De hecho, es preciso reposicionar la "Marca África", dar a
conocer a sus pilares del desarrollo exitoso y lograr que otros se
percaten de su potencial.
En este número de Forum de Comercio
nos interesamos por empresas como la famosa Johnnic Communications
de Sudáfrica, gigante mediático, o bien, Muya Ethiopia, pequeña
empresa que exporta accesorios para el hogar, dirigida por una
mujer, y que aunque no se cotiza en bolsa responde a las mismas
características: sólido liderato, productos modernos que se ajusten
al mercado global y compromiso con el desarrollo local. Esta es la
nueva era de África "puede hacerlo".
Los líderes africanos están en la escena mundial, invirtiendo en
nuevas asociaciones. La reunión mundial de mujeres parlamentarias
que tuvo lugar en Rwanda mostró que las africanas están a la
vanguardia de la lucha por una gobernanza responsable.
El continente experimenta los niveles más altos de crecimiento e
inversión desde hace mucho tiempo. Los indicadores macroeconómicos
son bastante estables, las reservas aumentan y las remesas son
mayores que nunca. África es rica en recursos humanos jóvenes y
talento empresarial. Se empieza a reconocer que las empresarias
constituyen una potente fuerza de desarrollo empresarial y son
agentes del cambio en sus familias y comunidades.
Ahora bien, tampoco hay que pasar por alto los retos que plantea
el hecho de que África albergue tan sólo el 13% de la población
mundial pero el 30% de los pobres del mundo. El sida tiene
consecuencias devastadoras y cobra su mayor diezmo entre quienes
están en edad de trabajar. El bajo índice de alfabetización es otro
reto constante que guarda relación con la alta tasa de desempleo de
los jóvenes y la baja productividad.
Sabido es que las barreras de acceso a los mercados son los
principales impedimentos para el comercio. Unos 10 millones de
agricultores, la mayoría mujeres, se ven afectados por las
distorsiones comerciales de los mercados globales.
De los 50 países más pobres del mundo, 34 son africanos. Muchos
no tienen salida al mar y cuentan con escasas infraestructuras
tales como carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, lo que
inhibe su capacidad de exportar con competitividad. Las economías
son pequeñas y la cooperación y el comercio regionales muy
limitados. Eso es lo que verdaderamente impide utilizar el comercio
para reducir la pobreza.
Los impuestos a la actividad empresarial más bajos del mundo son
los de África del Norte y Oriente Medio mientras que los del África
subsahariana son los más altos. Precisamente, la alta imposición
fiscal en el sector formal es uno de los motivos de que el gran
sector informal de África quede al margen de la corriente principal
de desarrollo del comercio.
Históricamente vinculado a la producción de productos básicos
que se vendían a los padres coloniales, el valor añadido de bienes
y servicios es demasiado bajo como para cumplir con las normas
internacionales o las exigencias del mercado. Por lo general, las
instituciones de apoyo al comercio carecen de capacidad para ayudar
a las pequeñas empresas a crecer y vender más allá de las
fronteras.
Hoy en día, la descripción más acertada de la "Marca África" es
la de un mosaico de contrastes formado por un puñado de economías
fuertes y países menos adelantados, muchos de ellos enclavados,
algunos en guerra y otros en situación de posconflicto. Cada uno de
ellos tiene sus peculiaridades y es preciso que la estrategia para
cambiar la "Marca África" refleje esas realidades distintas.
Labor con agentes del cambio
Septiembre marca la mitad del camino en la consecución de los ODM
de reducir la pobreza. Debemos buscar agentes del cambio para
realizar esa transformación a fin de sustentar sólidas empresas
africanas y asegurar la prosperidad y el desarrollo a largo plazo
de las comunidades.
Las instituciones financieras, regionales, académicas y de
investigación son cruciales para este cambio, al igual que las
instituciones de apoyo al comercio y la sociedad civil.
- Las instituciones financieras: porque
las mejores ideas empresariales no prosperan sin una financiación
adecuada.
- Las instituciones regionales: porque
se necesita una masa crítica para ayudar a las empresas a
competir.
- Las instituciones académicas y de
investigación: porque analizan los retos que se
plantean al desarrollo local y cimientan una base de profesionales
calificados.
- Las instituciones de apoyo al comercio y la
sociedad civil: porque un desarrollo equilibrado
requiere un sólido sector privado y una sólida sociedad civil.
El CCI apoya a las empresas africanas
De los cosméticos orgánicos que se fabrican en Sudáfica a los
bolsos de lujo fabricados por cooperativas etíopes, pasando por la
fabricación de joyas de madera procedente de una explotación
sostenible de los bosques mozambiqueños, el CCI colabora con los
africanos para vender en el mundo entero productos
Made in
Africa de calidad.
Nuestros programas se centran en el desarrollo del sector
privado, la integración regional y la mitigación de la pobreza.
Ampliamos las iniciativas para alentar a las empresarias africanas,
aportar la voz empresarial a los negociadores comerciales,
facilitar el comercio entre países vecinos, desarrollar el
potencial del comercio de servicios y vincular a comunidades
rurales pobres con los mercados globales. En este proceso, estamos
llegando a los nuevos actores que influyen sobre el desarrollo
comercial y empresarial en la sociedad civil.
Por último, es fundamental trabajar con instituciones africanas
para apoyar a los empresarios; esto forma parte del buen gobierno y
permite mejorar el entorno empresarial. En África, el CCI trabaja
con una gama de instituciones de apoyo al comercio para identificar
sectores ganadores y mejorar sus servicios a los exportadores.
Hacia una nueva "Marca África"
Si queremos cambiar el futuro de África, debemos tener más en
cuenta a los dirigentes que crecieron allí. Las iniciativas
empresariales de africanos para africanos tienen un potencial
enorme pues demuestran que el éxito es posible y dan esperanza e
inspiran a otros empresarios africanos. Además, esas imágenes ponen
en manos del sector empresarial la mayor parte del reto del
desarrollo.
Podemos inspirarnos del mundo comercial y poner la marca al
frente y en el centro de nuestro pensamiento. Centrarse en una
nueva "Marca África" puede contribuir a fomentar la inversión y el
crecimiento, así como a garantizar que no se trata del "comercio
habitual".
Recordemos las palabras de Benjamin Mkapa, ex Presidente de
Tanzanía: "Este es un momento decisivo para que África se
comprometa con una estrategia que conduzca a la autodependencia a
fin de reducir la pobreza ampliando nuestros propios esfuerzos para
maximizar el uso eficiente y efectivo de los recursos. Eso
requiere, principalmente, la integración de la diáspora africana en
planes de movilización de recursos y nuevos vínculos con los países
del Sur."
En la apertura de la cumbre de la Comisión Económica para
África, Meles Zenawi, Primer Ministro de Etiopía, también preconizó
la autosuficiencia: "Lo único que tenemos que hacer es creer un
poquito más en nuestra capacidad de ser los artífices de nuestro
propio destino y un poquito menos en la posibilidad de salvación
desde fuera." En el CCI estamos dispuestos a colaborar con África
en este interesante proceso de cambio.