Discursos

Discurso de la Directora Ejecutiva del ITC durante la Conferencia sobre la Iniciativa Empresarial de las Mujeres

26 febrero 2016
ITC Noticias
Discurso pronunciado por la Directora Ejecutiva del ITC, Arancha González, durante la Conferencia sobre la Iniciativa Empresarial de las Mujeres
26 de febrero 2016, Estambul (Turquía)

Honorable Ibrahim Senel, Subsecretario del Ministerio de Economía, distinguidos invitados, señoras y señores:

Quisiera empezar dando las gracias a nuestros anfitriones, el Ministerio de Economía de Turquía y KAGIDER, la Asociación de Mujeres Empresarias de Turquía, por albergar tan importante foro.

Me complace enormemente estar aquí con ustedes, en Estambul, una ciudad que constituye un importante centro para empresas y viajeros, y que evoca escenas de comercio entre Oriente y Occidente desde hace miles de años. Estamos en un país que en 1934 fue uno de los primeros en otorgar a las mujeres el derecho a votar y a ser elegidas. En Turquía, al igual que en numerosas economías del mundo, todavía queda mucho por hacer para avanzar en la consecución de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres; sin embargo, también pueden sentirse orgullosos por haber sido los primeros en crear el Women 20 como grupo oficial de participación durante la Presidencia Turca del G20 el año pasado.

La organización que yo lidero, el Centro de Comercio Internacional, se fundó en 1965 como la agencia conjunta de las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio. Nuestro mandato consiste en ayudar a las pequeñas y medianas empresas de los países en desarrollo a conectar con los mercados internacionales, y en nuestro trabajo hacemos especial hincapié en el empoderamiento económico de las mujeres.

¿Por qué? La respuesta se sencilla. Somos una organización que apoya la consecución de los Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas el pasado mes de septiembre. Estos ambiciosos objetivos buscan la erradicación de la pobreza extrema de aquí a 2030 y otorgan a la igualdad de género y al empoderamiento de las mujeres un lugar destacado en su agenda. En el ITC creemos que el comercio puede ser un potente medio para lograr la resiliencia económica y la transformación cuando las mujeres tienen la oportunidad de participar plenamente.

Las evidencias de las ventajas potenciales dimanantes de la integración de las mujeres en la economía mundial son convincentes. Existe una correlación positiva constante entre los países que brindan mayores oportunidades económicas a las mujeres y el crecimiento de la competitividad y los ingresos nacionales. Las presiones y las vulnerabilidades que ha generado la crisis actual de migrantes, particularmente en esta región, donde se dice que la mayor parte de los refugiados son mujeres y niños, deberían hacer de la participación económica de las mujeres una prioridad para todos los formuladores de políticas.

Sabemos que si las mujeres participaran en la economía en igualdad de condiciones que los hombres, el PIB se podría incrementar en 28 billones más de dólares para 2025. Piensen un momento en las implicaciones de este escenario para un país como Turquía, cuya participación de la mujer en la fuerza de trabajo tan solo es del 30 %.

También sabemos que las mujeres exportadoras generan un bonus desproporcionado en cuanto a los salarios pagados, las personas contratadas y la productividad. Una publicación reciente del ITC basada en encuestas realizadas a empresas de veinte países alberga noticias optimistas sobre el hecho de que las mujeres se están expandiendo en sectores no tradicionales tales como la informática y las telecomunicaciones. Pero también hay motivos de preocupación: las mujeres solo poseen una de cada cinco empresas exportadoras.

Pasando de la teoría a la práctica, en el ITC hemos empezado a cosechar los frutos de nuestras intervenciones específicas. Hace tan solo dos semanas, respaldamos un encuentro entre asociaciones de mujeres productoras de café con más de 660 miembros del África Central y Oriental con compradores internacionales, así como la venta de 220 toneladas de café especial con una prima elevada de casi 6 dólares por kilo en la conferencia anual de la Asociación de Productores de Cafés Selectos de África. Además, estas mujeres firmaron un acuerdo para abastecer a Starbucks de una gama de cafés de edición limitada para una próxima promoción.

Junto con Parsons the New School of Design de Nueva York hemos brindado asistencia personalizada a mujeres empresarias del sector de la confección y el textil de Palestina, el Perú, la India, Mongolia, Etiopía y Papua Nueva Guinea. Las empresas recibieron el asesoramiento de expertos para el desarrollo de colecciones limitadas gracias a las que pudieron acceder a nuevos mercados de exportación. Uno de los aspectos más destacados de este trabajo ha sido el codesarrollo de un currículum de capacitación para las mujeres del sector de la confección y el textil que pronto estará disponible en la academia para pymes del ITC como curso de aprendizaje en línea.

Conectar a las pymes con los mercados internacionales es complicado. El tipo de resultados a los que me estoy refiriendo se obtiene a partir de una serie de intervenciones cuidadosamente orquestadas que congregan a un amplio abanico de partes interesadas. El camino hacia el éxito de las mujeres productoras de café se inició con el trabajo realizado por el ITC a nivel político, trabajando con el Gobierno de Uganda para analizar la participación de las mujeres en la cadena de valor del café y formular una estrategia nacional de exportación que buscaba abordar los obstáculos y crear oportunidades. Nuestro trabajo reveló que las mujeres realizaban el 90 % del trabajo de campo, pero recibían menos del 10 % de la remuneración, y que estaban excluidas, en gran medida, de la dotación de insumos agrícolas y de capacitación.

Luego vino una intervención a nivel institucional. Trabajamos con la International Women’s Coffee Alliance en la creación de los capítulos nacionales; a través de estas asociaciones, el ITC puede facilitar la prestación de servicios de desarrollo de capacidades y otras aportaciones para ayudar a las mujeres productoras informales a agregar y comercializar sus productos entre compradores internacionales.

La capacidad de las mujeres empresarias para realizar operaciones comerciales va más allá de poseer las competencias adecuadas y el producto adecuado. Goldman Sachs calcula que existe un déficit de financiación de entre 260 000 millones y 320 000 millones de dólares al año para las empresas pertenecientes a mujeres. Sin este capital, crítico para mantener un nivel adecuado de recursos laborales y para crecer, las mujeres no pueden lograr sus ambiciones empresariales. Por esta razón, el ITC y Barclays Bank han acordado trabajar juntos con el fin de combinar la asistencia relacionada con el comercio con el acceso a servicios financieros esenciales. Juntos apoyaremos a diez mil mujeres empresarias en los próximos cinco años.

Sorprendentemente, el reto al que más aluden las corporaciones con las que trabajamos, muchas de las cuales tienen objetivos y compromisos relacionados con la contratación de mujeres empresarias, es la incapacidad para identificar empresas pertenecientes a mujeres que puedan ser proveedoras nuevas. Para abordar este problema, el ITC lanzó la plataforma SheTrades —una página web y una aplicación para teléfonos móviles— con el fin de conectar a las empresas pertenecientes a mujeres con los mercados. Les animo a que echen un vistazo a www.shetrades.com.

SheTrades forma parte de una iniciativa de mayor calado que se propone conectar a un millón de mujeres con el mercado de aquí a 2020. Partiendo de las experiencias compartidas del ITC y nuestros asociados en el sector privado, gobiernos, asociaciones de mujeres y otros, elaboramos un Llamamiento a la Acción que marca los ocho aspectos que tenemos que abordar colectivamente para abrir los mercados a las mujeres. Incorporamos experiencias tales como las de nuestro asociado «Women Impacting Public Policy», que junto con American Express elaboró un programa de desarrollo de capacidades para mujeres empresarias con el fin de garantizar que la legislación de los Estados Unidos que invita al Gobierno Federal a contratar al menos el 5 % de sus compras de pequeñas empresas pertenecientes a mujeres no se quedara en los apartados de la ley. Utilizamos información procedente de empresas como IBM, que durante décadas ha dado prioridad a las iniciativas de diversidad e inclusión, incluido el contacto con empresas más pequeñas como proveedoras de segundo y tercer nivel.

Para el ITC es un orgullo contar con KAGIDER como defensor excepcional del Llamamiento a la Acción. Aplaudimos sus esfuerzos de apoyo a las mujeres empresarias turcas y les agradecemos que se hayan asociado con el ITC para albergar la Exposición y Foro de Mujeres Empresarias, el primer evento global para las mujeres y el comercio.

El 1 y el 2 de septiembre, mujeres empresarias, grandes corporaciones, formuladores de políticas y líderes de todo el mundo se darán cita aquí, en Estambul, para ampliar sus redes de contactos, intercambiar conocimientos y experiencias y hacer negocios. Mujeres de más de sesenta países, de esta región y de más allá, participarán y se reunirán con importantes corporaciones. Analizaremos los avances realizados para abordar los factores que ayudan al empoderamiento económico de las mujeres, y aquellos que lo obstaculizan. Y también esperamos que cientos de mujeres empresarias hagan negocios.

Quisiera dar las gracias al Gobierno de Turquía por su apoyo. Me gustaría animar a las empresas de Turquía y de todo el mundo a que nos ayuden a hacer que esta edición de la WVEF sea un verdadero éxito.

Les animo a que visiten nuestro sitio web, www.intracen.org y presenten su solicitud de asistencia, y espero volver a verles en el mes de septiembre.

Muchas gracias por su atención.