Italia y Francia
Importadores de seda cruda, fabrican productos de alta
calidad
En 1997, Italia -que ha sido tradicionalmente el mayor
importador, fabricante y exportador de seda en Europa- importó unas
3.200 toneladas de seda cruda y más de 700 toneladas de hilado,
principalmente de China. Además, importó unas 300 toneladas de
blusas, cerca del 80% de las cuales también provenían de China. Sin
embargo, las importaciones de prendas de vestir de seda se han
contraído drásticamente en los últimos cinco años (en 1992, la
importación de blusas de seda fue de 700 toneladas). Italia es
conocida por la alta calidad de sus técnicas de procesamiento de la
seda (terminado, teñido y estampado de los tejidos). En 1997, la
exportación de pañuelos para el cuello fue de 586 toneladas, lo que
representa un crecimiento de 15% con respecto a 1996. La
exportación de corbatas llegó a 1.230 toneladas en 1997.
Francia también está equipada con una importante manufactura de
seda. Durante siglos, Lyon ha producido tejidos de seda de la mejor
calidad, tanto para el consumo doméstico como para la exportación.
Tradicionalmente, más de 70% de los tejidos de seda destinados al
mercado nacional se utilizan en la confección de prendas de vestir.
Pero, según algunos indicios, hay también un gran potencial de
crecimiento de la demanda de seda para artículos de decoración del
hogar, como cortinas, revestimientos murales, colchas y tapicería
de mobiliario. Francia exporta tejidos de seda de alta calidad a
los Estados Unidos, alcanzando precios unitarios de hasta US$ 30
por m2.
Estados Unidos
Preferencia por fibras de fácil cuidado
El mercado estadounidense (uno de los más grandes del mundo)
importa en especial prendas de vestir, tejidos de decoración
interior y accesorios. La capacidad local de fabricación es en la
práctica inexistente. Del total de importaciones de productos de
seda en 1997 (por valor de más o menos 2.000 millones de dólares),
10% se destinó a la decoración de interiores. A diferencia de
Europa, que tiene una larga tradición de uso de la seda, este
material nunca había logrado una gran aceptación en Estados Unidos.
Este país ha sido un pionero de la importación de productos de seda
de punto de China, en un comienzo ropa interior térmica, y ahora
complementos como camisetas de manga corta, polos, etc. La
facilidad del cuidado de las prendas es un factor comercial crucial
en los Estados Unidos, y por lo tanto es importante desarrollar
telas con propiedades de cuidado competitivas.
Alemania
El mayor mercado europeo: calidad y ecología
El alemán es de lejos el mayor mercado europeo para los textiles
y el vestuario, y en particular, para la seda. Alemania ha
importado una gran variedad de prendas de vestir, accesorios
(especialmente fundas para cojines) y telas para recubrimiento
mural. Casi toda la ropa de seda procede de China. La India y
Tailandia han podido penetrar con éxito el mercado alemán, gracias
a sus productos para la decoración interior confeccionados con
telar manual. El consumidor alemán exige buena calidad y está
dispuesto a pagar un poco más para conseguirla.
Japón
Principal consumidor
Tradicionalmente el principal consumidor de seda, en los años
1960 Japón dependía enteramente de la producción local, destinada
sobre todo a la confección de quimonos. Desde los años 1970, la
producción local ha menguado de 20.000 toneladas a menos de 2.000.
Eel país depende ahora de las importaciones, en particular de
China. La proporción de la seda cruda usada en la confección de
quimonos pasó de 90% en los años 1970 a cerca de 50% en la
actualidad. La seda es poco utilizada en la decoración interior. La
menor actividad de los fabricantes ha tenido graves repercusiones
para la sericultura brasileña, fundamentalmente orientada hacia el
mercado japonés.
Los desafíos actuales
Surgen competidores. Las nuevas fibras sintéticas son cada vez
más perfeccionadas. Al tacto y a la vista se comparan con la seda,
pero su cuidado es más fácil. La viscosa y el poliéster han logrado
así ocupar una parte del mercado de la seda.
Cambio de imagen. Tras el auge efímero de la seda lavada con
arena, el sector descubrió que este producto había dañado la imagen
selecta del sector. Por ahora, nada se ha emprendido a nivel
internacional para mejorarla, lo que muestra una falta de cohesión
entre los interesados.
Debilidad económica regional. En el período de rápido
crecimiento y aumento sostenido del nivel de vida, los mercados de
Asia había mostrado un interés creciente por los productos de seda.
Sin embargo, la reciente crisis económica de Asia meridional
provocó una importante reducción de las ventas.
Desaparecen los centros de producción. Los centros de producción
de seda están cerrando uno tras otro, particularmente en el Japón y
la República de Corea a raíz de la industrialización de ambos
países. En China, Tailandia, Brasil y otros países, millones de
familias del medio rural se encuentran ante la disyuntiva de
continuar o no con la producción de seda. El sector podrá
difícilmente recuperarse si los agricultores lo abandonan. La
manipulación del gusano de seda exige un trabajo riguroso y
disciplinado, que se aprende a lo largo de generaciones.
La promoción de la seda
Una solución posible para superar los problemas de la industria
de la seda es la promoción genérica. Sin embargo, en la actualidad
no hay iniciativas concertadas para mejorar la imagen de la seda en
los mercados internacionales. Un ejemplo que podría imitarse es la
campaña emprendida por la Unión Europea para promover el lino en el
segmento de las prendas de moda. El lino se empleaba
tradicionalmente en productos para el hogar, como manteles y
servilletas, pero al cabo de diez años de promoción ha logrado
ocupar un lugar junto a las demás fibras usadas en las colecciones
de moda.
La promoción de la seda debería tener por objeto restaurar la
imagen del material, aprovechar las nuevas tecnologías y la
evolución del mercado, y alentar la producción. Toda campaña
necesita recursos financieros y coordinación, y a veces sus frutos
se recogen sólo después de algunos años. Un método eficaz podría
ser la colaboración en el seno de las asociaciones sectoriales con
el fin de lanzar campañas nacionales destinadas a los principales
mercados consumidores.
Otra alternativa podría ser el trabajo en cooperación con los
grandes detallistas de Europa y los Estados Unidos. Para optimizar
los efectos de la promoción, lo ideal sería definir un plan de
acción para todo el sector.
Del análisis de las tendencias más recientes efectuado por el
CCI se desprende que la promoción de la seda debería abarcar los
siguientes elementos:
Imagen del producto
Debería hacerse hincapié en que la seda es un producto de lujo y
compatible con la protección del medio ambiente.
Demanda de mezclas de seda y de seda de punto
La aparición de mezclas de seda es una de las respuestas al
desafío planteado por las fibras sintéticas. Aunque últimamente se
han producido mezclas de seda con fibras diversas, como algodón,
lino, lana e incluso poliéster, los productores de los países en
desarrollo no han progresado mucho en este campo. Si quieren ser
competitivos, es imprescindible que intensifiquen sus
investigaciones y mejoren su tecnología.
Los productos de géneros de seda de punto respondieron a las
exigencias del mercado en cuando a la comodidad de las prendas,
sobre todo durante el auge de la seda lavada con arena. Los
consumidores apreciaron su suavidad, estilo ligero y facilidad de
cuidado. La seda de punto presenta la doble ventaja de ser un
tejido de aspecto informal de calidad, que logra venderse a precios
muy competitivos. China ha conseguido notables avances en esta
categoría. Después de introducir la ropa interior térmica de seda
para actividades al aire libre, comenzó a exportar otras prendas de
seda de punto. Esta vía tiene, en principio, un potencial de
crecimiento razonable para muchos países en desarrollo.
Nuevas categorías de productos
Existen otras posibilidades de crecimiento para las telas de
seda, por ejemplo, en la decoración de interiores.
El papel de Asia
A mediano plazo, el mercado asiático será crucial, pues el
consumo seguirá siendo importante, e incluso es probable un
aumento. No obstante, habida cuenta de las dificultades actuales,
también es importante salvaguardar su papel como productores.
Consciente de esta necesidad, el Banco Mundial está renovando el
sector de la sericultura y la producción de seda en Bangladesh. En
este país (como en la India) la seda se utiliza desde tiempos
remotos en la confección de saris, y el aumento de la producción
del tejido tiene por objeto reducir las importaciones de seda
cruda, y al mismo tiempo crear una nueva materia prima local
destinada a las exportaciones de prendas de vestir.
El CCI y el sector de la seda
Desde hace 13 años, el CCI se ha asociado con empresas,
gobiernos y asociaciones sectoriales para promover la seda y los
productos de seda en los países productores, sobre todo de Asia. En
particular, el Centro ha trabajado en colaboración con
interlocutores como la Asociación Internacional de la Seda, la
Comisión Serícola Internacional (ambas con sede en Lyon, Francia) y
las organizaciones sectoriales de países en desarrollo, entre las
que figuran la Corporación Nacional de Importación y Exportación de
Seda (China), la Comisión Central de la Seda y el Consejo de
Exportación de la Seda (India), y la Asociación de la Seda
(Tailandia).
Los proyectos del CCI ofrecieron a la industria de la seda la
posibilidad de fomentar sus productos y mercados. El CCI aportó
asesoramiento en técnicas de producción como teñido y estampado,
diseño, fabricación y escalado de patrones, y corte. Las empresas
participantes pudieron conocer nuevos mercados y clientes gracias a
las misiones de contacto en otros países. El lema era constante:
ofrecer productos elaborados y terminados, a fin de incrementar el
valor añadido y mantener la competitividad.
El CCI lleva adelante un proyecto con productores de telas de
seda de punto de la República Popular Democrática de Corea, para
ayudar a este país a lanzar una nueva colección en los mercados
europeos y japonés.
El CCI publica dos veces al año Silk Review, que analiza las
tendencias internacionales de la producción y el comercio de la
seda. Desde la primera edición, en 1988, la publicación se ha
actualizado en cuatro oportunidades. Silk Review 1997 se distribuye
gratuitamente a los lectores de países en desarrollo y se vende por
US$ 40 a los lectores de países desarrollados. Se prepara la
edición de 1999.
El año pasado, el CCI y el PNUD produjeron el documental «Silk:
Tradition with a Future?» (Serie Azimuths). Este cortometraje, de 9
minutos, presenta la sericultura y la producción de seda en las
aldeas de los países en desarrollo, actividad que sigue viva a
pesar de la industrialización creciente de los países productores
tradicionales.
Las organizaciones que realizan campañas de promoción genérica
pueden solicitar una copia de este documental.
Antero Hyvärinen es
Oficial Superior de Desarrollo de Mercados en la rama textil y
prendas de vestir, del CCI