Para los países cuyas exportaciones consisten sobre todo de
productos agrícolas y alimenticios, las medidas sanitarias y
fitosanitarias (MSF) aplicadas en los mercados extranjeros pueden
actuar como obstáculos no arancelarios, incluso en caso de
reducción o supresión de los aranceles. Por ejemplo, a pesar de que
la Unión Europea adoptó la iniciativa "Todo salvo armas" para
favorecer a los países menos adelantados, éstos siguen tropezando
con las MSF. Dichas medidas pueden afectar considerablemente las
capacidades básicas de los productores y exportadores, y perturbar
el comercio. No obstante, cada vez que los consumidores se
inquieten ante los problemas de control de la inocuidad de los
alimentos, aparecerán nuevos obstáculos no arancelarios al
comercio.
Al concluir las negociaciones de la Ronda Uruguay, los Miembros
de la OMC adoptaron el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias para ofrecer un marco normativo
multilateral que minimizara los obstáculos innecesarios al
comercio. Este acuerdo impone varias obligaciones a los Miembros de
la OMC, en particular sobre la transparencia.
Cada Miembro debe mantener un punto de consulta para informar a
los demás Miembros sobre las medidas MSF, así como un punto de
notificación sobre las medidas MSF no basadas en normas
internacionales que podrían ejercer un efecto significativo en el
comercio. Estas obligaciones implican una pesada carga para los
países en desarrollo, donde escasean los recursos financieros. La
otra cara de la moneda es que estas obligaciones en los mercados de
exportación van acompañadas de derechos para las empresas de los
países exportadores, las que, por ejemplo, pueden obtener
rápidamente información sobre las medidas MSF y ajustar sus
productos en función de los cambios registrados en estas
medidas.
Las empresas pueden evitar sorpresas en los mercados de
exportación si se mantienen al tanto de las notificaciones sobre
las medidas que afectan a sus productos. Las notificaciones sobre
salud e inocuidad de alimentos y productos agrícolas se rigen por
el Acuerdo MSF, pero el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al
Comercio (OTC) también impone algunos requisitos de notificación
importantes (en el embalaje). Para beneficiarse de la obligación de
notificación de los países, debe haber una estrecha colaboración
entre los puntos de consulta y el sector empresarial, lo que no se
logra siempre. Muchos exportadores de países en desarrollo no
llegan a ejercer sus derechos en cuanto a las notificaciones, por
dos razones principales:
- el aumento constante del número de notificaciones, al cobrar
prioridad la inocuidad de los alimentos, y
- la escasez de recursos y competencias de que adolecen los
puntos de consulta para procesar las notificaciones y comunicarlas
a los interesados.
El sector empresarial de los países en desarrollo debe conseguir
que sus gobiernos establezcan sistemas de control de las
notificaciones relativas a las medidas MSF y OTC. Brasil y Canadá
se han dotado de mecanismos que advierten oportunamente a las
empresas de los cambios que pueden afectarlas.
Las empresas pueden seguir así las medidas MSF obligatorias,
pero no en todos los casos. Por ejemplo, los exportadores que
abastecen a grandes cadenas minoristas y mayoristas, como
Sainsbury's, del sector alimentario del Reino Unido, deben acatar
requisitos más pormenorizados que las normas oficiales, a saber,
las exigencias de calidad y seguridad de la propia empresa
compradora.
Colaboración público/privada
Además de mantenerse informados sobre las medidas MSF, los
países en desarrollo pueden movilizarse más activamente para
influir en su formulación, antes de que los países promotores las
adopten definitivamente. Cada Miembro de la OMC tiene el derecho de
hacer observaciones sobre los cambios propuestos en relación a las
MSF. Para dar más fuerza a dichas observaciones, los interesados, y
especialmente el sector público y las empresas, deben colaborar más
estrechamente, y los funcionarios de comercio pueden impugnar los
obstáculos ilícitos, ya sea directamente ante el país promotor o
ante el Comité MSF de la OMC.
En algunos países, la creación de un Comité MSF nacional ha sido
muy provechosa. En estos comités participan los ministerios
competentes y las organizaciones del sector privado, como cámaras
de agricultura, comercio e industria, así como las asociaciones de
exportadores.
Por ejemplo, un estudio realizado por la Secretaría del
Commonwealth y el CCI puso de relieve los buenos resultados de una
iniciativa de colaboración entre los sectores público y privado de
Mauricio (véase el artículo "Asistencia técnica para las
medidas MSF: La protección sanitaria", en Forum de
Comercio 3/2002).
La acción normativa
El Acuerdo MSF exige que los Miembros de la OMC basen sus
medidas de protección sanitaria y fitosanitaria en normas,
directrices o recomendaciones internacionales, salvo en
determinadas circunstancias previstas por el Acuerdo. Otra forma de
influir en las medidas MSF consiste en que los países en desarrollo
participen activamente en las actividades de redacción de normas
por las tres organizaciones internacionales mencionadas en el
Acuerdo MSF. El sector empresarial puede comunicar sus
preocupaciones a las delegaciones nacionales que se envían a estas
organizaciones, como el órgano normativo que trabaja con la
Organización Internacional de Normalización.
Pero esto es más difícil de lo que parece, ya que la mayoría de
los países en desarrollo asumen un papel pasivo. El CCI y la
Secretaría del Commonwealth llevaron a cabo estudios de caso sobre
la situación de las MSF y los OTC en seis países en desarrollo, y
descubrieron que cinco de seis países no participaban activamente
en las comisiones técnicas normativas, debido a dificultades
financieras y de otra índole. Malasia era la excepción. La India
intervenía, pero sólo en la reglamentación internacional sobre el
té.
Elevar las normas nacionales
Las empresas exportadoras de los países en desarrollo deben
ajustar su producción a las exigencias de las mercados meta, y
demostrar que las satisfacen. Para ello disponen de diversos
medios:
- Ayudar a colmar lagunas. Aunque la
responsabilidad de crear la infraestructura necesaria para el
control de las importaciones y la certificación de las
exportaciones incumbe al sector público, el sector privado puede
complementar dichos esfuerzos. Por ejemplo, podría construir
laboratorios si el sector público carece de capacidad para
hacerlo.
- Comenzar con normas de aplicación
voluntaria. Las organizaciones del sector privado
pueden adoptar normas voluntarias para ayudar a la industria
nacional a alcanzar un nivel mínimo colectivo, primer paso para que
los exportadores cumplan con los requisitos MSF más estrictos
vigentes en los mercados de exportación.
- Colaborar con los importadores. La
cooperación entre empresas de países exportadores y países
importadores puede facilitar enormemente la entrada en los mercados
meta. El Comité de Enlace Europa-África-Caribe-Pacífico (COLEACP)
es un ejemplo interesante. Financiado por la UE, actúa como
asociación interprofesional de exportadores, importadores y otros
actores del comercio de productos hortícolas entre la UE y el Grupo
de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (Grupo ACP). El
COLEACP se esfuerza por armonizar las relaciones entre productores
y exportadores del ACP y los importadores de frutas y hortalizas
frescas o procesadas, flores y plantas. También fomenta la
producción hortícola de los países del ACP, e impulsa un programa
de formación sobre el uso de plaguicidas y los requisitos en
materia de residuos que aplicará dentro de poco la UE.
Planificar el acceso a los
mercados
El régimen de derechos y obligaciones previsto en el Acuerdo MSF
permite que los países planifiquen y apliquen estrategias
coherentes de acceso a los mercados. Al respecto, son determinantes
las competencias del sector empresarial, que tendrá que dedicar
mucho tiempo y recursos al largo proceso de implantación en los
mercados.
Es esencial adoptar un enfoque público-privado que permita
detectar qué exportaciones podrían ser las más perjudicadas por las
barreras MSF. La experiencia del sector empresarial puede ayudar a
los funcionarios de comercio a comprender los problemas y las
oportunidades para las exportaciones nacionales. Mediante un
proceso de consulta, los gobiernos pueden definir prioridades para
el acceso a los mercados, basándose en las probabilidades de éxito
y el valor de las exportaciones potenciales. Una vez que han
definido una táctica convincente para actuar a favor de sus
exportadores, pueden adoptar las siguientes medidas consecutivas
para facilitar sus operaciones:
- Celebrar consultas bilaterales con los países importadores para
evaluar las necesidades de información y minimizar los plazos de
cumplimiento de los requisitos de acceso.
- Si esto no da resultados, el gobierno del país exportador puede
iniciar negociaciones informales paralelamente al Comité MSF.
- Si los países no logran resolver un problema entre ellos,
pueden plantearlo entonces como cuestión de interés comercial
específico al propio Comité MSF. Esto puede ser un fuerte argumento
para que el país importador cambie su política.
- Si las partes no llegan a un acuerdo, pueden recurrir al
procedimiento de solución de diferencias de la OMC.
Este procedimiento ha demostrado su eficacia, pues son pocos los
litigios sobre MSF que llegan hasta la última etapa. Aplicado en
consulta y cooperación con el sector privado, tiene la ventaja de
guiarse por las fuerzas del mercado.
Aprovechar lo que hay
Muchos de los ejemplos citados muestran que se está formando una
importante red de proveedores y fuentes de información sobre las
MSF, a menudo sin costo. Si la aprovechan adecuadamente, por
ejemplo, a través del sistema de notificaciones, los países en
desarrollo y sus empresas exportadoras optimizarán la búsqueda de
soluciones y sacarán mayores beneficios de las oportunidades que
abre el Acuerdo MSF.
Tres etapas son indispensables para salir adelante:
- sensibilizar a los sectores público y privado del país sobre
los derechos y obligaciones en materia de MSF;
- reaccionar con rapidez y dinamismo - tanto a nivel de empresas
como de las autoridades - ante los cambios en materia de MSF que
pudieran modificar los mercados de exportación, y
- participar de forma focalizada y fundamentada en el proceso
normativo internacional, a fin de garantizar que se tengan
adecuadamente en cuenta los intereses del país.
Para comprender el Acuerdo MSF y beneficiarse de sus
disposiciones no hay atajos o soluciones instantáneas. Sin embargo,
los exportadores tienen mucho que ganar si su país se moviliza
correctamente.
Proteger y mejorar la salud
El Acuerdo de la OMC permite que los países impongan medidas
sanitarias y fitosanitarias para proteger y mejorar la salud
humana, de los animales y las plantas. Las medidas sanitarias
comprenden normas sobre inocuidad de los alimentos o
especificaciones encaminadas a impedir la entrada al país de plagas
o enfermedades a través de los alimentos. Los países pueden aplicar
medidas fitosanitarias para asegurar que las variedades vegetales
importadas no propaguen plagas o enfermedades. Los países también
pueden aplicar "procedimientos de control, inspección y aprobación"
para verificar la conformidad de las importaciones con sus medidas
MSF.
Costo de las prohibiciones
CASO - En 1997, la Unión Europea (UE) prohibió
la importación de camarones de Bangladesh. Esta medida fue
propuesta por un equipo de inspección de la UE que visitó las
plantas de procesamiento y cuestionó tanto el cumplimiento de las
normas HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control)
como la fiabilidad y eficiencia de los inspectores del gobierno.
Esta prohibición costó cerca de US$ 15 millones a Bangladesh en un
período de cinco meses, a pesar de que algunos exportadores
lograron desviar parte de la producción hacia Estados Unidos y el
Japón.
Fuente: Briefing Paper No. 7/2002 del CUTS Centre for
International Trade, Economics and Environment.
El poder de la información
CASO - El punto de consulta del Canadá sobre
MSF y OTC ha creado un sistema que incorpora automáticamente las
notificaciones recibidas de la OMC en una base de datos de acceso
en línea, clasificada por temas según una normativa internacional.
Las empresas canadienses que desean obtener información sobre las
notificaciones eligen un campo de búsqueda, a fin de consultar sólo
las que les interesan.
En Brasil, el punto de consulta sobre OTC ha elaborado una
aplicación llamada "Alerta Exportador", que permite recibir por
correo-e - sin costo adicional - actualizaciones diarias de las
nuevas notificaciones sobre normativas técnicas y procedimientos de
evaluación de conformidad.
Gracias a estos sistemas, los puntos de consulta pueden abarcar
todos los sectores empresariales, sin inundar a los suscritos con
información que no les interesa.
Fuente: Export Quality Bulletin No. 72 del CCI, "Information
Retrieval on Standards, Technical Regulations and Conformity
Assessment Procedures" (diciembre de 2002).
La solución de problemas
CASO - Kenya prohibió la importación de
polluelos de un día desde Mauricio invocando el peligro de la
enfermedad Avian encephalomyelitis. Según la documentación
correspondiente, Kenya no había evaluado riesgos, efectuado pruebas
ni notificado la aplicación de esta medida a la OMC. Las
autoridades de Mauricio, en consulta con su misión en Ginebra,
examinaron las posibles respuestas, entre las que figuraba una
reclamación a la próxima reunión del Comité MSF. Al mismo tiempo,
solicitaron asesoramiento técnico a la Secretaría de la Oficina
Internacional de Epizootias para conocer la situación respecto de
la Avian encephalomyelitis. Finalmente, ambos países llegaron a un
acuerdo privado y Kenya levantó la prohibición.
Fuente: Próxima publicación CCI/Secretaría del Commonwealth
sobre OTC y MSF.
Influir en normas
internacionales
CASO - Malasia ha creado un Comité Nacional y
12 subcomités para aplicar el Codex Alimentarius según los
intereses nacionales. Los representantes de la industria, y en
especial la Agrupación de Fabricantes de Alimentos de Malasia,
participan activamente. Esto les ha permitido intervenir en la
formulación de varias de las normas del Codex.
La India ha contribuido activamente a la formulación de la
normativa internacional sobre el té, redactando los proyectos de
texto. Esos esfuerzos se concretaron en la norma ISO 3720: 1986, Té
negro - Definición y requisitos básicos, adoptada por la
Organización Internacional de Normalización.
Fuentes: Malasia - Publicación CCI/Secretaría del
Commonwealth sobre OTC y SPS.
India - "Strengthening Developing Countries' Capacities to
Respond to Health, Sanitary and Environmental Requirements",
ponencia presentada por Veena Jha a un seminario de la UNCTAD sobre
normas y comercio (mayo de 2002).
Beneficios para el comercio
CASO - Ocho años se necesitaron para conseguir
el acceso al mercado australiano para la variedad de pera "Ya",
producida en la provincia de Hebei, que la República Popular China
solicitó en 1991. La evaluación de riesgos determinó que en las
zonas de exportación existían 120 plagas potenciales asociadas a
esta fruta, de las cuales 18 eran materia de cuarentena para
Australia. Las condiciones finales de importación incluyeron el
registro de las granjas y las instalaciones de envasado por las
autoridades de cuarentena de China, y la aplicación de medidas de
control de plagas. Entre finales de 1999 y comienzos de 2000,
Australia importó 1.700 toneladas de pera, sin que se rechazara
ningún envío.
Fuente: Ponencia de Digby Gascoine (Australia) a un
seminario de la OMC sobre análisis de riesgos (junio de
2000).
Contactos útiles
Los principales órganos de normalización internacional en
materia de medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) son:
- Comisión del Codex Alimentarius (http://www.codexalimentarius.net).
Organismo encargado de definir las normas alimentarias.
- Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (http://www.ippc.int/IPP/Es/default.htm).
Instrumento que define las normas para impedir la introducción de
plagas de las plantas y sus productos por medio de su
comercio.
- Oficina Internacional de Epizootias (OIE- Organización Mundial
de Sanidad Animal) (http://www.oie.int). Organismo
encargado de definir las normas para impedir la introducción de
agentes infecciosos y enfermedades por medio del comercio de
animales y de material genético y productos de origen animal.
Véase también el World Directory of Information Sources on
Standards, Conformity Assessment, Accreditation, Metrology,
Technical Regulations, Sanitary and Phytosanitary Measures,
disponible en el sitio web del CCI (http://stage.intracen.org/eqm).
Para más detalles, diríjase a Shyam K. Gujadhur, Asesor
Principal del CCI en Gestión de la Calidad de Exportaciones (gujadhur@intracen.org).