© Centro de Comercio Internacional, Forum de Comercio
Internacional - No. 1/2001
¿Cómo podrían los países ACP (África, el Caribe y el Pacífico)
beneficiarse realmente del nuevo sistema mundial de comercio? Este
fue el tema de una alocución central pronunciada por el Director
Ejecutivo del CCI, J. Denis Bélisle, ante la reunión de los
Ministros de Comercio de los países ACP (Bruselas, diciembre de
2000).
A pesar de que ya han tenido dos décadas de acceso preferencial
a los mercados de la Unión Europea (UE), previsto en el Convenio de
Lomé, las exportaciones de los países ACP no han mejorado en lo
sustancial. El Sr. Bélisle puso de relieve que el reciente Acuerdo
de Cotonú, suscrito en 2000, da prioridad a la integración
regional. Este nuevo enfoque de la integración regional es esencial
para facilitar la incorporación de los países ACP en la economía
mundial.
Pero los países podrían tomar otras medidas para incrementar su
capacidad comercial: eliminar los obstáculos a las inversiones;
familiarizar a los exportadores con las normas del sistema
multilateral; poner en práctica estrategias de exportación
adecuadas a las necesidades de las empresas; desarrollar la
competitividad, adoptando métodos de control de la calidad, mejores
técnicas de comercialización y de embalaje, así como medios de
financiación de las exportaciones y usos adecuados de las nuevas
tecnologías de la información, y por último, mantener el espíritu
de determinación y perseverancia de todos los actores.
La asistencia técnica especializada puede ayudar a facilitar la
integración regional y desarrollar el potencial exportador, agregó
el Sr. Bélisle.
El prometedor comercio entre países ACP
En los años 1990, la tasa de crecimiento de los intercambios
entre países africanos fue dos veces superior a la del comercio
internacional total de la región, lo que demostró el gran potencial
que el comercio intrarregional tiene en los países en desarrollo.
No obstante, casi todos los países ACP siguen exportando productos
básicos hacia mercados tradicionales, aumentando así su dependencia
y vulnerabilidad ante las fluctuaciones de dichos mercados.
Los países ACP pueden corregir estos desequilibrios,
diversificando su producción en los niveles superiores de la cadena
de valor y ampliando así su base de exportación. El comercio
intrarregional y dentro de un mismo sector económico es
especialmente prometedor.
El CCI y el comercio Sur-Sur
La asistencia técnica focalizada es uno de los medios para hacer
realidad el potencial comercial de los países ACP, por ejemplo,
mediante programas de desarrollo comercial intrarregional. Este
enfoque - perfeccionado desde hace diez años y adaptado a las
circunstancias locales - se aplicó por primera vez en los países de
la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC), con
buenos resultados. La cooperación entre la SADC y el CCI - centrada
actualmente en la madera, la pesca y los alimentos tropicales -
está generando nuevas oportunidades de negocios, empresas mixtas y
otros acuerdos comerciales transfronterizos. La misma metodología
se ha adaptado para algunos sectores económicos de Asia, Oriente
Medio y América Latina.
El texto completo de la alocución del Sr. Bélisle puede
solicitarse a Françoise Donet (donet@intracen.org).