Fred: La mayoría de los organismos de
Naciones Unidas se crearon después de la adopción de una carta
fundacional, que definía sus tareas y mecanismos. Pero el CCI no
tuvo ese tipo de génesis.
Jacquie: Los representantes del Brasil y
la India ante el GATT [Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio, precursor de la Organización Mundial del Comercio] se
quejaron de que no se estaba haciendo nada para impulsar las
exportaciones de los países en desarrollo.
Fred: El entonces jefe del GATT, Sr. Eric Wyndham
White, aplicaba una metodología sin formalismos. Tras "tomar el
pulso" de los debates, dio instrucciones para buscar una
solución.
Según la historia oficial de Fred, el 19 de marzo de 1964 un
grupo de expertos del GATT recomendó que se establecieran unos
"servicios de información comercial y de asesoramiento sobre la
promoción comercial en el marco del GATT". Los expertos también
dijeron que no sería posible determinar cuál era el mejor cauce
para "las operaciones futuras del Centro" mientras estos servicios
no hubiesen funcionado durante un cierto tiempo. El 1.° de mayo de
1964, el jefe del GATT anunció la creación del Centro, que se
instalaría en la Villa le Bocage (Palacio de las Naciones) como
parte de la Secretaría del GATT, con tres funcionarios del cuadro
orgánico y dos de servicios generales. Herbert L. Jacobson, de
Estados Unidos, fue nombrado Jefe del Centro el 1.° de octubre de
1964.
Jacquie: Era una persona formidable, una
verdadera locomotora. Dirigía el Centro como una empresa, lo que
explica que funcionase tan bien. Reinaba el entusiasmo; por eso,
los jubilados del CCI seguimos en contacto con la institución.
Todos estábamos convencidos de que lo que hacíamos iba a tener
importancia. Cuando se empezó a hablar de la globalización, 20 años
más tarde, dije que nosotros ya habíamos comenzado a ayudar a los
países en desarrollo a beneficiarse de la globalización en
1965.
Fred: La revista
Forum es hoy la más antigua de las
unidades originales del CCI, que inicialmente iba a llamarse Centro
de Información sobre el Comercio Internacional. Los gobiernos
miembros del GATT consideraban que eso era todo lo que hacía falta:
más información para los países en desarrollo. Jacobson los
convenció después de que eso no bastaba, que, además de información
concreta sobre el potencial y las posibilidades de exportación, los
países en desarrollo deseaban asistencia, formación y estudios de
mercado, recursos indispensables para aprovechar las oportunidades
comerciales. No se trataba de producir un documento de vez en
cuando. Así, poco a poco nos ocupamos de la capacitación.
Jacquie: Tuvimos que aprenderlo todo:
desde organizar un equipo de mecanografía hasta controlar los
documentos. Después de trabajar en conferencias, fui oficial de
proyectos. Aprendíamos en la práctica; los problemas que
afrontábamos nos hacían mejorar nuestro trabajo. Muchos de los
antiguos pasaron por todos los puestos de la organización. Sabíamos
lo que se hacía en todas las secciones.
Fred: Jacobson daba mucha importancia a
la organización de coloquios de alto nivel, con la participación de
altos funcionarios, exportadores e instituciones como las cámaras
de comercio, a fin de descubrir las necesidades de los países en
materia de exportaciones. Personalmente, tuve a mi cargo 23 de
dichos coloquios. Actuábamos como árbitros imparciales entre los
gobiernos y el sector privado. Luego comenzamos a vincular estos
coloquios con actividades de programación, a fin de producir
documentos de proyectos que esperábamos podrían ser financiados por
un donante o las Naciones Unidas. Logramos consolidar este enfoque,
con muy buenos resultados en algunos países. Llegamos a tener 600
personas en misiones a corto o largo plazo. Esta presencia en el
terreno era muy útil, dada la intensidad de los intercambios con la
sede.
Jacquie: Cuando empezamos, teníamos
actividades más bien fragmentadas, de información, capacitación,
consultorías a corto plazo, estudios de mercado, etc. Con el tiempo
pasamos a crear proyectos globales. La idea era: ¿por qué no
fusionar esto en un paquete integrado? Y preparábamos un programa
de capacitación, información y publicaciones, combinados y
centrados en un mismo país. Este programa despertó el interés de
algunos donantes, como los Suecos, que estuvieron dispuestos a
financiarlo.
Fred: También aplicamos esta metodología
a las publicaciones. Produjimos varios manuales para exportadores y
otros manuales didácticos. Todo esto fue el fruto de las
actividades de formación.
Jacquie: Luego vino el programa para los
agregados comerciales, que de algún modo continuaba los coloquios
de alto nivel.
Fred: A comienzos de los años 1970, junto
con los Australianos buscábamos formas de mejorar el rendimiento de
los agregados comerciales, que a veces ejercían diversas otras
funciones. Los Australianos nos propusieron enviar al Centro a sus
mejores agregados durante un año, para ayudarnos a escribir una
guía. El resultado fue un éxito editorial lleno de información
práctica, que se mantuvo durante varias décadas en la lista de
publicaciones.
Brasil decidió celebrar una reunión de sus agregados comerciales en
torno a este libro. Durante una semana, organizamos tres sesiones
diarias y analizamos el libro página a página, adaptándolo a las
necesidades brasileñas y preparando la edición en portugués.
A raíz del éxito de la experiencia, iniciamos un programa junto con
Jacquie y otro funcionario, que prepararon la adaptación francesa.
La guía fue muy eficaz para la formación de los agregados
comerciales.
Jacquie: Llevamos a cabo proyectos en
Senegal, en Estocolmo para los agregados comerciales de países en
desarrollo con misiones en Suecia, en Canadá y varios otros países.
Teníamos buenas relaciones con la Cámara de Comercio de
Budapest.
Fred: En el curso de esos años, enseñamos
a los gobiernos la forma de obtener cooperación técnica sobre temas
relacionados con el comercio. Estos esfuerzos se tradujeron en una
importante decisión del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), en el sentido de que los gobiernos deberían
tener la última palabra en cuanto al empleo de los fondos
destinados a los proyectos. Es decir, la promoción de los proyectos
pasó bajo responsabilidad de los gobiernos. Además, éstos deseaban
una mayor participación de su propio personal, lo que redujo la
demanda de funcionarios en el terreno. Entonces trasladamos la
formación a los propios países. Finalmente, adoptamos la idea de
formar instructores, en vez de impartir formación directa a los
participantes.
Jacquie: Pero seguimos operando como una
gran familia: trabajamos juntos, con gran agrado.
Jacqueline Rigoulet trabajó en casi todos los departamentos del
CCI, pasó dos años en misión de servicios en el PNUMA, en Nairobi,
colaboró con proyectos integrados, y se jubiló en 1984, en la
sección de formación. Siguió trabajando con el CCI, en la Comisión
Económica para Europa (CEPE). Frederick J. Glover entró al CCI en
1971, y se retiró en 1980, cuando era Director Adjunto, para asumir
la dirección de la Entidad Británica de Desarrollo del Comercio
(que promueve las importaciones). Es autor de una crónica histórica
sobre los primeros 20 años del CCI, The International Trade
Centre UNCTAD/GATT 1964‑1984 - an historical account of twenty
years of service to developing countries.