A finales de los años ochenta, los expertos dictaminaron que la
industria del yute estaba condenada. Los embalajes a granel de
fibra de yute tradicional eran desplazados por los de fibra
sintética. Las exportaciones de yute y de productos de yute se
habían reducido al mínimo, y la caída de los precios era
vertiginosa. El sector estaba al borde del colapso, y los
cultivadores se encontraban sumidos en la pobreza.
Apenas una década después, el año 2000, un evaluador independiente
comentaba que "la promoción y el desarrollo del mercado del yute es
un gran éxito par el CCI. Con presupuestos reducidos, el CCI
[consiguió] resultados sustanciales de la ayuda prestada a millones
de personas muy pobres. [...] El CCI contribuyó a limitar el
alcance y la gravedad de la crisis. Los US$ 5,4 millones invertidos
en diversos proyectos se tradujeron en beneficios de más de US$ 500
millones."
A diferencia de otros productos básicos importantes, cuyos precios
se redujeron sustancialmente entre 1980 y 2002, el yute pudo
resistir las presiones a la baja, con un precio que pasó de US$ 369
la tonelada en 1980 a US$ 400 en 2002. Esto se logró en parte
gracias a la intervención del Gobierno de la India en el mercado
nacional, y también a las actividades del CCI y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La diversificación ha convertido al yute en un producto de
sustitución en sectores tan diversos como la industria del
automóvil, los muebles, las bolsas de compras y los geotextiles
para el control de la erosión. Esta fibra modesta y en otra época
despreciada es reconocida hoy como artículo moderno, ecológico y
rentable en varios mercados especializados.
Este artículo se basó en una contribución de Nanda Kumar,
Secretario General del Grupo Internacional de Estudio del Yute. El
Sr. Kumar, que fue Secretario Adjunto del Ministerio de Textiles de
la India y Presidente del Consejo de Especias de ese país, es el
autor del libro El Comercio Mundial de Especias y los Acuerdos
de la Ronda Uruguay, publicado por el CCI en 1996.
Desde siempre, el yute ha interesado a los campesinos pobres. En
efecto, esta planta se cultiva fácilmente en rotación con el arroz,
por lo que, además de aportar ingresos extras a los agricultores,
sirve para proteger los arrozales. Su cultivo, control, cosecha y
procesamiento inicial son una indispensable fuente de empleo para
las mujeres y los peones agrícolas. A esto se suma el empleo
generado por su procesamiento industrial. Una vez extraída la
fibra, los tallos leñosos sirven de combustible de cocina ecológico
para los hogares rurales.
Naturalmente, cuando la industria entró en crisis, vastos sectores
de la India (principal productor) y diversas organizaciones
internacionales se movilizaron, convencidos de que el yute podía
ser mucho más que una simple materia prima para fabricar
embalajes.
El Gobierno de la India estableció entonces el Fondo para la
Modernización del Yute y el Fondo Especial para el Fomento del
Yute. El PNUD decidió asociarse a la diversificación del sector.
Varias leyes y acuerdos de regulación crearon un "espacio de
mercado" para la industria del yute en el mercado nacional del
embalaje. El Gobierno indio invitó al CCI (que ya colaboraba con
muchos proyectos de la Organización Internacional del Yute, hoy
llamada Grupo Internacional de Estudio del Yute, y del propio
Gobierno) a participar activamente en el proyecto del PNUD.
En 1992 se adoptó el Programa Nacional de Fomento del Yute,
previsto para cinco años pero que se prolongó un año más. La
contribución del PNUD fue de US$ 23 millones; el Gobierno de la
India aportó una suma equivalente.
Nuevas tecnologías, diseños y comercialización
El proyecto tenía por fin desarrollar nuevas tecnologías,
aplicaciones y maquinaria para el yute, y promover el papel de las
pequeñas y medianas empresas (PYME) en la diversificación y la
mejora de la calidad de los productos de yute, así como en la
búsqueda de nuevos mercados. Ello exigía desarrollar los recursos
humanos y crear una institución nacional encargada de la
diversificación de los productos de yute.
El CCI trabajó codo a codo con diseñadores, expertos en mercado,
fábricantes de yute y, sobre todo, con PYME del sector. Se
concibieron nuevos productos, con un esmero compatible con las
exigencias del mercado. El CCI ayudó a las PYME a diseñar folletos
y catálogos, mejorar la presentación de productos en las
exposiciones y perfeccionar la calidad, estética y utilidad general
de los productos.
En 1994, se creó en Kolkata el Centro Nacional para la
Diversificación del Yute. En el marco de su actividad profesional,
el Centro presta servicios a las PYME y da apoyo a los productores
diversificados, en materias como el diseño, la comercialización y
la infraestructura.
Entre los nuevos productos disponibles en el comercio figuran
hilos, tapicerías y tejidos de mobiliario, bolsas de compra
decoradas, accesorios de moda, componentes para plásticos, tableros
de partículas de yute y papeles hechos a mano. También han surgido
nuevas aplicaciones, como artículos de yute no tejido y textiles
especiales.
Ochenta mil empleos
En la actualidad, los productos diversificados representan el 20%
de las ventas totales de productos de yute de la India, incluidas
las exportaciones. En este subsector operan más de 1.000 PYME, que
dan empleo a unas 80.000 personas.
Una evaluación del proyecto realizada en 1998 concluyó que éste
había logrado la mayoría de sus objetivos. En particular, las
competencias de promoción y desarrollo de mercados aportadas por el
CCI habían sido decisivas para el éxito del proyecto.
La evaluación recomendó mantener el apoyo en determinados ámbitos.
Con respaldo del PNUD y el Gobierno de la India, se estableció
entonces el Programa Fibras y Artesanía, del cual el yute era un
subsector importante, con los siguientes componentes: desarrollo
humano sostenible por medio de organizaciones no gubernamentales;
mejora del nivel de vida de los granjeros, gracias a la producción
de telas de yute más finas y rentables; apoyo a la comercialización
en los mercados nacionales y internacionales; comercialización de
tecnologías para PYME; desarrollo de maquinaria, y garantías de
calidad para un sector organizado y descentralizado. El programa
terminó en 2002.
En Bangladesh, que no tuvo el estímulo de un gran proyecto del
PNUD, la industria del yute sí contó con la asistencia del CCI y
del Organismo Noruego de Desarrollo Internacional para producir
hilos y telas de alta calidad, calzado de tela de yute y paneles de
fibra de yute. En 2002, se creó el Centro de Promoción de la
Diversificación del Yute.
Pasta de papel y desarrollo de las PYME
En 1997, un organismo internacional, el Fondo Común para los
Productos Básicos (FCPB), aprobó un proyecto de un valor de US$
1,49 millones: "Aplicación biotecnológica de enzimas en la
fabricación de pasta de papel de yute verde/kenaf." El proyecto
culminó exitosamente en 2004. Los conocimientos adquiridos se están
transmitiendo a las empresas, lo que podría contribuir a reducir
sustancialmente la presión que la explotación de pulpa de madera
ejerce sobre los bosques.
Basándose en los logros del CCI y el PNUD en la India, el FCPB ha
aprobado otro proyecto de desarrollo de empresas de pequeña escala
en la producción diversificada del yute en India y Bangladesh, que
ya ha invertido US$ 3,05 millones. También se está ejecutando un
proyecto de diversificación que usa poliolefinos de yute como
material compósito.
Éxitos comerciales
Entre los avances comerciales aportados por la diversificación
figuran los siguientes:
- Los grandes fabricantes de automóviles han comenzado a usar
fibra de yute para sustituir la fibra de vidrio en la
tapicería.
- Algunos conocidos fabricantes de muebles de la India y
Bangladesh están usando cantidades importantes de tableros de
partícula de yute en sus productos.
- Las bolsas de compra producidas por las PYME de la India están
de moda en varios mercados.
- Los geotextiles de yute para el control de la erosión tienen
gran acogida en el mercado.
Entre 1979 y 1999, el CCI gastó más de US$ 6 millones en 28
proyectos de promoción del comercio de exportación del yute y sus
productos, lo que constituye un aporte inhabitualmente elevado para
el CCI, pero minúsculo comparado a las prácticas de inversión
industriales y comerciales. Con todo, esta ha sido la única
experiencia de desarrollo y promoción a favor del mercado del
yute.
Una nueva hoja de ruta
A pesar de los avances, las circunstancias impidieron aprovechar
todo el potencial de esta iniciativa. Según la evaluación del CCI,
la organización debería haber hecho valer con mayor agresividad su
experiencia operativa y sus capacidades técnicas en otros proyectos
con financiación internacional: "Los proyectos afines se hubieran
fortalecido." Además, las limitaciones de financiación hicieron que
se descuidara en parte el importante mercado de Estados Unidos. De
hecho, la existencia de la Organización Internacional del Yute hizo
pensar a los donantes que el sector disponía de los fondos
necesarios para el desarrollo del yute. En realidad, la OIY "sólo
tenía medios para asegurar la coordinación, y al CCI [...] no
disponía de recursos para la ejecución cabal del proyecto..."
Hoy, la parte del yute en el mercado de exportación ha aumentado,
pero sigue siendo reducida. El sector del yute ha decidido trazar
un nuevo derrotero para la industria en el mercado mundial. Con
apoyo financiero del FCPB, el CCI reunirá a importantes
interlocutores en una serie de seminarios y talleres previstos para
2004 y 2005, con el fin de planificar un crecimiento acelerado y
diversificado.
Texto de Peter Hulm
Organizaciones mencionadas
en este artículo: