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4/2001
El paludismo es uno de los problemas sanitarios
más graves del mundo. Según la OMS, cada año se registran entre 300
y 500 millones de casos, 90% de ellos en África. En octubre de
1998, la OMS, el UNICEF, el PNUD y el Banco Mundial emprendieron el
programa Roll Back Malaria (RBM), con el propósito de reducir a la
mitad la incidencia de esta enfermedad para el año 2010.
El uso de mosquiteros, cortinas y otros artículos impregnados
con insecticidas puede incrementar de forma significativa la
protección contra los vectores del paludismo. Entre sus medidas
preventivas, la iniciativa RBM distribuirá 32 millones de
mosquiteros y botiquines especiales cada año. Esto ha generado una
creciente demanda de mosquiteros y cortinas confeccionadas
localmente. Se estima que hoy se fabrican en África seis millones
de unidades. La República Unida de Tanzanía y Camerún exportan
mosquiteros fabricados con telas artesanales; Togo, Kenya y
Sudáfrica exportan mosquiteros fabricados con otros textiles.
Senegal se ha convertido en un gran exportador de insecticidas.
El caso de la República Unida de Tanzanía es un buen ejemplo de
la influencia que una correcta política estatal puede tener a la
vez en la lucha contra una enfermedad letal y en el desarrollo de
un segmento del sector privado. En 1994, el Gobierno suprimió el
impuesto de 100% que se aplicaba a la venta de mosquiteros. Se
generó así un aumento considerable de la demanda, y el número de
fabricantes pasó de uno en 1994 a tres en 2000. Su producción total
anual es de 2,3 millones de unidades; de éstas, 1,58 millones se
venden en la República Unida de Tanzanía, y el resto se
exporta.
Paul Baker es analista de mercado y colabora con el CCI (baker@intracen.org)