: Las PYME exitosas en nuestro sector serán las que conozcan a fondo sus mercados de exportación, lo que implica estar al corriente de las cambiantes tendencias del consumo; por ejemplo, el desplazamiento hacia productos orgánicos en algunos segmentos y la realidad de que más consumidores quieran saber de dónde provienen sus alimentos. La rastreabilidad y las normas de certificación cobran cada vez más importancia para los agroempresarios.

 

Abigaba Moses Yusuf 
Director
Afrimex Foods, Uganda

FC:¿Cuál es su actividad principal? 
AY: Exportamos frutas y verduras frescas a Europa y Estados Unidos, entre ellas, productos africanos tan populares como calabaza amarga, okra, pimientos picantes y matooke.

FC:¿Cómo empezó? 
AY: Yo empecé en 2006 siendo agente exportador y aprendiendo todos los procesos, de la preparación del campo a la aprobación del producto. También me dediqué a conseguir capital para crear mi propia empresa.

FC:¿Qué cambió desde entonces y cómo se adaptó? 
AY: La mayor diferencia es el volumen. Hoy, Afrimex Foods exportamos más de 30 toneladas por mes a Bélgica, Países Bajos, Londres, Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia. Ahora contamos con una planta de embalaje perfectamente equipada, camiones refrigerados y cámaras frigoríficas. Nuestra adaptación más importante guarda relación con las normas de calidad y el profesionalismo. En el marco de programas de seguridad alimentaria de Asociados en la Protección, toda nuestra fuerza de trabajo es capacitada en análisis de peligros y puntos de control críticos (APPCC), gestión integral de plagas, uso seguro de pesticidas y rastreabilidad.

FC: ¿Cuáles fueron sus mayores dificultades hasta ahora y cuáles son sus previsiones de futuro para el sector agrícola? 
AY: En un principio, asegurarnos mercados fiables. Las dificultades actuales residen en el aumento de precio de los insumos y el cambio climático porque las estaciones de calor socavaban la humedad del suelo. El sector agrícola afronta la amenaza de pesticidas nocivos que pueden dañar la tierra o incluso hacer peligrar las operaciones de exportación.

FC: Si le pidieran que indicara tres factores clave de su éxito, ¿cuáles serían? 
AY: 1) La creación de una red de cultivadores que trabaja en zonas húmedas durante la estación seca para garantizar el suministro durante todo el año.
2) La asociación con el Consejo de Promoción de las Exportaciones de Uganda que nos ayudó a conseguir contratos oficiales en Europa y Estados Unidos. 
3) La formación: impartimos formación a nuestros cultivadores para asegurarnos que la producción de exportación cumpla con las normas de niveles mínimos de riesgo, seguridad alimentaria y rastreabilidad.

FC: ¿Qué aconsejaría a otras PYME del sector agrícola? 
AY: Que cumplan con las normas de exportación recomendadas y procedan al APPCC; que establezcan una red de cultivadores sólida y diversificada para protegerse del clima y que apoyen a sus cultivadores otorgando préstamos y subvencionando insumos. Eso fomenta la lealtad y redunde en mayores beneficios.

William Zirebwa 
Gerente de Conformidad del Grupo
Mozfoods, Mozambique

FC: ¿Cuál es su actividad principal? 
WZ: Mozfoods se divide en tres unidades de negocio: productos frescos, producción de arroz y producción de grano. Aquí voy a hablar de Companhia do Vanduzi (productos frescos) que exporta ejotes, chauchas finas, guisantes cometodo y pimientos picantes.

FC:¿Cómo empezaron? 
WZ: Creamos la Companhia do Vanduzi en 2004 para explorar el potencial de producción hortícola de la provincia de Manica.

FC: ¿Qué cambió desde entonces y cómo se adaptaron? 
WZ: Aumentaron los ingresos, la plantilla y la producción. Nuestro volumen de exportación pasó de dos toneladas semanales al promedio actual de 30 toneladas. Nuestro volumen de negocio en el último ejercicio totalizó $EE.UU.  6 millones y nuestra plantilla pasó de 30 a 1.500 trabajadores. Además, nos diversificamos y dejamos de exportar solo al Reino Unido forjando asociaciones de exportación en otros países de Europa y Sudáfrica.

FC:¿Cuáles fueron sus mayores dificultades hasta ahora y cuáles son sus previsiones de futuro para el sector agrícola? 
WZ: Tuvimos dificultades agrícolas y económicas. La mayor es el cambio climático y la necesidad de reducir nuestra huella de carbono. Desde el punto de vista económico, la dificultad principal es el aumento del costo de los insumos. En cuanto al futuro, anticipamos una tormenta perfecta de crecimiento demográfico, una creciente presión en la producción agrícola y la influencia de los grandes mercados internacionales que intentan forjar asociaciones directas con los cultivadores y exigir normas y certificaciones de más alto nivel a los proveedores.

FC:Si le pidieran que indicara tres factores clave de su éxito, ¿cuáles serían? 
WZ: 1) Centrarse constantemente en las normas de calidad: obtuvimos las certificaciones GLOBALG.A.P, Tesco Nurture, M&S Field to Fork, LEAF, Fairtrade y BRC.
2) Diversificar entre los mercados, lo que nos permitió dividir la dependencia entre diversos segmentos y divisas.
3) Contar con la participación de productores minifundistas, pues eso ayuda a compensar los márgenes escasos porque los pequeños agricultores tienen gastos generales de pequeña escala.

FC:¿Qué aconsejaría a otras PYME del sector agrícola? 
WZ: Crear sinergias con otros exportadores de la misma línea de negocio. Formar parte de un colectivo amplía la capacidad de negociar los precios de los insumos, los precios de venta de los productos y las auditorías de grupo. Al equilibrar el riesgo, también contribuye a gestionar los gastos generales y diversificar la base de cultivadores en distintas localidades.

 

Eunice Mwongera
Directora Ejecutiva y Fundadora
Hillside Green Growers, Kenya

 
FC:¿Cuál es su actividad principal? 
EM: Exportamos frutas y verduras frescas a Europa y Oriente Medio. Cultivamos arvejas, tirabeques, ejotes, aguacates, mangos, maracuyás y maíz tierno.

FC:¿Cómo empezó? 
EM: Tras un periodo de nueve años en el Ministerio de Agricultura, me sentía insatisfecha de mi empleo y quería innovar en los negocios. Mi momento llegó en 1995, cuando participé en el Foro Internacional de la Mujer en China y escuché a Hillary Clinton instar a las mujeres a ponerse en pie y liderar a la próxima generación. Regresé dispuesta  a ser empresaria. 

FC:¿Qué cambió desde entonces y cómo se adaptó? 
EM: Llegar a ser una empresa de exportación exige dominar los procesos, la planificación estratégica, las normas de calidad y la creación de asociaciones. También es crucial explicar la propia visión al personal, motivarlo y capacitarlo para asegurar que los trabajadores que se quedan sean los mejores.

FC:¿Cuáles fueron sus mayores dificultades hasta ahora y cuáles son sus previsiones de futuro para el sector agrícola? 
EM: Al principio tropezamos con dificultades para conseguir préstamos. Preveíamos que los obstáculos y la incertidumbre serían constantes a causa de las presiones de infraestructuras subdesarrolladas, la desarticulación de las políticas gubernamentales, las fluctuaciones de divisas y el alto costo de los préstamos.

FC:Si le pidieran que indicara tres factores clave de su éxito,  ¿cuáles serían? 
EM:1) Fomentar una cultura de creatividad e ingenio: continuamos invirtiendo en la formación de clase mundial y estamos al día de las ideas recientes de la comunidad internacional.  
2) Crear una institución en lugar de poseerla para ir del punto de partida a una PYME; institucionalizamos la idea de negocio y nos aseguramos que todos nuestros trabajadores conocieran nuestras ambiciones empresariales.
3) Seguir las tendencias, somos insaciablemente curiosos y además de participar en exposiciones y conferencias, experimentamos nuevos productos e ideas.

FC:¿Qué aconsejaría a otras PYME del sector agrícola? 
EM: Las PYME exitosas constan de dos ingredientes opuestos: sistemas herméticos y cultura de riesgo e innovación. Ambos son necesarios para sobrevivir. También destacaría el trabajo en red. Hillside se beneficia de una red de asociadas, entre ellas, la Asociación de Exportadores de Productos Frescos de Kenya, la Red de Agroempresarias Africanas y la Alianza del Sector Privado de Kenya.

 

 Mactar Fofana 
Director Ejecutivo 
Cítricos y Semillas Oleaginosas de Malí, Malí 

FC: ¿Cuál es su actividad principal? 
MF: Nuestras principales actividades son la producción, el empaquetado y la exportación de frutas y verduras, principalmente, mangos.

FC: ¿Cómo empezaron? 
MF: Mi empresa está registrada en la zona libre agroindustrial de Malí. Fue fundada en 1996 y tiene su sede en Sikasso. Exportamos a Europa (Francia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos y España), Marruecos y República Democrática del Congo (Brazzaville).

FC:¿Qué cambió desde entonces y cómo se adaptaron? 
MF: Nuestra empresa atravesó momentos muy difíciles, particularmente, en términos de logística. La dificultad de trabajar en Malí, país sin salida al mar, reside en que el transporte de productos requiere competencias y recursos especializados, que suelen ser muy caros. Intentamos que nuestra empresa sea más eficiente en todo momento y a lo largo de nuestras líneas de producción y distribución.

FC: ¿Cuáles fueron sus mayores dificultades hasta ahora y cuáles son sus previsiones de futuro para el sector agrícola? 
MF: Nuestra mayor dificultad fue controlar toda la ‘cadena’, que comprende la producción, el procesamiento, el empaquetado y la comercialización. Para superarla, asignamos a un equipo del proyecto, la tarea de integrar esos cuatro elementos críticos.

FC: Si le pidieran que indicara tres factores clave de su éxito, ¿cuáles serían? 
MF: 1) Nuestra capacidad de analizar tendencias e interpretar las fuerzas que modelan la demanda del consumidor.
2) Formación y capacitación: a lo largo de nuestra trayectoria siempre dimos prioridad a la ampliación de capacidades de todos los trabajadores e invertimos en ella.
3) Experiencia de campo, en particular, nuestra capacidad de seguir siendo ágiles y flexibles, así como de anticipar los cambios de orientación de nuestros mercados.

FC: ¿Qué aconsejaría a otras PYME del sector agrícola? 
MF: El mejor consejo que puedo darle a un agroempresario en ciernes es que sea paciente y perseverante; que no se
desanime si en los primeros años no todo sale como previsto y que recuerde que en las empresas agrícolas, los ciclos de cambio son relativamente lentos. Empezar a notar el crecimiento lleva por lo menos cinco años, sin contar los peligros del clima y los caprichos del tiempo.