El sector está mal definido...
En primer lugar, ¿qué son las industrias ambientales? Según la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE),
"industria ambiental es todo conjunto de actividades de producción
de bienes y servicios destinados a medir, prevenir, limitar y
minimizar o remediar los daños ambientales provocados al agua, el
aire o el suelo, así como los problemas relacionados con los
desechos, el ruido y los ecosistemas". Este sector se ocupa de la
gestión de desechos, la contaminación del aire, los problemas del
agua y los desechos, y los servicios y equipos ambientales. En todo
caso, con una estructura en plena mutación y crecimiento, el sector
no está claramente definido y es escasamente reconocido como tal.
Mientras que Canadá, Japón y Estados Unidos han adoptado
definiciones de carácter amplio, Italia, Alemania y Noruega se han
dotado de definiciones restrictivas. Como es lógico, estas
diferencias se repercutirán en la recolección de datos sobre el
sector.
... lo que entorpece su liberalización
Más importante aún es la confusión que estas discrepancias
podrían suscitar en el marco de la aplicación de los acuerdos de la
Organización Mundial del Comercio (OMC). En efecto, dos de estos
acuerdos regulan el comercio de los bienes y los servicios,
distinción que pierde toda claridad en el campo ambiental cuando se
tratan, por ejemplo, las cuestiones de alcantarillado y tratamiento
de aguas de desecho o de gestión de desechos sólidos. Esto podría
plantear dificultades a la liberalización del comercio
internacional de las industrias ambientales; como sea, por lo menos
hoy se tiene conciencia de tales dificultades. Durante los
preparativos de las negociaciones del Acuerdo General sobre el
Comercio de Servicios (AGCS) en 2000, se redactaron varios
documentos de debate en los que se sostenía que en las futuras
negociaciones debería integrarse el comercio de bienes y servicios
ambientales.
El sector crece con más rapidez en los países en
desarrollo
Aunque en la actualidad dominan este mercado el Japón y los
países desarrollados de Europa y América del Norte, los mercados de
países en desarrollo y emergentes crecen rápidamente a medida que
la protección del medio ambiente va cobrando mayor prioridad. Los
países en desarrollo que registran altas tasas demográficas y de
desarrollo necesitan bienes y servicios ambientales. Además, los
programas de financiación de los organismos de asistencia dan una
mayor importancia al desarrollo sostenible y la protección del
medio ambiente.
Rápido aumento de las partes de mercado
En 1995, los países en desarrollo y emergentes controlaban menos
del 10% del mercado ambiental, proporción que se estima pasará a
15% en el siglo XXI. Esto da una idea de la rapidez con que, según
las previsiones, estos países ampliarán la prestación de servicios
ambientales. La Joint Environmental Markets Unit del Reino
Unido considera que, hasta el año 2010, los países en desarrollo y
en transición incrementarán sus sectores ambientales en un 10%
anual, con una cifra de negocios total de US$ 178.000 millones,
mientras que los países desarrollados sólo lo harán entre un 3% y
un 5%, lo que de todas maneras les permitirá seguir llevándose la
parte del león de este mercado (unos US$ 773.000 millones).
Factores del crecimiento
En Norteamérica, las repercusiones del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLC) y la demanda de servicios ambientales a
lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México serán
fuerzas esenciales para este mercado. Los cambios en la legislación
y las normativas ambientales reclamados por los consumidores de
todo el mundo (ISO 14000) también abren nuevas oportunidades en el
campo de los servicios ambientales para las empresas nacionales y
también las extranjeras. La Unión Europea (UE), dividida entre el
sistema globalmente maduro de sus Miembros septentrionales y las
infraestructuras aún en desarrollo de los Miembros del Sur,
estipuló recientemente que los países candidatos a la adhesión
también deben tomar medidas para armonizar las leyes nacionales con
la legislación ambiental adoptada por la UE.
La presión pública
En Asia, las autoridades nacionales y locales se ven
confrontadas a una opinión pública que exige de forma cada vez más
insistente la adopción de medidas concertadas. En los últimos diez
años, el sector privado ha introducido notables mejoras, como la
adopción de sistemas de gestión ambiental. Esta tendencia debería
mantenerse, ya que las empresas comprenden que estas "credenciales"
ecológicas son favorables a sus estrategias de exportación.
Creación de infraestructuras
En China, las autoridades ambientales no encuentran el personal
calificado y tienen dificultades para hacer respetar la legislación
en el sector industrial, en gran medida estatal. No obstante, en un
marco de industrialización creciente y de multiplicación de las
medidas estatales de protección ambiental, se estima que este
mercado crecerá en un 10% - la tasa más importante de los países en
desarrollo -, pasando de US$ 5.000 millones en 2000 a US$ 15.000
millones en 2010.
En la India, a pesar de la legislación adoptada en los últimos
años, el marco normativo sigue siendo insuficiente. Por ende, se
piensa que el principal motor del mercado ambiental será el
desarrollo de infraestructuras en los sectores de la energía y de
la administración municipal. Se estima que los servicios
ambientales registrarán una cifra de negocios total de US$ 7.000
millones en 2010.
Brasil y Chile cuentan con las normativas más avanzadas de
Sudamérica, pero los mecanismos de aplicación son todavía
incipientes. Todo indica que el crecimiento futuro de los servicios
ambientales será impulsado por proyectos de infraestructura y de
privatización, reforzados por una aplicación más rigurosa de la
legislación vigente. Actualmente, se estima que la facturación del
mercado regional será de US$ 15.000 millones en 2010.
Privatización y reforma
Según los informes de los países de Europa Oriental, el
deterioro ambiental disminuyó paulatinamente desde el inicio del
proceso de transición hacia la economía de mercado, incluso en las
zonas más contaminadas. Con todo, el crecimiento de los servicios
ambientales se encuentra hoy estancado por falta de recursos. Se
estima que en 2010 su cifra de negocios llegará a US$ 23.000
millones. El proceso debería ser impulsado por la reforma
legislativa y administrativa, la privatización, las grandes
inversiones en infraestructuras ambientales, las iniciativas de los
sectores industrial y energético, y los aportes financieros de
diversos programas de asistencia.
Un sector de gran potencial
Los servicios ambientales, considerados separadamente de las
ramas de los equipos o recursos, cubren aproximadamente el 50% de
este mercado. El resto se reparte entre la gestión de desechos
sólidos (22,6%), el tratamiento del agua (14,3%), la consultoría e
ingeniería (5,9%) y los servicios industriales y de emergencia
(3,3%). Habida cuenta de la demanda creciente de una mejora de la
gestión ambiental, se prevé un crecimiento global de 7% a 10%
anual.
Los Estados Unidos generan cerca del 80% del total mundial de
desechos peligrosos, y son por ende el mayor mercado para los
equipos y sistemas de tratamiento de estos desechos. Entre los
segmentos de mayor demanda figuran los equipos de tratamiento de
productos químicos, incineración y procesamiento.
Durante los últimos diez años, el crecimiento del mercado del
reciclaje se ha situado entre un 7% y un 13% anual, tendencia que
no debería cambiar. Entre las tecnologías de demanda creciente se
incluyen la ultrafiltración - que permite reducir el uso de
solventes de aceites y pinturas -, la limpieza por vibración -
aplicada en microelectrónica para reducir la producción de
sedimentos -, y procesos como la neutralización, la detoxificación
y la evaporación. Los motores más destacados de este mercado son la
aplicación de la legislación ambiental y la obligación de cumplir
las elevadas normas de reciclaje fijadas por los países europeos,
Estados Unidos y el Japón.
En los segmentos de la gestión de los recursos hídricos y de las
aguas de desecho - que representan hasta un 40% del mercado
ambiental en su conjunto, según la definición de mercado que se
utilice - se prevé una mayor demanda de sistemas automatizados, de
instalaciones de tratamiento secundario y terciario, y tecnologías
de tratamiento de aguas de desecho, en particular de sistemas
informatizados de control, sistemas aeróbicos para la eliminación
de contaminantes y la inyección de aire para sistemas de limpieza
de aguas subterráneas.
El control de la contaminación del aire ha crecido rápidamente
en los últimos 20 a 30 años. Sin embargo, las transacciones
internacionales son escasas en este segmento, que está dominado por
unas pocas grandes empresas. En los próximos diez años, las tasas
de crecimiento más altas se registrarán probablemente en técnicas
como la limpieza microbiana, las electromembranas, los
convertidores catalíticos, la desulfuración de gases de combustión
y los depuradores de gases por vía húmeda y de gases de chimenea.
La demanda será impulsada por las industrias petroquímica,
siderúrgica, energética y automotriz.
Un futuro prometedor
En 1998, la OCDE presentó el informe titulado "La industria
mundial de los bienes y servicios ambientales" (disponible sólo en
francés e inglés), en el que señalaba los futuros factores de
competitividad de este sector:
- Innovación tecnológica. Se ha estimado que el 50% de los
bienes ambientales que se usarán dentro de 15 años no se han creado
todavía.
- Calidad y rendimiento de los servicios. Capacidad para
adaptarse a las necesidades de la clientela y para producir
dispositivos eficaces y de fácil manejo.
- Estrategias de comercialización y exportación. Éstas deberán
ajustarse a la creciente globalización y a las nuevas oportunidades
de mercado.
- Flexibilidad de la producción. Conforme vayan cambiando las
normas, será necesario introducir cambios rápidos y de bajo costo
en los productos.
Las economías habituales de escala y de costos son factores
menos importantes. Son cada vez más necesarias las grandes empresas
con competencias más amplias. Las soluciones personalizadas
dependen del rendimiento, y la innovación puede ser más importante
que el precio.
La adopción de normas ambientales de vigencia mundial redundará
en una extensión de los mercados internacionales. La privatización
y desreglamentación de servicios públicos, como el agua y la
electricidad, incrementará las posibilidades de participación de
las empresas extranjeras. La consolidación del sector y el aumento
del tamaño de las empresas también contribuirán a aumentar la
internacionalización.
Aunque las industrias ambientales de Alemania, Japón y Estados
Unidos controlan las partes más grandes en casi todos los mercados
internacionales, algunos países pequeños como Finlandia y Noruega
también cuentan con industriales de vocación internacional que
exportan cerca del 50% de su producción. Por su parte, Australia,
Canadá y el Reino Unido se esfuerzan por aumentar sus exportaciones
de productos ambientales.
Artículo basado en la publicación del CCI Implications of
World Trade Organization Agreements for International Trade in
Environmental Industries. Las conclusiones del libro provienen de
las mesas redondas empresariales organizadas en 1997 y 1998 en la
India, Filipinas, Malasia, Pakistán y Tailandia. Se pueden
solicitar más detalles a Nicolai Sëmine, Coordinador del CCI para
cuestiones ambientales (semine@intracen.org).
Empresas y medio ambiente: WIMBY y
NIMBY
Independientemente de lo que digan las empresas, los motivos del
traslado de la producción a otros países no son casi nunca claros.
Los críticos han citado como causas "reales" la búsqueda de mano de
obra barata, sindicatos débiles, reglamentaciones sanitarias y de
seguridad no aplicadas, y normas y reglamentos ambientales poco
rigurosos. La práctica de deslocalización hacia horizontes más
favorables para escapar a las normativas del propio país ha sido
apodada con el mote de "WIMBY" (del inglés Welcome In My Back Yard
= "bienvenido a mi patio"), complementario de "NIMBY" (Not In My
Back Yard = "ya no está en mi patio").
Al comienzo de los años 1990 se conocieron varios casos de
WIMBY. Hoy, las empresas más responsables implantadas en países en
desarrollo aprovechan sus inversiones para transferir conocimientos
y tecnología acordes con las normas ambientales más exigentes:
- General Motors (GM), por intermedio de su filial Delphi, ha
invertido más de US$ 1.000 millones en México, donde emplea a
75.000 personas. Después de una serie de auditorías voluntarias
efectuadas durante tres años en todas sus fábricas para controlar
la aplicación de las prácticas óptimas ambientales y el
cumplimiento de las normas nacionales sobre salud y seguridad, GM
recibió de las autoridades mexicanas una distinción como "empresa
limpia".
- La mayoría de las plantas de GM tratan sus aguas de desecho
según un procedimiento que permite el reciclaje para los procesos
de fabricación o la irrigación agrícola.
- También se reciclan otros materiales (plásticos, cartón,
solventes y otros productos químicos). La empresa aplica sus
propias directrices ambientales, a menudo más exigentes que las
previstas por la legislación mexicana.
- En 1997, GM y las autoridades nacionales emprendieron un
proyecto piloto de seguimiento de todos los desechos peligrosos,
por medio de un sistema informatizado que incita a las empresas a
organizar un procesamiento adecuado de tales desechos.
- Las empresas multinacionales que han invertido en
instalaciones industriales en todo el mundo han exportado a los
países en desarrollo tecnologías de tratamiento de desechos
generados por la producción (end-of-pipe).
- Entidades de distintos ámbitos están adoptando un sistema de
presentación de informes ambientales en sectores como la generación
y distribución de electricidad, organismos estatales, empresas de
suministro de agua y alcantarillado, compañías de aviación,
conglomerados industriales, ingeniería y construcción y comercio
minorista de alimentación. Estas iniciativas crean oportunidades de
negocios para el sector de los servicios ambientales.