Acuerdos comerciales mega-regionales: ¿una amenaza para los PED y la OMC?
La opinión del Embajador Zoellick estaba alimentada por la frustración tras el fracaso de las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Cancún, México, semanas antes. Desde su punto de vista, los países 'no dispuestos' habían triunfado sobre los intereses de los países 'dispuestos', ya que habían bloqueado el acuerdo comercial multilateral que habría reducido las barreras a nivel mundial. Finalmente, la Ronda de Doha volvió a ganar fuerza pero colapsó en 2008. Si bien los Miembros de la OMC cerraron el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio en Bali en 2013, las cuestiones pendientes del Programa de Doha permanecen en el limbo.
En el momento de la reunión de Cancún, los EE.UU. ya habían firmado seis acuerdos de libre comercio (ALC) y negociaron nueve más durante los próximos cinco años. Acuerdos comerciales mega-regionales: ¿una amenaza para los PED y la OMC? Kimberly Ann Elliott, Miembro Superior, Centro para el Desarrollo Global La mayoría eran con países relativamente pequeños que querían garantizarse acceso a su mayor mercado de exportación o consolidar las relaciones con los EE.UU. tras los ataques terroristas del 11S. Tan solo los acuerdos con Canadá, México y Corea del Sur eran importantes en términos comerciales, y representaron un tercio de todo el comercio de mercancía de los EE.UU. en 2013.
El Acuerdo de Asociación Transpacífico (AAT), cerrado recientemente, y las actuales negociaciones sobre la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI) con la Unión Europea (UE) están abriendo nuevos caminos. Por primera vez, los países más grandes y ricos están negociando acuerdos comerciales de trato preferencial entre ellos. Las posibles consecuencias para los PED y el sistema de comercio multilateral basado en normas dependen de si triunfan o no las negociaciones, y si lo hacen, de lo que implican.
IMPACTO ECONOMICOEl impacto económico para la gran mayoría de los países excluidos dependerá del alcance de las cláusulas negociadas pero se espera que sea relativamente pequeño. La única posible excepción podría ser el impacto sobre los países pobres de Asia, como Bangladesh y Camboya, si Viet Nam es capaz de adaptarse a la restrictiva norma de origen del AAT para las prendas de vestir y aumentar sustancialmente sus exportaciones en ese sector. Los EE.UU. podrían mitigar este impacto si extendieran el acceso al mercado exento de aranceles y de cuotas a estos PMA como han hecho otros países de ingresos altos.
Teniendo en cuenta los patrones comerciales y los bajos aranceles entre los EE.UU. y la UE, la ATCI tiene menos riesgo de generar la típica desviación de las corrientes comerciales. Lo preocupante es más bien que el énfasis en la cooperación reglamentaria como la clave para un acuerdo exitoso podría derivar a una desviación de las corrientes comerciales reguladoras. Esto podría ocurrir si los esfuerzos por armonizar las normas en algunos sectores tienen como resultado normas más estrictas y más difíciles de cumplir para los PED.
Un enfoque más probable a la cooperación reglamentaria es que los negociadores intenten alcanzar acuerdos de reconocimiento mutuo en algunos sectores. Esto podría ser positivo si el reconocimiento mutuo también se extiende a aquellos terceros que cumplan o bien con las normas de la UE o de los EE.UU. Sin embargo, lo más probable es que solo los exportadores europeos y norteamericanos salgan beneficiados por este tipo de acuerdos, lo que posicionará al resto de exportadores en una situación de desventaja competitiva.
Quizá más probable aún es que no exista mucho más que un acuerdo exhortatorio en lo que se refiere a las cuestiones reglamentarias. La sección del AAT sobre coherencia reglamentaria se centra solamente en los procesos y principios (un enfoque que los negociadores de la UE han tachado de inadecuado), no está sujeta a una solución de diferencias y, en las palabras de la oficina del Representante de Comercio de los EE.UU., no 'requiere que se cambien los reglamentos o los procesos reglamentarios de los EE.UU.'.
¿CUALES SON LAS IMPLICACIONES?Suponiendo que se alcance el acuerdo de la ATCI y que el Congreso de los EE.UU. ratifique el AAT, ¿cuáles son las implicaciones para la OMC? Los defensores de la teoría de la liberalización competitiva podrían pensar que la conclusión de los acuerdos megaregionales podría animar a los PED a regresar a Ginebra para reabrir el debate sobre el comercio multilateral. Sin embargo, si los EE.UU., la UE y Japón tienen el AAT y la ATCI en sus manos, ¿por qué querrían hacer concesiones en las negociaciones multilaterales? Si las negociaciones en la OMC siguen paradas, ¿seguirá la paulatina discriminación descubierta por la iniciativa Global Trade Alert extendiéndose y debilitando las disciplinas multilaterales restantes?
La frustración que se vive en Ginebra por la paralización de la Ronda de Doha es comprensible. Sin embargo, negociar solo con los países 'dispuestos' a corto plazo, podría suponer fragmentar aún más la economía mundial. Esto podría conducir a que la reducción de los costes comerciales que surge gracias a los aranceles reducidos se vea suplantada por un aumento de los costes comerciales debido a las normas de origen y demás costes procedentes de las transacciones comerciales. También tiene el riesgo de debilitar el sistema multilateral basado en normas que los EE.UU. ayudaron crear y dirigieron durante décadas.